¿Cita?

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Espero que les guste~

Nota: ¿Se han sentido intimidados alguna vez? Yo si, aunque mi carácter fue más fuerte y pude defenderme

Macaque se rasco la nuca, masticando lo último que había quedado de su torta de mango, disfrutando del momentáneo silencio que inundo su pequeño hogar. Movió lentamente la cola, su expresión de tranquilidad y placer ante el dulce sabor borrando en el instante en el que escucho pasos ligeros y rápidos que se acercaban. Podía reconocerlo hasta dormido, dejando escapar un largo suspiro mientras caminaba hacia la puerta y la abría mucho antes de que el otro pudiera golpear.

-No recuerdo haber pedido que trajeran basura- fue lo primero que gruño al abrir la puerta.

-Ja, ja. Chistoso- Wukong bufo, cruzándose de brazos mientras su cola se movía de manera algo brusca, mostrando su ligera frustración. -Yo tampoco elegí ver tu horrenda cara hoy pero no tuve mucha opción- rodo los ojos.

-Vaya, la basura habla- fingió sorpresa, tarareando con deleite ante la mala expresión que se gano con su comentario. -¿Sabes qué paso?- dejo los chistes de lado, permitiendo relajar un poco su expresión.

-No- negó con una mueca, relajándose ligeramente en su lugar. Aunque no les gustara, estaban igual de perdidos y confundidos, y pelear entre ellos no serviría de nada. -Pigsy me dijo que él se fue como siempre a hacer entregas y volvió decaído, desapareciendo en su descanso- recordó. Estaba un poco sorprendido al recibir la llamada repentina del cerdo, solo para terminar preocupado por lo que él le conto. -¿Dónde esta?- esa era la pregunta que había estado rondando por su mente hasta ese momento.

-En el sillón- se hizo a un lado, dejando entrar al dios y cerrando la puerta, caminando con pasos silenciosos hacia su sala, ambos viendo la escena. Había un bulto bajo una manta violeta, uno que solo se movía ligeramente y de vez en cuando, como si se estuviera acomodando. Sabían que MK estaba allí, especialmente por los mechones castaños que sobresalían de la parte superior.

-¿No dijo nada?- su contraparte negó lentamente. -Rayos...- bufo, rascándose la nuca antes de respirar profundo y decidir avanzar. -Hey, Buddy- apoyo su mano sobre la manta, pudiendo localizar el hombro ajeno para sacudirlo ligeramente, recibiendo un quejido como señal de vida. -Te traje tu chocolate favorito...- lo saco de su bolsillo. -...pero vas a tener que salir de tu manta-cueva para comerlo- ¿era un soborno? Totalmente, no hay razón para negarlo.

-¿El mixto?- murmuro, removiéndose en su lugar.

-Ese mismo- sonrío cuando el menor se sentó lentamente, dejando caer su manta a su regalo y alzando las manos, suplicante. -Aquí tienes- rompió el envoltorio y se lo extendió, MK tomándolo para darle un gran mordisco y cerrar los ojos con disfrute mientras masticaba. Él se veía decaído, cansado y con el cabello revuelto por haber estado acostado.

Ninguno dijo nada, el par de monos viendo al menor comer y rebanando sus mente en busca de que decir, sin querer molestarlo más de lo que obviamente ya estaba pero de repente, los ojos oscuros se abrieron a todo lo que pudieron, como si una idea lo golpeara de golpe.

-¡Ya sé!- se levanto de un salto, tropezando con la manta y cayendo de cara, rápido en levantarse, su sonrisa grande y con sus ojos brillantes. Un cambio drástico. -¡Macaque!- el mencionado se enderezo un poco en su lugar, sus ojos abiertos y atentos al menos, sin haber esperado el repentino llamado. -¿Tienes planes para hoy? Después de las 6 específicamente- lo miro a los ojos, serio, esperando la respuesta.

-¿A las 6?- por alguna razón, los monos se miraron entre ellos, luciendo igual de confundidos y perdidos. El domador de sombras enarco una ceja y el dios se encogió de hombros. Ninguno entiende que esta sucediendo. -No, creo que no- respondió, volviendo a mirar al chico.

-Perfecto, porque ahora los tienes- declaro con toda la seguridad del mundo, aunque había algo brillando en sus ojos, un sentimiento que ninguno de los demonios podía identificar por el momento. -Atacaras la ciudad- y eso termino de sorprender al par.

-¡¿Qué?!- estaban más concentrados en el chico que en el hecho de haber hablado al mismo tiempo.

-¿Disculpa?- eso era lo que menos esperaba, especialmente viniendo de alguien como MK, quien se declaraba constantemente el protector de la ciudad.

-No es necesario destruir nada...- la confianza anterior desapareció a un ritmo alarmante, mostrando desesperación y suplica. -...solo debes ir y mostrar ese enorme mono de sombras que siempre usas, asustar a las personas y listo, todo resuelto- ahora parecía un poco frenético. -Por favor, por favor, solo por esta vez. Yo...te deberé un favor muy grande- entrelazo sus manos, suplicando, solo haciendo que el par de monos se sintiera más preocupado.

-MK...- el dios se adelanto, tomando las manos ajenas entre las suyas, dándole lo que esperaba fuera un apretón tranquilizador y suavizando su expresión. -...¿Qué esta pasando por esa cabeza tuya?- el menor apretó los labios, dudoso.

-Puedes decirnos...- el domador de sombras se coloco al lado de su contraparte, apoyando su mano en el hombro del chico. -...no vamos a juzgarte- MK abrió y cerro la boca un par de veces, decidiendo qué hacer o buscando las palabras, ninguno de los dos estaba seguro.

-...tengo una cita...- murmuro después de unos segundos, su tono y expresión mostrando derrota. de esas que parecen dolorosas y desesperantes. Ambos parpadearon, mirándolo fijamente. Esa...no era la respuesta que esperaban.

-¿Y eso no es bueno?- Wukong ladeo la cabeza, luchando contra la sensación de sentirse perdido. -Digo, eres un...¿adolescente? ¿adulto?...- no tenía idea gracias a su poca interacción con los humanos. -...tener una cita es parte normal de la vida, ¿no?- eso según las series que había visto en el pasado. Aunque en ellas se veían al protagonista super emocionado y nervioso mientras revolcaba su armario completo para encontrar algo para sorprender a su cita pero MK no lucia contento, sin mirar a ninguno y mordiendo su labio con nerviosismo, sus dedos jugando ligeramente con la mano ajena. El dios tenía una mala sensación.

-¿Sucede algo más?- Macaque enarco una ceja, pudiendo escuchar lo rápido que latía el corazón del menor. -Puedo imaginar que quieres que ataque a esa hora especifica para interrumpir tu cita...- el mortal asintió apenas, tímido. -...pero mi pregunta es: ¿Por qué?- ambos lo miraron, esperando, una ligera tensión creciendo en el ambiente lentamente. El pequeño cuerpo del mortal tembló y antes de que alguno pudiera decir más, hablo.

-¡Porque no quiero ir a esa cita!- chillo, alzando la vista al mismo tiempo que se soltaba del agarre del dios, retrocediendo para mover sus brazos en grandes y exagerados gestos. -¡Le dije que no, le dije muchas veces que no, pero él insistía e insistió! ¡No me dejaba en paz, seguía apareciendo por el restaurante! ¡Me hacia sentir incomodo, así que le dije que dejara de ir a mi trabajo, trate de evitarlo, pero llamo a la tienda y pidió una orden, así que tuve que ir!- se paso una mano por su cabello, alborotándolo más de lo que ya estaba. -¡Y esta vez...esta vez...!- negó, brusco. -¡Le tuve miedo!- ahora lucia avergonzado, ligeras lagrimas empezando a correr por sus mejillas. -...le tuve miedo...- sus labios temblaron, viéndolos, mostrando su desesperación y vergüenza en toda su expresión. -¡Soy patético!- y ahora había prácticamente un cascada saliendo de sus ojos. 

-No, no, no- Wukong volvió a tomar las manos ajenas, su corazón agrietándose por la cascada de lagrimas. -No eres patético, Kid. No lo eres, te lo aseguro-

-¡Enfrente a todo tipo de demonios pero un simple humano me asusta!- sollozo. -¡Si, soy patético!- ninguno de los dos sabe como consolarlo, así que solo pueden atraerlo y aplastarlo entre los dos en un abrazo, dejando al chico sollozar, murmurando todas las palabras de consuelo que se les ocurre.

Aunque ninguno de los monos suele estar de acuerdo, el mismo pensamiento cruza por sus cabeza. Esa cita no va a suceder...y alguien desaparecerá de la faz de la tierra, se encargarían de eso.

~Monkie Kid~ 4️⃣Where stories live. Discover now