Capitulo 130

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No se veía a nadie en la casa ahora. Junto al río estaba Cortis semidesnudo, con la cola en el fondo del río.

"Wah wah wah-"

A pesar de los sonidos de lluvia afuera, Bai Qingqing podía escuchar vagamente la lucha que estaba teniendo lugar en el agua. Se tapó la boca con las manos y gritó tan fuerte como pudo: "¡Cortis!"

Cortis finalmente volvió la cabeza. Aunque estaba parado lejos, Bai Qingqing, de pie en la casa, podía sentir su frialdad.

Bai Qingqing gritó: "¡No mates a nadie!"

No mates a nadie. Bai Qingqing había pensado mucho en esto antes de decirlo en voz alta. Si ella le hubiera especificado que no matara a Hugh, Cortis podría enfurecerse aún más.

Cortis la miró en silencio por un momento. Justo cuando Bai Qingqing estaba a punto de salir corriendo, finalmente sacó al hombre lobo del agua antes de arrojarlo con un movimiento de su cola.

El hombre lobo bestia se había transformado en su forma de bestia bajo el peligro que enfrentaba. Cuando vio una figura negra volando por el cielo en medio de la lluvia, cayó al suelo húmedo con un ruido sordo.

Bai Qingqing dejó escapar un gran suspiro de alivio.

El hombre lobo pateó sus cuatro extremidades, luego se puso de pie tambaleándose antes de mirar hacia Bai Qingqing. Ella no lo estaba mirando.

Retractó su mirada y se alejó cojeando, su vista trasera parecía bastante lamentable.

Sacudiendo la cola, Cortis regresó instantáneamente a la casa.

"¿Dónde está ese leopardo?" preguntó Cortis, evidentemente disgustado mientras levantaba la mano de Bai Qingqing.

Bai Qingqing entró en el dormitorio con Cortis. “Fue a buscar a su papá”.

La expresión de Cortis seguía siendo muy oscura. Un poco asustado de él, Bai Qingqing explicó: “Ese hombre lobo bestia es descendiente del rey lobo. Si lo matas, estaríamos en problemas.

Bai Qingqing había pensado que todavía estaba molesto por el asunto de Hugh. Sorprendentemente, Cortis respondió: "Lo sé".

Ella se sorprendió al escuchar esto. Aunque a Cortis parecía no importarle nada, lo tenía todo claro.

“Entonces, ¿por qué casi lo matas? Pero está bien. Supongo que Hugh no volverá a buscarme”, dijo Bai Qingqing con una sonrisa. Después de que terminó de hablar, pudo sentir agudamente que Cortis, cuyo semblante había mejorado ligeramente, ahora volvía a tener una expresión oscura.

"¿Hugh?"

Bai Qingqing había dicho tanto, pero este fue el único punto que Cortis captó.

Bai Qingqing sintió ganas de abofetearse. Se corrigió a sí misma. "Ese hombre lobo bestia".

Cortis decidió no continuar con el asunto.

Para recuperar la fruta espinosa, Parker permaneció en su forma humana en ambos sentidos, por lo que se fue por un período de tiempo un poco más largo. Se quitó el barro de los pies antes de entrar en la casa.

“Qingqing, he vuelto. Te traje la fruta espinosa.

Bai Qingqing levantó la cabeza con deleite. Mirando a Parker entrando a la casa, dijo: "Date prisa y muéstramelo".

Cuando Parker se empapaba con la lluvia, su cabello se le pegaba a la cabeza. El agua seguía goteando por su rostro y por su barbilla.

Le entregó una fruta verde del tamaño de un maní a Bai Qingqing y dijo: "Ten cuidado con las espinas".

El obediente Bai Qingqing recogió con cuidado la fruta espinosa.

Fiel a su nombre, esta fruta estaba llena de espinas. Después de observarlo detenidamente, Bai Qingqing se dio cuenta de que era muy similar a una especie de arbusto que se encuentra en la era moderna.

No sabía cómo se llamaba ese arbusto, pero se lo veía a los lados de los caminos por todas partes. Después de que la fruta se marchitara, las espinas se volverían afiladas y espinosas. Lo peor de todo era que una vez que llegaba al cabello de alguien, era extremadamente difícil de quitar.

Pero esta suave y verde bola de espinas parecía que podría usarse para cepillarse los dientes.

1 “Date prisa y pruébalo”, dijo Parker con una mirada de anticipación.

Cortis también miró hacia la cosa que sostenía.

Bai Qingqing había querido remojarlo en agua y usarlo mañana. Sin embargo, a pedido de Parker, ella asintió y estuvo de acuerdo.

La Bella Y Las BestiasWhere stories live. Discover now