Epílogo

15.7K 762 175
                                    

—Bueno, creo que está todo en orden

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Bueno, creo que está todo en orden. Tu maleta está lista y por supuesto... —Irene sonrió maliciosamente antes de girarse hacia mí. —, tu ropa interior sexy también. 

—Ya, basta —la reté, cerrando la maleta de golpe. —. Haces que me sienta aún más nerviosa. 

—¿Nerviosa de qué? no eres virgen. 

—Ajá, pero esto es diferente —suspiré, sentándome sobre la cama. 

Sí, esto no era nuevo para mí y no debería sentirme tan nerviosa. Sin embargo, mi corazón no dejaba de golpear con fuerza dentro de mi pecho. 

Este era el primer viaje de vacaciones que tenía junto a Tristan después de haber comenzado una relación con él. Seguíamos intentando mantenerlo oculto para que nuestra privacidad no se viese afectada, pero ya habían bastantes rumores acerca de nosotros. 

Además, Tristan tuvo que viajar por un tiempo para continuar con sus proyectos, así que no habíamos podido tener ese tipo de acercamiento intimo. 

Al fin me sentía preparada para dar ese paso, pero aun así, era como si hubiese olvidado cómo ligar. Quería que nuestra primera noche fuese perfecta, y por eso, debatí durante toda la tarde qué prenda usar, qué colores, qué tipo de encaje...

Y no tenía ni idea...

—Deja de abrumarte. A Tristan le encantas, y probablemente se va derretir con solo verte usando esto —me guiñó un ojo.

—Espero que no le dé un ataque —bromeé mordiendo mi labio inferior. 

Terminé de alistarme, y finalmente, salí del lugar para dirigirme hacia el aeropuerto. El avión estaría llegando a su destino por la noche hacia las playas de Tahití. 

Durante el verano, estuvimos ideando este viaje, buscando un lugar en donde pudiésemos ser libres de cámaras y reporteros. Queríamos tener un momento único, y por eso, escogimos un lugar menos conocido. A pesar de ello, el paisaje paradisiaco y  las islas alejadas de las grandes ciudades,  nos permitiría estar inmersos en la tranquilidad para descansar y disfrutar. 

—¡Buen viaje! —Irene se despidió de mí, abrazándome fuerte. —. Espero que recibas... muuucho amor. 

—Ya —reí, besando su mejilla. —. Nos vemos en dos semanas. 

—Te tendré lista la silla de ruedas —alzó sus pulgares. 

—Dios... —me hizo reír más.

Embarqué el avión ahogando un gran suspiro. Estaba emocionada, nerviosa y muy ansiosa... Sabía que no tenía nada de que preocuparme, porque los sentimientos que Tristan tenía por mí eran claros... Y yo también estaba muy segura de lo que sentía por él.

Me giré hacia la ventana, observando las nubes que sobrevolábamos y me dispuse en cerrar mis ojos para dormir durante el resto del viaje. No pude evitar recordar las palabras de Irene al decirme que debía aprovechar de descansar ya que Tristan no me permitiría dormir por las noches. E inevitablemente mis mejillas volvieron a sentirse calientes.

El divorcio de mis sueños ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora