Ash y Sky, dos reconocidas estrellas de cine, están en medio de un proceso de divorcio.
El desgaste, la distancia, la falta de comunicación y la sospecha de una posible infidelidad, han llevado a Sky a concluir el por qué del desenamoramiento de su...
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El final de una película siempre es aquel que debe eclipsar siendo el momento más emotivo, más encantador o el más doloroso para que los espectadores puedan sentirse satisfechos de haber pasado casi una hora pegados a una pantalla.
Por eso, todo el mundo corría de un lado a otro, asegurándose de que todo estuviese en orden antes de comenzar a grabar.
Adeline arreglaba mi maquillaje, mientras otra persona se ocupaba de mi vestuario y mi cabello. Yo en cambio, repetía mentalmente mis líneas una y otra vez con tal de no cometer error alguno.
Esto debía ser perfecto.
—¡Cinco minutos! —avisó el productor, dando la señal para apresurarnos.
Respiré hondo antes de avanzar hacia mi posición. Me sentía tan ansiosa como los demás por este momento, y es que sentía que todo había ocurrido demasiado rápido.
Intenté dar lo mejor de mí durante todo este tiempo, a pesar de no haber estado bien anímicamente. Sin embargo, creo que todas mis emociones fueron plasmadas en esta película, siendo completamente reales desde el principio...
Mi amor por Ash. Mi dolor y sufrimiento. Nuestros intentos de apartarnos y luego regresar al lado del otro...
Sin embargo, a pesar de que las cosas con Ash estaban funcionando, aún mi mente estaba enfocada en lo que yo quería para mí.
—¿Lista, Sky? —preguntó Marshall, llegando a mi lado.
—Muy lista —asentí.
—Esta escena final depende de ti, preciosa —dijo ejerciendo presión.
Era un final justo y emotivo.
La protagonista se daba cuenta de que no podía seguir viviendo bajo un amor que solo le causaba inseguridades. Ya no tenía fuerzas para sanar a un hombre que en realidad temía de lo que podía llegar a sentir, a pesar de estar completamente enamorado de ella. El creer que podía sanar sus heridas pasadas, hizo que fuese absorbida en todo ese sufrimiento...
Y por eso, pondría fin a ese dolor y dejaría ir a su primer amor.
Así que... debía mostrarme segura de mi decisión, pero también lo suficientemente herida como para reflejar que tenía el corazón roto.
Y Ash debía verse como aquel hombre arrepentido, por no impedir que la persona que más amaba en el mundo, se fuera de su lado al no darse cuenta del daño que le provocaba.
Sentía que esa historia era más parecida a la nuestra de lo que creía...
Ash ya se encontraba en su lugar, preparándose. Su mirada se encontró con la mía y las comisuras de sus labios se alzaron en una perfecta sonrisa. Una que acaloró mis sentidos y me hizo desviar la mirada en otra dirección.
