Ash y Sky, dos reconocidas estrellas de cine, están en medio de un proceso de divorcio.
El desgaste, la distancia, la falta de comunicación y la sospecha de una posible infidelidad, han llevado a Sky a concluir el por qué del desenamoramiento de su...
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Rasgué otra de las fotografías en las que se podía ver a Ash, tomándome de la cintura, y me deshice de ella tirando los restos a la basura. Todas las fotos estaban regadas sobre la mesa de centro, y copié el mismo ritual con cada una de ellas.
Estaba depurando a Ash de mi vida, y a su vez, estaba desahogando ese sentimiento que me tenía el pecho apretado debido a la herida que dejó abierta y que seguía doliendo hasta el día de hoy. Las lágrimas no dejaban de rodar por mis mejillas con cada foto que me recordaba lo duro que fue enterarme de la verdad, y lo mucho que me dolió ser traicionada por el hombre al que más amé en toda mi vida.
Me pregunté cientos de veces... ¿cómo pudo hacerme eso? ¿cómo pudo soportar el peso de las mentiras por tanto tiempo?
Las noches que pasamos juntos, diciendo que me amaba más que a nada. Todas las promesas que nos propusimos al creer que salvaríamos nuestro matrimonio...
Todo eso se derrumbó.
Las imágenes de nuestra boda, de nuestros viajes, de mi cumpleaños, pasaron a la historia cuando terminé de desocupar el álbum. Y junté aquellos restos de papel con los regalos que me dio; vestidos, joyas, adornos, tazas, absolutamente todo.
Y luego de acabar, terminé por borrar cualquier contacto que tuviese de él en mi celular, ignorando los miles de mensajes y llamadas que tenía.
"Perdóname"
"Necesito hablar contigo"
"Te necesito a ti más que a nada"
"Te amo"
Eso decía el último mensaje que leí antes de bloquear su número. Y dolió leerlo, pero me dolió más recordar que solo eran mentiras.
Admito que el juicio fue difícil, que lloré a mares después de la disolución del matrimonio, pero sabía que no era sano para mí volver a estar a su lado.
De una forma a otra, borrarlo de mi vida se sentía como arrancar una parte de mí. Porque en Ash deposité mis sueños, mi amor, y mi confianza. Pero a él no le importó pisar todo aquello...
Ya habían pasado tres días desde el juicio de divorcio, y recién hoy tuve la voluntad de poder deshacerme de las cosas materiales que aún me unían a él.
Lentamente... comenzaría a avanzar otra vez, sin mirar al pasado y sanando las heridas que dejó.
Me había ocupado durante el último tiempo en ensayar mi guion y hojear cada página. Quería ocupar mi mente en mi nuevo proyecto, ignorando todo lo que hablaban de mí en televisión.
El rodaje ya había iniciado, sin embargo, me habían dado tiempo suficiente para solucionar mis problemas antes de tener que viajar. A pesar de ello, no podía seguir retrasando las grabaciones, y por eso, abandoné Chicago para tomar un vuelo directo hacia Toronto.
