Ash y Sky, dos reconocidas estrellas de cine, están en medio de un proceso de divorcio.
El desgaste, la distancia, la falta de comunicación y la sospecha de una posible infidelidad, han llevado a Sky a concluir el por qué del desenamoramiento de su...
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Sus brazos seguían rodeando mi cintura, como si no quisiese alejarse de mí ahora que habíamos acortado cualquier distancia que nos separara. Y al parecer, estar en mitad del pasillo del hotel no era un problema para él, puesto que continuábamos aquí sin movernos ni un centímetro.
Mi pulso había encontrado su punto de equilibrio después de todo ese subidón de emociones, pero lo que no desaparecía era el ardor en mi pecho que convirtió mis mejillas en fuego puro.
Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal al recibir un corto beso sobre mi frente. Tristan podía ser un gigante, musculoso y lleno de tatuajes, pero también era el ser más tierno que había conocido.
—Tu corazón late muy rápido... —murmuré, sintiendo ese golpeteo fuerte contra mi oído. —¿No te estará dando otro ataque, verdad? —alcé mi rostro, apoyando mi mentón sobre su pecho.
Sus dedos acariciaron mis mejillas, mientras su mirada seguía vagando por todo mi rostro con detenimiento.
—No... el doctor ya dijo que no era nada grave... —contestó con los labios hinchados y rojos, sin dejar de verme fijamente. —. En realidad... me costó entender la razón tras ello...
—¿Ah, sí? —dije con curiosidad.
La sonrisa en sus labios creció aún más y me sentí afiebrada por el efecto que tenía en mis sentidos.
—Cuando... estoy contigo, mi corazón se acelera de tal manera, que creo que perderé el control de mí mismo —murmuró con profundidad en su voz, mientras su frente se apegaba a la mía.
Contuve la respiración y en ese instante recordé todas las veces en que se alejaba luego de que se sentía "extraño", o cuando su reloj sonaba cada que estaba cerca de él...
Dios...
¿Cuál de los dos fue más lento en entender las cosas?
Creo que en el fondo éramos tal para cual.
—He grabado escenas sobre trenes, aviones, he corrido entre explosiones, y aún así, fuiste la única capaz de alterar cada parte de mí...
—No sabía que podía provocar eso... —murmuré, sintiendo mis mejillas arder, sin poder creer que el Tristan frente a mí, estaba diciendo todo eso...
Ese beso... Definitivamente se había quedado grabado en mis labios.
Jamás pensé que podría llegar a sentirme así con otra persona. En mi vida solo hubo un hombre el cual creí que sería el amor de mi vida. Sin embargo, mi corazón me decía todo lo contrario...
Seguía explorando las sensaciones que Tristan me provocaba, siendo más grandes que mi miedo a querer enamorarme otra vez.
Y se sentía tan bien...
—Ya debo irme —murmuré.
Mi vuelo saldría en unas horas y debía correr al aeropuerto. Sin embargo, Tristan volvió a aferrarse a mí, apretándome entre sus músculos.
