Capítulo cuarenta y dos

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Esa canción en definitiva le pertenece a Ash, porque lo describe a la perfección

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Esa canción en definitiva le pertenece a Ash, porque lo describe a la perfección. Disfruten ese temazo <3

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Ash

El corazón me golpeaba las costillas. Apreté los párpados, queriendo borrar la imágen de Sky y Tristan, juntos... 

En ese momento, algo se desgarró dentro de mí al verlos, mientras todo el mundo se me caía a los pies. Me vi embargado por tantas emociones que no supe cómo asimilar, convirtiéndome en todo un caos. 

Los titulares, las fotos, todo eso siempre fue cierto y ella lo negó...

Respiré hondo, intentando contener la ira, mientras mis manos temblaban y mi corazón continuaba latiendo dolorosamente contra mi pecho. Jamás pensé que me encontraría con este tipo de escena frente a mis ojos. Nunca creí que Sky haría algo como eso...

Llevé ambas manos a mi rostro, sintiendo mi respiración pesada. Si antes la simple idea de verla con alguien más hacia arder mi corazón, lo que sentía ahora era lava pura corriendo por mis venas, sin poder contener el enojo y la tristeza. 

Lancé con fuerza lo primero que encontré a mi paso, sin siquiera importarme que se hiciera pedazos. Dolió cada segundo en que la vi, porque seguía aferrado a la esperanza de que una vez allí, podría hacer que cambiara de parecer. Sin embargo, lo único que recibí fue el golpe que me hizo añicos al encontrarla en los brazos de otro hombre. 

¿Cómo pudo olvidarse tan rápido de mí?

Me quité con enojo la cadena en mi cuello de la cual colgaba su anillo, aquel que decidí usar hasta que volviese a ser suyo. Y lo lancé lejos de mí, porque su sola presencia ardía contra mi piel. 

—¿Qué está pasando aquí? —Oliver entró al apartamento, viéndome con mi respiración agitada y mis puños apretados. 

Paseé mis dedos por mi sien, soltando el gruñido cargado de enojo. 

—Venía a decirte que te ofrecieron un nuevo papel... pero parece que es un mal momento —murmuró, avanzando con sigilo. —¿qué pasa?

—Pasa que estaba equivocado al pensar en que podría recuperar a Sky. Pero resulta que he quedado como un imbécil al ir por ella y encontrarla con otro hombre —sentencié, sintiéndome aún más molesto. 

—¿Qué? —Oliver abrió sus ojos a tope, sorprendido por lo dicho. —¿Qué dices? ¿Sky con quién?

—¡Con Evans! —solté indignado, apretando mi mandíbula con fuerza. —. Te dije que lo suyo no era solo marketing. Están juntos...

Joder, si que dolió decirlo. 

—¿Y eso a ti qué? ya déjalo, Ash —intentó restarle importancia, pero yo no podía. —. Por favor concéntrate. Estos son los nuevos contratos que tienes —Oliver extendió los papeles hacia mí —. Enfócate en el trabajo.

El divorcio de mis sueños ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora