Ash y Sky, dos reconocidas estrellas de cine, están en medio de un proceso de divorcio.
El desgaste, la distancia, la falta de comunicación y la sospecha de una posible infidelidad, han llevado a Sky a concluir el por qué del desenamoramiento de su...
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—¿Cómo es posible que te hiciera eso, Sky? —preguntó Irene, mi manager.
Me extendió la caja de pañuelos, la cual se había vuelto infinita con la cantidad de papeles que había gastado al secarme los ojos y la nariz. Sin embargo, no había podido dejar de llorar en toda la noche y ahora en todo el día.
Tal y como Ash había prometido, se llevó completamente todo lo que alguna vez fue suyo. No había nada material de él en el apartamento, sin embargo, seguían estando presentes los recuerdos y su esencia impregnada en las sabanas, que con el tiempo iría desapareciendo debido a su ausencia. Incluso al verlo partir, sentí como si se hubiese llevado una parte de mí con él.
—Lo hizo porque ya no me ama —sollocé, abrazándome a mi misma.
Joder, dolía tanto decirlo en voz alta. Una parte de mí todavía no podía creer que Ash ya no lo hiciera.
Lo que Irene dijo después de ello, me hizo palidecer aún más.
—¿Acaso tiene otra mujer? —arrugó las cejas.
Aquella simple mención de esa posibilidad me destrozó.
¿Era posible que él... se hubiese enamorado de otra persona?
Toda la noche me la había pasado pensando en lo que provocó esta ruptura y tenía varias teorías al respecto:
Lo primero era la distancia y la falta de comunicación debido a nuestros trabajos. Ambos teníamos agendas muy ocupadas, ya que en los últimos años él se había encargado de protagonizar varias películas, mientras que yo acepté contratos con telenovelas y comerciales. Así que estábamos de viaje en viaje, hablando solo por videollamadas y viéndonos cada medio mes.
Luego estaba el desenamoramiento debido a mi ausencia... y eso también estaba ligado a la limitada intimidad que teníamos. En el pasado hacíamos el amor cada noche, pero desde que comencé a tener más y más ofertas laborales, el estrés y el cansancio habían provocado que lo hiciéramos cada vez menos...
Y obviamente aquello, podría haber desencadenado una infidelidad... Así que la posibilidad de que él hubiese encontrado todo eso en otra mujer no parecía tan descabellado. Sin embargo... yo confiaba en que él jamás me engañaría.
—Durante el último tiempo hubieron muchos rumores entre él y esa actriz con la que trabajó en su última película ¿recuerdas? —Irene metió aún más adentro la daga en la herida.
Sí, lo recordaba perfectamente. Mientras estaba de viaje en California para un rodaje, había visto esa noticia en una página de chismes en donde aseguraban verlos fuera de un hotel. Pero cuando decidí preguntarle acerca de ello, Ash había negado todo, diciendo que solo era un mal entendido.
Ahora ya no lo parecía tanto...
—Los medios me comerán viva —llevé ambas manos a mi sien—. Me perseguirán, me acosarán y me recordarán una y otra vez nuestra separación...
