Capítulo diez

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Cuando Ash y yo nos comprometimos, hicimos juntos nuestros votos antes de estar frente al altar

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Cuando Ash y yo nos comprometimos, hicimos juntos nuestros votos antes de estar frente al altar. 

En ellos, prometí amarlo siempre y ser la mujer de su vida. Aquella que lo acompañara en cualquier decisión que tomara, confiando en él y en que nunca me haría daño.

Él me juró amor eterno. Prometió apoyarme y ser quien me protegiera, sujetando mi mano con fuerza en cada paso que diéramos en nuestra nueva vida juntos. 

Ahora esos votos se desvanecieron como susurros en el viento, siendo olvidados por él y convirtiéndose en un engaño para mí. Sin embargo, prometí ya no lamentarlo más...

Ya había tomado la decisión de priorizarme.

Y es que no podía seguir luchando por salvar mi matrimonio cuando Ash no quería cooperar en lo absoluto. Él ya había tomado esa decisión y no podía seguir nadando contra la corriente, arrastrándome por un hombre que ya no me quería en su vida. 

Las cosas hubiesen sido muy diferentes si tan solo Ash... hubiese querido salvar lo nuestro. Pero desde hace mucho él lo dio por perdido. 

Así que aunque doliera como la mierda, tendría que... dejarlo ir. 

Imaginarme a mi misma estar en aquel juzgado firmando los papeles de divorcio se veía como un escenario abrumador en donde probablemente terminaría por romperme. Sin embargo, era un duelo que tendría que enfrentar para ser completamente libre de lo que me ataba a Ash. 

—Pues no mentiré. No te diré que me siento bien del todo, ni me verás brincando en un pie... —le dije a Irene, mientras movía mi copa de vino—. Aún sigue hiriéndome todo lo que está pasando, pero sé que si sigo insistiendo... el golpe será aún más fatal cuando esto se acabe.

—Tomaste la mejor decisión, Sky —acarició mi mano con delicadeza—. Y no te preocupes por el cambio de habitación, conseguí otro cuarto bajo un nombre falso —me guiñó un ojo. 

—Entonces hoy mismo iré por mi maleta —sonreí débilmente. 

Ya no había marcha atrás...

—Ahora solo debes preocuparte en centrarte en ti misma, hacer lo que te gusta, conocer nuevas personas y demostrarte que no necesitas a Ash en tu vida. Puedes ser inmensamente feliz sin él, y ya verás que será él quien se arrepentirá de dejar ir a una mujer como tú.

Aquellas palabras reconfortantes hicieron que mi futuro sonara un poco más alentador. Pero aún me faltaba mucho por reflexionar antes de aceptarme y comenzar a vivir. 

No nací junto a Ash. Por mucho tiempo estuve sola y durante ese periodo fui muy feliz sin conocerlo. El problema comenzó cuando inevitablemente todo mi mundo giró alrededor de él, sin darme cuenta de que estaba perdiéndome a mí misma.

Lo puse a él en la cima de todo... y ahora era momento de que yo misma llegara a lo más alto. 

—Mi psicóloga solía decirme que la mejor forma de superar una relación y aceptar la ruptura de una forma sana, era rescatar lo bueno que te dejó esa persona para poder cerrar el ciclo —dijo Irene, intentando animarme. 

El divorcio de mis sueños ✔️Where stories live. Discover now