Capítulo tres

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Esta era la primera vez que veía a Ash, después de lo que ocurrió en nuestro aniversario

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Esta era la primera vez que veía a Ash, después de lo que ocurrió en nuestro aniversario. Y sinceramente, nunca lo había extrañado tanto como ahora. 

Estaba a solo metros de mí, firmando el mismo contrato de trabajo, y mi mirada no pudo evitar centrarse en el movimiento del lápiz sobre la hoja y en el anillo que brillaba en su dedo anular. 

Lucía guapísimo como siempre, vistiendo ropa casual y peinado con el cabello hacia atrás, dejando algunas ondas sobre su frente. No importaba cuantas veces lo viera, siempre provocaba el mismo impacto en mí, acelerando mis latidos y desencadenando aquel escalofrío en mi espina dorsal. 

—Los escogí a ambos porque sé que mostrarán una gran química en escena, no solo por su relación, sino porque ambos son las estrellas del momento en televisión —dijo Marshall, mientras yo seguía temblando en mi lugar. 

Ash dirigió su mirada hacia mí, y sentí su incomodidad al desviar rápidamente los ojos para no tener que verme. 

—Comenzaremos el rodaje en dos semanas —continuó diciendo el hombre al otro lado del escritorio—. El lugar de grabación será en Nueva York...

Marshall siguió explicándonos a cada uno, todo el proceso de producción y la grabación de las escenas. Tendríamos que quedarnos alrededor de tres meses en Nueva York, así que básicamente... Ash y yo nos veríamos todos los días de ahora en adelante.

Así sería aun más difícil llevar este quiebre, porque ni siquiera podría mantenerme alejada de él...

—Es un gusto para mí que comencemos con este nuevo proyecto juntos. Tengo todas mis expectativas puestas en ustedes...

Ash y yo asentimos, disponiéndonos en levantarnos de nuestros asientos. Las piernas me flaquearon debido al impacto de la noticia y lo peor, era que no sabía qué hacer para que no me lastimara tener su presencia rondándome constantemente. Seguían latentes en mis recuerdos, aquellas dolorosas palabras que dijo antes de romper conmigo. 

"Ya no te amo". 

—¿Nos vamos, amor? 

Salí de mis pensamientos cuando la inesperada voz de Ash sonó tan cerca de mí, que cada fibra de mi ser se estremeció. Alcé la mirada hacia él, encontrándolo justo a mi lado y con su mano extendida. 

Entendí rápidamente que él estaba actuando frente a Marshall. Debíamos mostrarnos como la feliz pareja que aparecía ante los medios. Así que, para no levantar sospechas... tuve que fingir como si en realidad estuviese todo bien entre los dos. 

—Claro, cariño —sonreí forzadamente, correspondiendo al gesto. 

La nariz comenzó a arderme, resurgiendo en mí, aquellas enormes ganas de llorar. No pude evitar sentir el impulso de aferrarme a él como en el pasado, volviendo a aquellos tiempos en que no sentía el temor de que me soltara. 

Ash unió nuestros dedos y el simple contacto me erizó piel, causando ese revoloteo en mi estómago. 

—Adiós, señor Lewis —me despedí, ignorando el nudo que se formó en mi garganta. 

—Adiós a los dos —contestó él, antes de que avanzáramos fuera de la oficina con nuestras manos entrelazadas. 

Al cruzar la puerta, enserio deseé muchas cosas.

Una de ellas era que no me soltara...

Pero lo hizo. 

Y aquello me hizo sentir como si fuese una mujer a la que él no volvería a tocar en su vida. 

Su calor se quedó allí, aún acariciando mi piel, demostrándome que seguía teniendo absoluto control en mis emociones. Mi corazón latía desbocado ante su cercanía y su cuerpo cerniéndose sobre mí. Sin embargo, Ash alejó la mirada, colocándose sus gafas oscuras Ray-ban para cubrir sus ojos. 

—No sabíamos que sería usted la actriz que interpretaría el papel de Elizabeth —comentó Oliver, su manager—. Fue una sorpresa verla aquí, señorita Mitchell. 

—Lo fue también para nosotras —contestó Irene por mí. 

Pasé saliva con dificultad, mientras mis latidos se aceleraban dolorosamente dentro de mi pecho ante su rechazo. De un momento a otro pasamos de ser todo, a nada. 

Y ahora había una enorme distancia que nos separaba, marcándose con su indiferencia al tratarme si no fuese la mujer con la que vivió por tantos años. Eso me dolió aún más.

Él estaba estableciendo esa barrera impenetrable que construyó en aquel instante en que decidió terminar con nuestro matrimonio. Yo quería derribarla, pero no podía obligarlo a estar conmigo si ya no me quería. 

Así que no podía hacer nada más que aceptarlo. 

—Te prometo que la separación no interferirá en nuestro trabajo —dije dirigiéndome directamente a él. 

Enserio luché por que mi voz no me fallara, pero aunque lo intenté, igualmente fui traicionada con aquel sonido tembloroso y susurrante que emití. Sin embargo, eso no me detuvo para agregar una última cosa:

—Al finalizar la filmación te prometo tener los papeles de divorcio firmados. Pero por ahora prefiero que sigamos siendo discretos —dictaminé. 

Sentí como su mirada se posaba al fin en mi rostro, viéndome a través de los lentes oscuros. No sabía exactamente que era lo que sentía al escucharme decir aquello... ¿Acaso sentía felicidad por tener la certeza de obtener el divorcio que tanto quería? 

—Bien... —murmuró tensando su mandíbula. 

Esa era una nueva promesa entre los dos... Una que en verdad esperaba que se rompiera. 

—Bueno, ya debemos irnos —soltó Irene, rescatándome de esta incomoda situación—. Adiós. 

Dicho eso, me tomó del brazo y nos metimos dentro del ascensor. No quise levantar la mirada en su dirección, pero un impulso más fuerte que mi razonamiento, hizo que volviera a verlo, manteniendo su mirada fija en mí y yo en él. Y finalmente, las puertas se cerraron. 

Irene me ayudó a mantenerme en pie para no derrumbarme otra vez. 

—Tranquila, Sky... —me abrazó con fuerza y yo correspondí al gesto, aferrándome a ella como si fuese mi salvavidas. 

—¿Cómo puede actuar tan fácilmente como si no le importara? —me quebré, comenzando a derramar cada lágrima contenida. 

—Es un idiota —contestó ella—. Y no te merece. Eso es lo único que tengo claro. 

Yo tenía claro tres cosas desde ahora:

Ash era un grandísimo imbécil.

Esos meses de rodaje serían una pesadilla. 

Y la peor de todas; Aún seguía amándolo con cada fibra de mi ser. 

El divorcio de mis sueños ✔️Where stories live. Discover now