El divorcio de mis sueños ✔️

Capítulo dieciocho

Cada parte dentro de mí, tembló en el momento en que Ash confesó amarme otra vez. 

Y lo único que sus ojos me transmitían, era la desesperación por ser correspondido de la misma forma. 

Pero... ¿Cómo podía pedirme eso cuando pensé que ya todo estaba dicho?

Todo este tiempo luché conmigo misma por sacar a Ash fuera de mí, y ahora con dos simples palabras derribó lo que forjé para protegerme de él. 

Que tonta al creer que podría hacer esto sola...

—Escucha... —su voz seguía siendo inestable y eso me rompía aún más por dentro, porque verlo tan vulnerable, siempre sería una de mis debilidades. —. Me esforzaré... —prometió sin soltarme. —. Haré que esto vuelva a funcionar, y repararé todo el daño que hice. Solo... intenta creer en mí ¿sí? —suplicó. 

Respiré hondo, sintiendo mi nariz arder, mientras las lágrimas seguían cayendo por mis mejillas. La respiración entrecortada de Ash chocaba contra mi rostro, agitándome con su cercanía y con tener sus labios a centímetros de los míos. 

—Por favor no vuelvas a lastimarme —pedí desde el fondo de mi corazón. —. Porque no soportaría que vuelvas a herirme, Ash. Ya no podría... —lloré con más fuerza. 

Si le daba esta oportunidad, sería la última.

—No lo haré, amor...

Sus labios besaron mi frente. Mi cabeza se apoyó sobre su pecho y sentí como desde el otro lado, su corazón latía rápido y fuerte...

Si antes me había costado intentar arrancarlo de mi corazón, ahora sería imposible. Y lo peor, era que no había rastro del Ash indiferente y distante, que me había pedido el divorcio hace tiempo atrás. 

Había recuperado a mi esposo.

—¡Sky y Ash! —nos llamó alguien desde el megáfono a lo lejos. —. Por favor regresen. Debemos continuar con la grabación. 

Mis mejillas húmedas fueron acariciadas por sus dedos, mientras que él mantenía esa mirada brillante, que anunciaba que estaba tan frágil como yo por esto. No había forma de que pudiésemos actuar con normalidad, así que tuvimos que salir del set para recuperarnos y regresar para grabar. 

Cuando volvimos, actuamos como si todo estuviese en orden. Pero en el fondo, mi corazón no dejaba de galopar con fuerza dentro de pecho, reaccionando a todas esas declaraciones y a la promesa de volver a tener a mi lado al hombre que amaba...

Tal confesión, me dejó tan intranquila, que no pude conciliar el sueño por el resto de la noche, ya que sus palabras seguían haciendo eco en mi cabeza, repitiéndose una y otra vez la palabra "Te amo". 

—¿Qué se supone que debo hacer ahora? —le pregunté a Irene, vuelta un lío.

—Debes considerar que estás pisando terreno inestable, Sky. Estos cambios de Ash no son para nada confiables —me apuntó y asentí de acuerdo con ella. —. Él definitivamente sabe como tocar tus puntos débiles.