Ash y Sky, dos reconocidas estrellas de cine, están en medio de un proceso de divorcio.
El desgaste, la distancia, la falta de comunicación y la sospecha de una posible infidelidad, han llevado a Sky a concluir el por qué del desenamoramiento de su...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
—Vamos a comprobar que no haya nada que se pueda interponer en tu camino a un futuro embarazo normal —dijo la doctora, preparando todos los implementos para el ultrasonido.
Respiré hondo, mientras sentía como esparcían la capa del gel sobre la parte baja de mi abdomen y mi corazón bombeaba con fuerza, recordando lo que se sentía pasar por este proceso otra vez. Los nervios que me embargaron me hicieron sudar, podía sentir mis latidos chocando fuertemente contra mi pecho y contuve la respiración.
La maquina comenzó a desplazarse, permitiendo que la doctora observara hacia el ultrasonido.
Miré al techo, sin saber bien qué hacer. Quería ver, pero a la vez no, porque temía decepcionarme por enésima vez al no poder concebir. Y es que... había pasado de desilusión en desilusión, y justo ahora tenía mucho miedo.
—No veo nada... —murmuró, observando fijamente hacia la pantalla y apreté mis ojos con fuerza, mientras mis dedos se cruzaban entre sí.
Por favor... por favor, por favor...
Supliqué internamente con el anhelo de que... al fin pudiese estar embarazada, sin embargo, luego de un rato ella alejó la maquina y se giró hacia mí. Su rostro me decía todo y a la vez nada. Pero entendí el mensaje en ese instante; no estaba embarazada en lo absoluto.
Traté de mostrarme fuerte, sin quebrantar mi temple, pero por dentro sentía nuevamente ese golpe de realidad que me decía que nuevamente había fracasado. Y un nudo enorme se formó en mi garganta.
Lo siguiente que dijo, hizo que mi mirada se cristalizara.
—Sky, la ecografía señala que posees... menos folículos ováricos de los que debería tener una mujer de tu edad —murmuró, quitándose sus anteojos para colgarlos en el cuello de su bata. Sabía perfectamente a lo que se refería y por eso mismo, cada parte de mi tembló por dentro —. Podrías tener problemas de fertilidad que no te permitan concebir un bebé de manera natural —explicó y todas mis esperanzas decayeron en ese momento, rompiéndome por dentro.
Me quedé en silencio, sin saber como responder a ello. Mi mentón tembló debido a la conmoción, sintiendo como mi pecho ardía por dentro, doliendo horriblemente. Y ese ardor se extendió a mi garganta, mis ojos, mi nariz... todo...
—¿Cómo es posible que... no tenga óvulos? s-soy joven y... —las palabras se atascaban en mi garganta, provocando que fuese difícil para mí el hablar correctamente.
—Hay casos en los que la mujer, por varios motivos, puede tener una capacidad ovulatoria menor siendo más joven y, en consecuencia, puede tener problemas para ser madre. —continuó, mientas yo secaba con lentitud la lágrima que se deslizó por mi mejilla. —. Sky, debes tener claro que una baja reserva ovárica no te imposibilitará a quedarte embarazada, sino que hará más complicado el proceso.
