VEINTINUEVE

6.7K 1K 676
                                    


:= Adán =:

Sé que yo le dije que lo hiciera, que era lo mejor, pero no sé dónde me deja que ellos hayan aceptado. Por lo casi nada que los conocía, pero gracias a las dudas que Amanda tenía, creía que se iban a desligar del asunto y así yo podría meterme del todo.

Pero me pongo a pensar en lo que sucederá conmigo; ese bebé ya tiene dos papás esperando por él, no me va a necesitar. Y parece que Amanda se siente mejor con ellos, lo demuestra cando ríe mientras la playa virgen coloca una pera sobre su vientre o cuando él mismo coloca su oído ahí.

El otro chico los observa desde la silla del comedor, bebiendo un vaso de whisky que le di. Sé de primera mano que es jodido observar la felicidad de la persona que te engañó con quien lo hizo. De él esperaba la reacción de irse y no volver, pero parece que estos jóvenes son más maduros de lo que eran en mis tiempos .

Me alegra que Amanda se haya rodeado de gente tan madura y que, aparentemente, la quiere mucho. Ver esta situación, es como poner en perspectiva mi problema con Zoey. Ahí yo soy el engañado, pero aquí puedo ver de primera mano cómo es quién engaña.

No es justificable y quizás no todas las personas son como Amanda, pero pude comprobar que seguía enamorada de Eder y aun así lo engañó. Un desliz garrafal. De esos que crees que no son nada, pero en realidad arruinan tus planes a futuro.

—Es jodido verlos juntos, ¿no? —No me miró, se limitó a beber el último trago y agarrar la botella para volver a servirse.

La casa estaba llena de los chillidos de Lucrecia, que no paraba de mostrarle fotos en su celular de habitaciones para bebés. Ni siquiera sabíamos el sexo, pero ella decía qué se vería bien y qué no.

—No tan jodido como saber que ese bebé puede ser también de él.

Asentí en comprensión. De acuerdo, se levanta la primera sesión del club de cornudos que tienen que tragarse el enojo al ver a su ex con otro.

—Comprendo tu pesar —murmuré estirando la mano para agarrar la botella. Suspiré—. Más de lo que crees.

—No lo entenderías. Tobías era como un hermano para mí y se metió con mi chica.

No estoy seguro de como habría reaccionado si Zoey hubiera elegido a mi hermano o a Jesús para engañarme, es más, hasta le agradezco que fuera con José, ya que él no es nadie importante en mi vida y así solo me dolió una traición.

Pero, de alguna forma, entiendo su dolor, porque una infidelidad se siente similar en todas las personas.

—Iba a casarme —comienzo, observando el líquido en mi vaso—. Para este punto del año, ya estaría unido en matrimonio con la que creía, era el amor de mi vida.

Es difícil enfrentar la realidad y más aún tener que decirlo en voz alta, porque eso lo hace incluso más real de lo que es. Pero no puedo seguir evitando que esa cuestión es otra cosa que hiere mi corazón cada vez que pienso en ello. Teníamos tantos planes que se fueron al desagüe como si no hubieran sido nada.

—¿Qué pasó? —cuestionó con interés. Quizás a sus ojos solo soy otro que se metió con su novia, pero solo nos hemos dado un beso extraño cuando ellos ya no tenían nada de nada.

—Me dejó por mi primo y ahora están comprometidos.

Él resopló y después rio de manera baja, bebiendo el último trago de su vaso. Debería de preocuparme por su rápido consumo, no quiero tener que llevarlo a su casa, en primera porque no sé dónde vive.

—¿Sabes? Amanda aún te ama —murmuré observando como la playa virgen le está enseñando más decoraciones para el cuarto del bebé, y ella solo sonríe.

Te propongo un deslizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora