Abby:
Empuja la pequeña llave dentro del ojo de la cerradura de la puerta de madera y cruje mientras la abre.
Después de un leve forcejeo, se las arregla para abrir la puerta. Cruje de nuevo, el sonido de su abandono es prominente.
—Entra. —Ordena y camino dentro de la oscuridad de la pequeña casa de rancho—. Hay una luz aquí en alguna parte… —divaga, moviéndose fuera de mi vista.
Tenía dificultad para verlo en la oscuridad, vacile para entrar.
—Abigail, dije entra. Vas a enfriarte. —Su voz provino de adelante, pero no podía verlo.
Equilibre el peso de las bolsas de comestibles, no me dejo cargar mis maletas, insistiendo que sólo lo siguiera dentro. Cuando discutí, en desear ayudarlo de alguna manera, finalmente acordó en que llevara las cosas que compramos en Wal-Mart.
—Ahh, aquí esta. —Dice y después la habitación se llena de una descolorida luz amarilla. Frunce el ceño cuando se percata de que aún estoy de pie fuera de la puerta y hace señas para que entre.
Mientras doy un paso dentro, la tabla del piso cruje debajo de mi pie. El Amo Zayn coloco las dos malestas sobre el suelo y luego dio pasos a mí alrededor para cerrar la puerta.
Curiosamente observo mi alrededor, estamos en la diminuta entrada de un pasillo y los muros están empapelados con un clásico estampado de flores, rasgados por los bordes. El piso estaba hecho de madera dura de cerezo, marcas se esparcían por la madera.
—Dame esas, sígueme. —Sujeto los comestibles de mis manos antes de que pudiera protestar y después se volteó y se alejo de mí, no quería revisar si lo seguía. Suspire y después me encamine detrás de él.
El pasillo miniatura nos guiaba a una abierta, pero modesta sala de estar, con un juego de sofás de cuero castaños rodeando una mesa mediana de café. Había una vieja televisión de pantalla plana, la cual lucía no haber sido tocada al menos en una década o más. La casa estaba escalofriantemente silenciosa, excepto por las tablas de madera que crujían mientras las pisábamos.
—La cocina es aquí. —Dice y se gira a la izquierda. La cocina es modesta, pero linda. Parecía bien conservada, aunque podía decir que no había sido usada en años. Había un pequeño horno de microondas encima de la encimera de vinil cerca de la cocina y me atrevo a dar un cuidadoso paso dentro.
Zayn dio un paso a una de las encimeras vacías y saco los comestibles—. Creo que esto aún debería funcionar. —Dice, su voz disminuye mientras se aproxima al refrigerador.
Abriendo la puerta, una ráfaga de viento frío salió y asintió para sí—. Aún lo hace.
—Pongamos estas cosas en su lugar y después puedo darte un tour por este lugar.
Acordé asintiendo con la cabeza silenciosamente y di un paso hacia la encimera donde él colocó todos los comestibles que compramos. No había mucho, no obstante era lo suficiente para mantenernos a ambos bien alimentados durante el fin de semana. Sujete el medio galón de leche de almendras y lo coloque dentro del refrigerador, junto con los cortes de filete.
Mire por encima de mi hombro para encontrar al Amo Zayn colocando la caja de cereal y las bolsas de patatas dentro de una de las gavetas de la despensa vacía.
—Aquí pon eso en la nevera, así se enfriaran más rápido. —Ordeno suavemente, entregándome la botella de dos litros de Coca Cola.
La sujete de sus manos y mientras hacía lo que él dijo, y después camine hacia la encimera de nuevo para recoger todas las bolsas de plástico dentro de una bolsa.
Dos brazos fuertes rodearon mi cintura desde atrás, presionando mi estómago contra el borde de la encimera de vinil.
—Nena, —exhalo en mi oído, paralizándome en ese sitio. Podía sentir a mi corazón latir descontrolado y mie respiración era entrecortada.
Los músculos en mi estómago se contrajeron mientras su mano se movia desde mi cintura y paseaba encima de mi abdomen. Liralmente estoy paralazida por su agarre, atrapada en sus cautivantes brazos.
Presiono sus labios contra mi cuello, aunque no era un beso y solté una débil risa. Sonrió contra mi hombro cuando se percató de que la carne se me ponía de gallina y sus manos apretarono mi cadera.
Soltó una risa cuando me retorcí debajo de su toque y agache mi cabeza, avergonzada. Se aparto muy rápidamente y me sentí algo vacía y expuesta sin su cálido abrazo.
—Ven. Quiero mostrarte las habitacioines. —Dice y después tira de mi mano, jalándome detrás de él. Lo seguí sin resistirme, mi estado estaba demasiado mareado debido a su intoxicante toque. Estaba intoxicada, fuera de su toque y solamente con su toque, y su mano que estaba cerrada alrededor de la mía dispraba electricidad a través de mi cuerpo.
Nos guió a un pequeño pasillo pasando por la sala de estar, donde había cuatro puertas. Una de ellas estaba abierta, mirando dentro, pude ver que era el baño. Me llevo a otra puerta frente al baño y jalo del pomo de la puerta.
Dentro estaba una diminuta cama, tamaño gemela y había algunos juguetes tirados por la habitación. Estoy curiosa a causa de que porqué había un desorden el piso, porque toda la casa parecía abandonada. Sin embargo la cama estaba hecha y las cortinas estaban cerradas.
Antes de que pudiera hacer una pregunta, me saco del dormitorio y apago las luces. La siguiente puerta a la que me llevo era más larga que las otras tres y respiro profundamente, cerrando sus ojos mientras empujaba la puerta para abrirla. Podía decir que había algo que él ocultaba, algo que no me dijo acerca de esta diminuta casa de rancho, y eso me preocupa. Hay una mirada de nostalgia en sus facciones, pero no lo mencione, sólo porque sabía que eso lo enfadaría.
—Este… este es el dormitorio principal. —Su voz salió ronca, débil. Hubo un repentino cambio de humor, algo en sus ojos marrones que no podía descifrar.
Encendió las luces y mire los larededores. Los muros de la habitación estaban cubiertos de los mismos tapices clásicos como el resto de la caa y había una pequeña cama matrimonial en medio de la habitación. Junto a la cama en cada lado estaban mesitas de noche, cada una con una pequeña lámpara sobre ellas.
Había fotografías enmarcadas de una pareja de edad mediana y fruncí el ceño—. ¿Alguien vivía aquí? —Pregunte, condundida. Tenía la impresión de que realmente nadie vivía aquí porque toda la casa lucía intocable, pero estas fotografías me hacían repensarlo.
—No, —Dice con la voz grave.
— ¿Entonces quienes son ellos? —Me acerqué a la mesita de noche donde estaba una de las fotografías y sólo cuando estaba a punto de sujetar la fotografía enmarcada, su mano me detuvo.
—Vamos a ver otra habitación. —Si no estaba equivocada, su voz casi parecía entrelazada con pánico, haciendo que enarcara las cejas en confusión. Si no fuera por eso, habría mantenido mi motivo y esperado a que contestara, pero en lugar de eso, deje que tomara mi mano y me guiara fuera de la habitación.
La habitación a la derecha del domitorio principal estaba cerrada y la puerta era mucho más pequeña que el dormitorio principal. Una vez más, respiro profundamente antes de empujar la puerta y entrando para que vea.
La habitación estaba pintada de un suave color azul, hacía juego con las sábanas de la cama doble. Entré a la habitación y mire al ventilador del techo. Había algo en esta habitación, aunque no podía percibirlo. Algo diferente. No en una forma espeluznante, pero lo suficiente para destacar del resto.
Una pesada alfombra usada estaba colocada sobre el piso en medio de la habitación y di un paso a un lado de la cama.
Fue ahí cuando mis ojos divisaron una pequeña fotografía enmarcada sobre la mesita de noche de madera. Había dos muchachos jóvenes, plenos, ambos con sonrisas inocentes en sus rostros. Obviamente la cara del menor lucía como si estuviera salpicada por salsa de tomate y el dedo del mayor picaba la mejila del pequeño niño. Hermanos, ellos deben ser hermanos.
Cuidadosamente levanté el marco, olvidando todo a mí alrededor y me senté sobre la cama hecha. Algo sobre esta foto era fuerte e intenso, había mucho más significado después del primer vistazo.
Observe al Amo Zayn. Estaba al otro lado de la habitación, su espalda se apoyaba contra el muro, con sus brazos cruzados, mirándome cuidadosamente. Viendo de nuevo a la fotografía, había un persistente sentimiento en mi nuca que estaba perdiéndome de algo por completo.
—Oh Dios mío. —Jadeé, mi voz disminuyó. Con un estallido de intuición, me di cuenta repentinamente—. ¡Eres tú! —Señale al hermano mayor en la fotografía—. Eres tú ¿no?
Se empujo del muro y coloco sus brazos detrás de su espalda. No asintió o respondió mi pregunta, pero podía decir que mi suposición era correcta.
—Pero eso significa ¿qué tienes un hermano menor? ¿Quién? —Antes de que terminara de preguntar, ya me di cuenta de mi propia respuesta a mi pregunta—. Caleb. —Exhale y finalmente asintió.
— ¿Sorprendida? —Su voz era suave, como si rememorara los viejos recuerdos. Sonrió, pero podía decir que fingía.
Baje la foto enmarcada y asentí—. Eso quiere decir… ¿qué esta es tu habitación?
Asintió y suspiro, y después rasco su nuca. Mi cabeza estallaba de preguntas, sin embargo no sabía donde empezar. Decidí empezar con la que parecía más importante para él, la pareja en el dormitorio principal—. Eso significa… ¿qué esos eran tus padres? ¿La pareja en la otra habitación?
—Estoy seguro de que tienes muchas preguntas, —comenzó y sonreí. Me conocía demasiado bien—. Pero ordené pizza que llegara dentro de un rato y después te explicare todo durante la cena. ¿Está bien? —Pregunta, inseguro. Podía sentir que el sentimiento lo envolvía en olas.
Así que a diferencia de él, este hombre antes mí. Era sensible, incapaz de verme a los ojos. Me estaba preguntando sí lo que ordeno para la cena estab bien, se estaba ofreciendo a responder mis preguntas. Este hombre era casi irreconocible para mí y deseaba consolarlo.
Parándome, camine hacia él, cerrando la distancia entre nosotros. Lleve mis manos a su cuello y después sujete su rostro, haciendo contacto visual con él. Lentamente, presioné mis labios contra los suyos.
Me respondió inmediatamente, levantando sus brazos y situando sus manos sobre mi cadera. El beso era lento y podía decir que por cierto había mucho en su mente, estaba distraído.
Apartándome, le mostre una sonrisa tranquilizadora—. Será perfecto.
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—Maldición les tomo demasiado. —Oí al Amo Zayn espetar mientras abría la puerta delantera para pagar por el envió de la pizza.
La mueca de hostilidad que le mostraba al sujeto de la pizza, pero no iba a decir nada. Sabía que no se sentía bien con el peso de la casa de sus padres sobre sus hombros, así que continué en silencio mienras colocaba algunos platos de papel y tazas de plástico sobre la mesita de café en la sala de estar. Cuando termine de colocar las servilletas sobre la mesa, me dirigí de regreso a la cocina para sujetar la botella de Coca Cola de la nevera.
— ¿Abby? —Me llamo cuando no me encontró.
—Ya voy. —Respondí y cerré la puerta de la nevera.
Cuando entre a la sala de estar, el Amo Zayn coloco un brazo alrededor de mí y me jalo para darme un corto beso antes de bajar la caja de pizza de su otrs mano sobre la mesita de café. Puse la botella de Coca Cola también ahí y le quite la tapa. Vertí el líquido en una de las tazas de plástico que coloque antes y me percaté de que Zayn abría la caja de pizza y ponía dos rebanadas de pizza sobre ambos platos.
Cuando todo estuvo colocado, subí al sofá y Zayn se sentó junto a mí, entregándome un plato. Le pase una taza y me agradeció. Cuando le di mi primer mordisco a la rebanada, me observo, nervioso antes de aclarar su garganta—. Entonces ¿qué quieres saber? —Pregunto e hice pausa para tragar.
— ¿Puedo preguntar… lo que sea? —Pregunte prudente. No quería mencionar nada que lo enfadará o lo irritara y me alejara de las respuestas.
—Lo que quieras, no contestaré si no quiero hacerlo.
—Bien, —asentí—. Así que ¿esta es tu casa?
—De mis padres. —Me corrige—. Pero ahora creo que es mía.
— ¿Qué hay de Caleb?
—Él es mi hermano menor. No quiere tomar la responsabilidad de la casa de mis padres, así que yo lo hago.
Le di otro mordisco a la pizza y él tomo un sorbo de su taza—. Tus padres… ¿dónde están? ¿Cómo es que no están aquí, si esta es su casa?
Se tenso e inmediatamente me arrepentí de hacerle esta pregunta, debí esperar hasta que hubiera obtenido otras respuestas de él.
Pero por lo poco que lo conocía, quería confiar en alguien más que en nadie—. No lo sé. —Respondió sincero.
— ¿Qué quieres decir? —Escogí mis palabras con cuidado.
—Como lo oyes, en realidad no sé donde están. —Dice tranquilamente.
— ¿Ellos los abandonaron? —Pregunte, preocupada.
—No. —Dijo a la defensiva—. Por supuesto que no, nos amaban a los dos.
Todavía estaba muy confundida, así que deje que siguiera explicando.
—Mis padres… de alguna manera, eran como tú. Fueron secuestrados dentro de la esclavitud. Vendidos.
Inspiré, sorprendida—. ¿Qué? ¿De veras? ¿Qué les paso a ustedes dos? ¿Cómo ocurrió?
Soltó una risa sombría y puso su plato encima de la mesita de café—. Una pregunta a la vez, nena. —Exhalo y después continuó—. Vinieron en medio de la noche. Aunque no recuerdo mucho. Tenía quince esa vez y Caleb tenía doce.
—Estaba dormido en mi habitación y recuerdo despertar a causa de mucho ruido. Había griterío, chillidos y podría oír a mi madre llorar. —Zayn aparto la mirada, no veía mis ojos. Su voz estaba llena de verdadera emoción y entonces deje que continuara—. Le suplicaba a ellos, esos hombres, que nos dejaran solos. Recuerdo que salí de mi habitación y di un vistazo a la sala, asegurándome de que ellos no pudieran verme.
Hizo una pausa larga, como si tuviera problemas para seguir hablando—. Mi padre, estaba sobre el piso, inconsciente, una de los hombres ataba sus manos detrás de su espalda. Mamá estaba de rodillas, suplicando que se detuvieran, ofreciéndoles el poco dinero que teníamos… y después otro hombre le dio un golpe, noqueándola también.
La voz del Amo Zayn estaba impregnada de pena y sus ojos estaban rojos. Su mano hacía un puño, sus nudillos se ponían blancos—. Y después se fueron.
—Lo sien- —empezó, pero me interrumpió.
—Y no hice nada. No podía decir nada. No podía ayudarlos. Si lo hacía, entonces tal vez ellos-
—No Señor. No se culpe. Esto no es. Su cul-
—Pero lo es Abby. Es mi culpa. Debí haber hecho algo, intentar más. De cualquier forma ¿no quieres saber que paso después? —Inquiere y asiento.
—La mañana siguiente, desperté sobre el piso del pasillo, por un segundo pensé que era un sueño. Pero cuando la toda la casa estaba vacía excepto de mi hermano durmiendo… sabía que era cierto.
—Cuando él despertó, le mentí. Le mentí cada día, porque él me preguntaba por ellos cada día. Destestaba mentirle, odio jodidamente eso.
—Finalmente nos quedamos sin comida. Y tuve que descubrir algo para ser capaz de alimentarnos, para alimentar a mi hermano. Así que salí y me asegure de que mi hermano no dejara la casa. La mayoría del tiempo salía de noche, cuando él dormía, así él no se preocuparía. Me las arregle para tomar algunas de nuestras posesiones e intercambiarlas por comida en el mercado negro. Me aseguré de que él no pasara hambre, no mientras yo podía hacer algo respecto a eso. Así que hice lo mejor que puede hacer alguien de quince años. —Hizo una pausa, mirándome—. Abigail, dejaste de comer. Por favor come. —Empujo el plato de pizza hacia mí.
Estoy sorprendida por su uso del “por favor”, pero ¿cuándo no lo estaba esta noche? Esta noche estaba llena de sorpresas y de secretos descubiertos, así que obedientemente empecé a comer de nuevo y mi mente giraba en torno a un pobre niño que perdió su inocencia a la edad de quince años—. Continué Señor.
Suspiro, sin embargo después asintió—. Aunque podría haber pasado como uno de dieciocho años, todavía me aseguraba de ser cuidadoso. Pero entonces, había alguien que noto que algo estaba mal en mí.
—Era un hombre de edad mediana, quizá incluso la misma edad que mi padre tendría. Iba al mercado negro cada día y mandaba en todo, así que naturalmente se percataba de todo el mundo que iba y venía, y notó que siempre estaba ahí, intercambiando todo lo que podía encontrar, por sencillas cantidades de comida. Supongo que estaba bastante desesperado y tomaba ventaja muchas veces y no entregaba el valor de lo que me intercambiaban en comida y necesidades.
— ¿Quién era ese hombre?
Zayn:
— ¡Oye, tú! —Una voz me llamo por detrás y me tense. Sólo acababa de obtener un par de vegetales y una bolsa de pan de Karen, la dulce mujer vieja que siempre me daba un poco de comida extra que por la que pagaba.
Ignore la voz, fingiendo que no la oí. No quería atención no deseada, necesitaba permanecer entre la multitud y sólo actuar como todos los demás. Me gire para salir del edificio abandonado que ellos usaban como mercado negro, porque necesitaba ir a casa con Caleb, ya era casi el amanecer.
Una mano sujeto mi hombro, volteándome y me tensé de nuevo. Traté de actuar despreocupado acerca de su agarre sobre mí, pero por dentro estaba aterrorizado.
—Pensé que tal vez quieres algo de carne, carne de verdad. —Dice y después coloca una bandeja de filete de res en mi mano. Lo observo prudentemente, escéptico.
—No te preocupes niño. No lo envenené o nada. —Gruñe y sonrie—. Ahora ve, disfrútalo.
No podía creerle a mis oídos y la siguiente cosa que supe, era que coloque mis brazos alrededor de aquel hombre en un rápido abrazo. Agradeciéndole, corrí a prisa por el camino que me guiaba a mi apartada casa, de regreso a Caleb, sonriendo de oreja a oreja con la delicadeza que me las arregle para adquirir.
Cuando desperté a Caleb esa mañana con un inmenso desayuno que preparé, junto con filetes de res, él estaba muy eufórico. Desde ese día supe que siempre quería llevarle carne de verdad, no sólo vegetales y patatas y cualquier mierda que puediera encontrar.
Pronto, lo que vino como un milagro de vida, pasaba cada día. Iba al mercado y el hombre me veía, me saludaba, me preguntaba que hacía y me daba algo de comida. Antes de que me percatara de lo que sucedía, me hice dependiente de él, supongo que se convirtió en una especie de segundo padre.
— ¿Qué dices acerca de acompañarme por un rato Zayn? —Me pregunto un día, justamente mientras llegaba al mercado negro—. A mi casa.
Estaba tentado, pero no sabía si debería confiar o no en él—. No lo creo, Señor… —Rechacé amablemente. Además, tenía que regresar con Caleb.
—Dime Max, mi nombre es Max Sykes. —Dijo y después sonrió—. Descuida, no voy a lastimarte. Sólo quiero ofrecerte algún postre o algo, pareces un buen chico que necesita ser complacido.
Mordí mi labio, dudando—. Bien. Sin embargo tengo que irme antes del amanecer.
Palmeó mi espalda y después me llevo a su auto.
Después de un rápido paseo, entro a un camino que daba la entrada a una inmensa mansión, más grande que de lo que había visto nunca. Lo seguí dentro, escéptico, pero él me calmo con una sonrisa.
Esas dos horas que estuve fueron las más elegantes dos horas que tuve en mi vida. Tenía sirivientes que me daban comida, postres y dsifrutaba de mi tiempo ahí. No obstante esas dos horas fueron cortas y el amanecer estaba cerca, y tenía que regresar e ir con Caleb.
Caleb. Pensé en él con culpa. Él habría querido algo de postre. Antes de darme un segundo para considerarlo, le pregunte a Max si podía llevar un poco a casa conmigo y él estuvo de acuerdo de inmediato.
Termino dejándome en la parte trasera del mercado negro, porque aún no confiaba lo suficiente en él para que me llevara a casa y entonces tome la caminata de media hora a la casa con una bolsa de dulces en mi mano.
Cuando abrí la puerta Caleb corrió desde la sala de estar hacia mí, con los ojos llenos de preocupación—. ¡Creí que desapareciste! ¿A dónde fuiste?
No replique, en lugar de eso, le entregue la bolsa de dulces y después me dirigí a mi habitación para dormir las horas que no lo hice.
Su mandíbula cayó cuando descubrió lo que estaba dentro y me perdono. Sabía que lo haría.
Se convirtió en una rutina para nostros, Max y yo, el hombre me llevaba a su mansión, me alimentaba y regresaba a casa con comida para Caleb. Al principio creí que era sospechoso, pero entonces me percaté de que el hombre era una de esas raras almas a quienes les importaba genuinamente acerca de aquellos a su alrededor y entonces no tenía más un problema con eso.
—Zayn, hijo, creo que debes mudarte. Vivir aquí. Ya me considero como tu padre, sabes. Tengo un hijo de tu edad y creo que ustedes dos se llevarían muy bien. —Nunca supe que él tenía un hijo, probablemente porque sólo estaba aqúi en horas de la noche, hasta antes que el sol saliera y él siempre estab dormido.
—No lo sé Max. No quiero que te sientas obligado a-
Bufa—. Zayn, ya te alimento y te traigo aquí para que lo pases bien. Que vivas aquí no hará ninguna diferencia para mí. Creo que te gustara aquí.
Vacile de nuevo. Si tan sólo fuera yo, solo, habría aceptado en un parpadeo. La única cosa que me retenía, la única cosa que me mantenía de estar de acuerdo con Max era Caleb. Y Max no sabía sobre Caleb, porque nunca se lo dije. Estaba seguro de que él sabía que había alguien conmigo, pero él no era entrometido y apreciaba eso de él.
—Puedes traer a quien tú quieras aquí, contigo. No es la gran cosa. —Dice y entorno mis ojos, con sospecha.
—No tengo a nadie conmigo. Estoy solo. —Miento. No puedo dejar que él descubra a Caleb, no quiero que nadie lo sepa. No quiero que Caleb sea víctima de un error que elegí hacer.
—De acuerdo Zayn. Entonces sólo piénsalo. Mantenlo en la parte trasera de tu cabeza. Siempre serás bienvenido para aceptar mi oferta.
Asentí y cruce mis brazos—. Es casi el amanecer ¿puedes llevarme de regreso, ahora?
Después de casi un año de él tratando de convencerme constantemente. Me sorprendí a mi mismo aceptando—. Tienes razón Max. Pero déjame pensarlo ¿sí?
Fui a casa ese día y me acerque a Caleb—. Caleb, yo… necesito hacer algo durante el día. Tengo que encontrar un trabajo ¿sabes? Así puedo traer comida a casa. No puedo seguir vendiendo nuestras cosas.
No dijo nada, quería que continuara.
— ¿Estás bien con eso?
Suspiro—. En realidad no tenemos opción ¿o sí?
Negué con la cabeza, frunciendo el ceño—. Juro que regresare con comida cada noche.
Por lo poco que sabía, esa promesa fue más fácil decirla que cumplirla.
--
Abby:
Desde que le hice esa pregunta, me explico todo, con la mirada distante, como si estuviera retrocediendo en el tiempo. No lo interrumpí, sin embargo moría por hacerle uan pregunta desde que menciono el nombre del hombre que lo ayudo.
—Dijiste que su nombre era Max ¿Max Sykes? —Pregunte, el nombre me sonaba.
—Sí, —asintió Zayn y después me jalo hacia su regazo. Me relajé en sus brazos y después sentí sus labios en mi cabello.
—Eso significa que… Sykes… Nathan Sykes es-
—Sí. Él es el hijo.
—Mierda santa, —maldigo—, ¿cómo un sujeto tan bueno tiene un hijo tan horrible?
Sonríe y toma mis manos entre las suyas—. Celos. —Afirmo sencillo—. Los celos son una cosa maligna, puede corromperte, horriblemente. Creo que Nathan me vio como el reemplazo de hijo para su padre. Sentía que tome su lugar debajo del ala de su padre y me convertí en el mejor hijo de Max. Él estaba horriblemente celoso.
—Entonces ¿qué ocurrió con Caleb?
—Regresaba a casa cada noche, a veces una que otra noche cuando no podía hacerlo tan seguido. Me sentí culpable respecto a eso, pero era la única manera con la cual podía protegerlo y asegurarme de que tuviera comida sobre la mesa.
— ¿Qué sucedió después? —Pregunte y jugué con su pulgar.
—Max… Max era un hombre muy rico, sabes. A pocos días después de mi cumpleaños número dieciocho, este hombre, mi segundo padre, murió. Fue envenenado. —Respondió gravemente.
— ¿Qué? ¿¿Envenenado?? ¿Quién lo hizo? —Cuestione, sobresaltada.
—A los investigadores no les importo lo suficiente para descubrirlo. Pero creo que todos sabíamos quien era.
— ¿Nathan?
Zayn asintió—. Él acumulo bastante odio por mí y por su padre, y creo que creyó que la única manera de quitarme del camino era deshacerse se su padre. Así que lo hizo.
—Eso es horrible, —digo suavemente, apretando su mano.
—Sí, lo fue. Pero había esta cuestión. Mex cambió su voluntad después de conocerme y que me llevara bajo su cuidado.
—Espera ¿dejo dinero para ti? —Pregunte, sorprendida—. ¿En serio?
—Una gran cantidad de dinero. Y mi mansión y también una carta.
— ¿Una carta? ¿Qué decía?
Sonríe de nuevo, una sonrisa diminuta, reminiscente—. La escribió para mí. Decía que dejo una enorme cantidad de dinero para mí para que fuera capaz de cuidar de mí mismo. Y dijo y citó “también te deje una cantidad específica para que uses en esa persona que estuviste ocultando de mí todo el tiempo que te conocí. Desearía saber quien eso y que hubieras confiado en mí lo suficiente para informarme, pero entiendo que tengas buenas intenciones. Por favor dale ese dinero a esa persona a tu cargo y el resto es tuyo. Estoy contento de haber sido un padre para ti y sé que siempre serás más que un hijo para mí. Eres de mi sangre y te deseo lo mejor”.
Es maravilloso comoa él memorizo esas líneas y pensando en eso, él debió haberlas leído una y otra vez. Un adolescente que creció demasiado rápido, una carta en sus manos, de su segundo padre que perdió en el lapso de tres años.
Un silencio cayó entre nosotros, cada uno de nosotros estaba absorto en nuestros propios pensamientos. Lloré por la versión más joven de aquel hombre que tenía sus brazos alrededor de mí, aquel que podría haber sido feliz, normal y no tan furioso y controlador como es ahora. Aquel que podría haber crecido con dos padres, un hermano y una vida rural decente y tranquila.
Pero todo eso fue despojado de él cuando perdió a sus primeros padres y después descubrió que su segundo padre fue asesinado.
— ¿Crees que aún ellos estén vivos? —Pregunté de pronto, saliendo de mis pensamientos.
— ¿Quiénes? —Replica confundido.
— ¿Tus padres?
—No. —Su voz es solemne y agotada—. Las muertes de los esclavos no son importantes, sin embargo oí que ellos no duraron mucho en la esclavitud.
—Oh, —trago saliva, arrepentida de haberle preguntado eso—. Lo siento, Señor. Lo siento mucho. Es horrible lo que le hicieron.
Me volteé así me sentaba a horcajadas sobre él y repose mi cabeza contra su pecho y coloque mis brazos alrededor de su torso—. Pero tú pasaste por lo mismo. —Dice con un hilo de voz.
—No exactamente, pero casi. —Cierro los ojos—. No obstante al menos tenía a un adulto que cuidaba de mí. Mi tío se las arreglaba para Sebastian y para mí. No teníamos problemas para encontrar comida, mi tío lo hacía.
Continuando suspire—. Pero tú, tú tenías quice y tenías que cuidar de tu hermano de doce y de ti. Ese es un peso inimaginable sobre tus hombros.
—En realidad no se puede ir por la vida sin sufrir ¿o sí? —Pregunto retóricamente—. La vida nos jode a todos.
No podía evitar estar de acuerdo.
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Guarde el resto de la pizza en la nevera y después apague las luces de la cocina y me encamine de regreso a la diminuta sala de estar con sofás de cuero café.
— ¿Dónde quieres dormir Abby?
Me encogí de hombros—. Donde sea esta bien para mí.
Zayn vacilo antes de hablar otra vez. Estuvo haciendo eso toda la noche. Eso es tan diferente en él, pero no puedo tener lo suficiente—. ¿Podemos apretarnos en mi cama?
Sabía que el no se atrevaría a pensar en dormir en la cama de sus padres difuntos y las únicas opciones eran su cama, la de Caleb o el sofá—. Entonces será tu cama.
Zayn me entrego sábanas nuevas de uno de los armarios de ropa y quite la ropa de cama de su colchón porque estaba polvorienta a causa de no haber sido usada y la reemplace con las que estaban guardadas. Una vez que arrope todos los lados, Zayn camino dentro de la habitación con nuestras dos bolsas, mi bolsa de lana y su maleta de viaje.
No lo pensé dos veces antes de sacarme los pantalones vaqueros y quitarme mi suéter verde y me agaché para abrir la bolsa de lana llena de mi ropa. Cuando levante la mirada, Zayn me observaba, con los ojos muy abiertos, con la mandíbula ligeramente abierta.
— ¿Qué? —Pregunte, de pronto avergonzada y saque una camisa para cubrir mi brasier y mis bragas.
Sus ojos se oscurecieron con lujuria, su comportamiento era siniestro y tentador. Rápidamente saque una camiseta extra grande pasándola por mi cabeza, manteniendo mis ojos apartados de su mirada.
Cuando se sentó sobre la cama, me volteé así mi espalda daba con él y me deslice fuera de mi brasier por debajo de mi camiseta y la meti dentro de mi bolsa.
—Apaga las luces nena.
Hice lo que decía y apagué las luces. Como costumbre, cerré la puerta del dormitorio y me encamine de regreso a la cama. Es una cama pequeña, sólo de tamaño doble y la única manera de que los dos podamos encajar en ella era si el Amo Zayn me sujetaba y eso fue exactamente lo que ocurrió. Sus brazos me envolvieron, llevando mi espalda contra su pecho y hundió su cara en mi cuello. Podía sentir su aliento tibio golpear mi piel cada vez que él exhalaba y me tomo un rato ser capaz de controlar mis pensamientos apresurados debido a toda la información que me dijeron esta noche.
Pero muy pronto, la inconsciencia me abrazó y dormí rápido, soñando con el adolescente joven que fue despojado de su inocencia muy pronto.
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Perrie:
Gire a mi otro costado y cerré mis ojos de nuevo. Estuve haciendo estoy durante la hora pasada, cambiando de lado y esponjando almohadas, sin embargo el sueño no llegaba.
Solté un suspiro frustrado y me permití hundirme en mis pensamientos. Mucha mierda ocurrió y no sabía que hacer con todo eso. Sabía que no era culpa de Harry por lo que sucedió la noche anterior después de la fiesta, ambos estábamos demasiado ebrios para saberlo mejor.
No obstante en realidad me asustaba que no me arrepintiera ni la mitad de lo que debería, haciéndome arrepentir incluso más. ¿Siquiera eso tenía sentido? Probablemente no, pero tampoco mis pensamientos tenían ningún sentido.
Sólo estaba aterrorizada de hablar con él, ver su reacción. Quería que no pensara nada, sin embargo al mismo tiempo, quería que fuera más que sólo una acción cometida entre dos personas altamente intoxicadas.
Así que me escondí en mi habitación todo el día y no salí. Después de que él me hizo el desayuno, lo cual pensé que era muy dulce de su parte, pase el resto del día convirtiéndome en una pasa, remojándome en agua caliente del Jacuzzi para calmar mi adolorido cuerpo y nublar mis pensamientos.
Gimo con furia de nuevo y después me muevo a mi costado derecho. No había punto en siquiera intentar dormir, no iba a pasar. Entonces ¿por qué intentar?
Justamente antes de que pudiera tomar la decisión de salir de la cama y dirigirme al gimnasio, mis oídos se agudizaron con el sonido de un suave golpeteo en mi puerta.
Mientras me sentaba, mis ojos se centraron en la figura que se metía en mi habitación, una silueta oscura con rizos se adentraba en la oscuridad—. ¿Perrie?
No respondí, en lugar de eso, me congele. No sabía que decir, o hacer.
—Sólo vine aquí para asegurarme de que eres capaz de dormir.
Mi corazón se derritió con sus palabras, a pesar de que estuve evitándolo todo el día, al final de la noche, él se asegura de que no tenga problemas para dormir—. Gracias. —Susurro en voz baja, tan baja que no estoy siquiera segura de que él escuchó.
—Solamente recuesta tu cabeza y cierra los ojos. —Dice calmadamente, entrando por completo en mi habitación y cerrando la puerta detrás de él, lentamente—. No te preocupes por mí, sólo estaré aquí hasta que te duermas. —Se movió a la esquina de mi habitación y se apoyo contra el muro. Estoy sorprendida, pero acalorada por su pequeño gesto considerado, pero completamente agradecida.
Después de darle una mirada dudosa, hice lo que decía. Recosté mi cabeza sobre mi almohada y cerré los ojos. Su presencia era tranquilizadora no sabía si había algo en él que me relajaba y me calmaba.
Me sobresalté cuando estornudo y se disculpo de inmediato. Sólo asentí y cerré de nuevo mis ojos, tratando en concentrarme en caer inconsciente como quería.
Pronto, con el simple conocimiento de su presencia en mi habitación, mi cuerpo se relajo y mis pensamientos se hundieron, y en pocos minutos sucumbí en un sueño profundo y necesario.
© izzysaphira
Casi llore mientras traducía el capítulo, Zayn... es un GRAN hermano mayor. Yo habría hecho lo mismo, Max es un AMOR de gente y Nathan es una M13#D@... lo siento por la grosería.
¡¡¡SON LAS MEJORES!!!
PD: Son más de las dos de la mañana acá... no imaginé que tardaría tanto al traducir este capítulo.
PD2: ¿Alguna frase que sea su favorita? La mía es: Sonríe hoy, quizá mañana no puedas hacerlo.
PD3: Quizá el siguiente martes no suba capítulo... estaré de vacaciones, pero haré lo posible por hacerlo.
PD4: Los comentarios FABOLOUIS; GENIALL, PHENOMELIAM, EXTRAORDINHARRY y AMAZAYN, van a mi lista de dedicatorias c:
Dedicado a: @XxNiiazKilamxX Yasni morí con el emoticon que pusiste en tu comentario donde dices que la voz de Harry le gana todas e.e