Abby:
Grité, horrorizada por la escena ante mí.
Harry estaba recostado sobre su estómago encima de la cama de pacientes, su espalda sangraba y estaba herida, su piel estaba en carne viva. La evidencia de los azotes estaba escrita en toda su espalda.
— ¡Harry! —grité, corriendo a toda prisa a su lado, sujetando su mano con la mía—. ¿Estás bien? Por favor dime que estás bien ¿sí? Mierda, oh Dios mío, todo esto es mi-
Harry apretó mi mano para calmarme, sus cejas se arrugaron con dolor—. Estoy bien.
Sentí lágrimas llenar mis ojos, la culpa abrumaba cada emoción y los pensamientos que experimentaba—. Lo siento mucho. Lo siento Harry. Disculpa.
Harry apretó mi mano de nuevo, forzando una pequeña sonrisa en sus labios antes de que hiciera una mueca de nuevo—. Está bien, no es tan malo como parece.
Me agaché sobre la cama—. ¿No está tan mal? ¿De qué estás hablando Harry? ¡Toda tu espalda está con heridas y sangrando!
Y después, mientras rozaba mi mano contra su sudorosa frente, me percaté de que Zayn me mintió.
Rompió una promesa.
E iba a confrontarlo por esto.
Harry:
—No te preocupes Abby. Estuve en peores situaciones —mentí. Miedo, preocupación y culpa eran visibles en sus ojos y la última cosa que quería era que ella se sintiera culpable por esto.
—Esto es mi culpa. Lo lamento —susurró, una lágrima caía de su ojo.
Aproximé mi mano a su rostro, secando la lágrima—. Oye, no llores. No es lindo cuando lloras.
Eso sólo provoco que brotarán más lágrimas y mantuvo mi mano en su cara, besando la punta de mis dedos—. Lo lamento mucho Harry.
Cerré mis ojos, para evitar que ella notara el dolor en mis ojos—. Abby ¿puedes hacerme un favor realmente rápido? —pregunté.
—Lo que sea.
—En el gabinete de ahí, hay un botella que dice Ibuprofeno. ¿Me la pasas por favor?
Rápidamente abrió el gabinete, buscando la botella de píldoras.
—Pásame dos —pedí y quitó la tapa y saco las diminutas píldoras rojas.
Las colocó en mi mano y se volteó, sujetando uno de esos pequeños vasos Dixie de papel, llenándolo con agua del lavabo.
—Ten.
Sujete el vaso con gratitud, tragando los analgésicos rápidamente y los acompañé con agua.
— ¿Me darías más agua por favor?
Mientras ella caminaba hacia el lavabo para rellenar mi vaso, la puerta se abrió y giré mi cabeza para ver quién era.
Liam se paralizó cuando vio a Abby en la habitación y después negó con la cabeza—. ¡Abigail! ¿No le diste ya suficientes problemas?
Ella se congeló, con la culpa clara en sus coloridos ojos.
—Vete. Antes de que Zayn los encuentre a los dos aquí. ¡Vete! —Liam la ahuyentó fuera de la habitación y cerré los ojos nuevamente, dejando salir un respiro agitado—. Liam.
Era más y más difícil concentrarse, y mis párpados cayeron. Una ola de sueño me abrumó y después los cerré, bloqueando la luz de la habitación.
La última cosa que oí fue la puerta abriéndose y cerrándose, y la oscuridad me abrazó, ofreciéndole algo de alivio al dolor.
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Abby:
Rápidamente hice mi camino de regreso a mi habitación, cuidadosa de no ser atrapada en los pasillos.
Fue después de comer el almuerzo y de que terminé mis deberes cuando fui al hospital para buscar a Harry debido a que no lo vi en el almuerzo. Y encontré a un Harry herido y andrajoso, evidencia del trabajo del látigo.
Abrí mi puerta de un tirón con furia y entre a mi baño.
Zayn me mintió. Y estaba fastidiada.
Rápidamente removí mi ropa, decidiendo que una ducha sería la mejor opción para enfriarme. No podía quitar de mi cabeza la imagen de la espalda herida de Harry y solamente me provocó más lágrimas de frustración.
Ladeé mi cabeza en la ducha, dejando que la fría agua fluyera. Di un paso debajo del chorro de agua, temblando mientras la fría agua salpicaba y calmaba mi febril piel.
Después de haber aseado completamente mi cabello y cuerpo, salí de la ducha, envolviendo una toalla alrededor de mi cuerpo.
Me puse de pie en frente del espejo, contemplando a mi reluciente ser en silencio, absorbida en mis pensamientos.
Apliqué un delineador de un color claro en la parte inferior de ojo y después me dirigí a mi armario para sacar algo de vestir.
Pase a través de todas las prendas de vestir en mi armario, frunciendo el ceño.
El lado que estaba lleno de lencería permaneció intocable desde la primera vez que use una pieza y mordí mi labio, recordando.
Después de varios momentos de contemplación, decidí vestir alguna lencería para sólo por el gusto de hacerlo, en la privacidad de mi propia habitación. Funcionaría como una distracción perfecta para mí.
¿Por qué una costosa tela de encaje se desperdiciaría?
Escogí un corsé de encaje negro y un conjunto que hiciera juego, colocándolo encima del mostrador para inspeccionarlo. La etiqueta aún estaba ahí, un rápido vistazo me dijo que era de Agent Provocateur.
La acerqué a mí y me miré en el espejo, esbozando una pequeña sonrisa en mis labios.
En efecto esto iba a ser una distracción para alejar mi mente de las cosas. Perfecto.
Me deshice de la toalla, tirándola a un lado y rápidamente entré dentro de la ropa interior de encaje, subiéndola y admirándola mientras abrazaba mis caderas sensualmente.
Mientras deslizaba el corsé, oí un fuerte golpeteo, seguido inmediatamente de pasos. Salté sorprendida, asomando mi cabeza fuera del baño simplemente para ver caminando a Zayn hacia mi baño.
—¡Me asustó! —lo regañé.
Me observó curioso y baje la mirada, ruborizándome mientras intentaba cubrirme.
—¿Necesitas ayuda con la cremallera?
No espero a que respondiera, acercándose a mí y volteándome así mi espalda lo encaraba.
Sentí sus dedos sujetar la cremallera y coloco su mano libre sobre mi hombro entretanto lo cerraba—. Ahí. —Me giró para que lo encarara, y sonrió—. ¿Debo preguntar por qué decidiste de repente vestir esto?
Me encogí de hombros levemente—. Estaba aburrida. Y no creo que lencería tan cara deba echarse a perder.
No hizo ningún intento en ocultad que estaba observándome por completo, indagando mi piel desnuda y mi diminuta ropa—. Bueno, te queda muy bien. —Complementó—. El encaje negro hace juego con tu piel.
Me sonrojé, bajando la mirada y sentí que se aproximó un paso a mí. Deslizó sus brazos encima de mí, colocando sus manos sobre mi cintura y me apegó hacia él.
Me tensé y me aparté—. Me mintió.
—¿Disculpa?
—Me mintió —aclaré mi garganta, hablando fuerte.
Sus cejas se arrugaron en confusión—. ¿De qué hablas Abigail?
—¡Me prometió que no lo golpearías! ¿Cómo pudo? —Un nudo se formaba en mi garganta, causado por el aplastante sentimiento de traición de mi confianza por parte de Zayn y culpa por lo que sucedió con Harry.
Permanecí en silencio un momento que pareció eterno y cruzó sus brazos—. Fue muy bien advertido de las consecuencias que enfrentaría cuando me desobedeciera.
—¡Esto no es sobre él! —vociferé, las lágrimas llenaban mis ojos—. ¡Esto es sobre usted rompiendo la promesa que me hizo! —Lo vi fijamente y sólo me regresó la mirada con más desdén.
Continué—. Debería castigarme a mí ¡no a él! ¡No tiene nada que ver con esto!
Negó con la cabeza—. No, le dije claramente que no podía verte. Me desobedeció. Nunca te dije lo mismo a ti, así que no.
Crucé mis brazos—. Pero-
—Pero ahora te lo estoy diciendo, si alguna vez los encuentro a los dos solos de nuevo, enfrentarán las consecuencias de sus acciones. Puedes entender eso como una advertencia.
Mi mandíbula cayó y parpadeé, sorprendida—. ¿Está amenazándome?
—Puedes considerar como sea lo que te dije, pero te advertí.
Lo mire incrédula—. Es un imbécil.
Alzó una ceja—. ¿Disculpa?
—Me oyó.
Una maliciosa sonrisa se asomaba por sus labios mientras se aproximaba a mí y mordió su labio—. Un imbécil ¿dijiste?
Lo mire cautelosamente, con la malicia en sus ojos chocolate—. No se atrev-
Enroscó su brazos a mi alrededor, levantándome y tirándome sobre la cama—. ¡Oiga! —protesté.
— ¿Dijiste un imbécil? ¡Te mostraré a un imbécil! —Soltó una risa y después sus manos bajaron por mi piel, haciéndome cosquillas.
— ¡No! ¡No! ¡Pare! N-n-no quiero ¡deje de hacerme cosquillas! —Rompí en carcajadas, tratando de apartar sus manos que me hacían las cosquillas.
Me giré mientras me aplastaba contra la cama y me hacía cosquillas, tenía dificultades para apartarme de su agarre—. ¡Basta! ¡Basta! —grité entre risas
Él simplemente rió más—. ¿Dijiste que querías más? ¡De acuerdo!
Mientras colocaba su mano contra la mía, sujeté sus muñecas, manteniéndolas lejos de mí—. No, no ¡por favor! ¡No más!
Se detuvo, sonriéndome. Fue sólo ahí cuando de pronto me percaté de que la rodilla de Zayn estaba entre mis muslos, su pecho contra el mío y cuán cerca estaban sus labios.
Contuve el aliento y sentí a mi corazón detenerse—. Amo...
Y después llevó sus labios hacia los míos.
Eran dulces, besos suaves, sus manos vagaban por mi cuerpo todo el tiempo. Retorcí mis labios con los suyos, disfrutando de su sabor masculino. La sensual barba que brotaba de sus mejillas me hacía cosquillas en la cara y no pude evitar sonreír durante el beso.
—Di que lo sientes. —Sonrió en el beso.
Me aparte, confusa—. ¿Por qué?
—Por llamarme imbécil, —dijo sencillo y presionó sus labios contra los míos una vez más.
Me aparté de nuevo—. Él único que se supone debe disculparse aquí es usted.
—No. —Dijo tenazmente, pasando una mano bajo mi estómago, trazando una curva en mi cintura.
—No sea tan fastidioso. Solo discúlpese. Con Harry y conmigo.
Se congeló, alejándose de mí y sentándose a un lado. Entrecerró los ojos—. ¿Cómo lo supiste?
—Las palabras viajan rápido Amo. —Lo mire.
Tenía la vista fija en la distancia, jugaba con la una de su dedo—. Veo que con todo el tiempo que estuviste aquí, todavía no aprendiste dos cosas muy importantes.
Lo observé mientras me recostaba en la cama, sin molestarme en sentarme—. ¿Y cuáles serían esas?
—Uno, —empezó—, es que nunca, repito, nunca, me arrepiento de lo que hago. No me disculpo y no me importa. Sí no estás feliz con eso, es tu problema.
Espere a que continuara.
—Y dos, todos aquí siguen mis reglas, o habrá consecuencias. Es muy simple. ¿Entendido?
Asentí a regañadientes, permaneciendo en silencio.
Se incorporó de mi cama—. Bien. —Se inclino, presionando un beso sobre mis labios—. Te veré en la cena en algunas horas, vístete apropiadamente y no me gusta esto. —Un dedo se engancho alrededor de la tela de mi ropa interior, tirando de ella. Me sonrojé, apartando la mirada.
Cuando el salió fuera de la habitación y cerró la puerta detrás de él, observé a la almohada junto a mí.
— ¡Imbécil estúpido! —grité, tirando con ira la almohada al otro lado de la habitación y golpeando el vaso de cristal con agua contra el piso, que tenía a un lado de la cama.
El agua se derramó sobre el piso, salpicando todo. Me levanté, sujeté la toalla y me acerqué para limpiar el desastre.
Imbécil estúpido.
Créditos a: @izzysaphira
Al final no hubo tanto drama como supuse que habría... Pero Zayn no quiere más Habby, eso es seguro.
Pregunta: Habby desaparecera ¿si o no?
U'R THE BEST!!!
PD: Jejeje en el capítulo que era una broma recibí ciertas amenazas XD me alegra tener mis amuletos anti-Elmo, Barney y todas esas cosas con las que me amenazen e.e
Dedicado a: @inlovewithlouuu c: