La camioneta golpeó un bache y fui lanzada al otro lado de la caja en la que había sido encerrada. Me quejé debido al dolor, pero mi sollozo fue ahogado.
No podía ver nada, me habían vendado los ojos, amordazado y mis manos habían sido atadas detrás de mi espalda con lo que sentía como una cuerda.
No estaba segura porque me sentía mareada y mi cabeza dolía, y después todo vino hacia mí como una gran realidad.
Había sido secuestrada y encerrada.
¡Raptada!
Engañada por un Traficante, el hombre al que tuve pavor toda mi vida. El mismo hombre con el que siempre tenía pesadillas. El mismo hombre del que mamá y papá me advirtieron, el mismo hombre que mi tío siempre maldeciría
No podía creer que fui tan ingenua para pensar que un hombre que se me acercó, diciendo que solo me daría comida. Me mintió, fingiendo ser otra persona en la misma situación que yo, ocultándose de los Traficantes.
Pero había estado tan hambrienta, mi estómago gruñía por comida. No consumí nada por días y la comida era difícil de obtener para una persona que se ocultaba. Pensar racionalmente era algo de lo que no era capaz en este estado de inanición. La única cosa en la que podía pensar era el hecho que él me prometió que conocía un lugar donde seríamos capaces de conseguir comida y no lo pensé dos veces. Lo seguí, de una forma mareada, la sensación de vacío en mi estómago sólo se volvía más y más desesperada con la promesa de comida en un corto lapso.
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Me había guiado a la parte trasera de un restaurante. Lo seguí rápidamente, mi paso era rápido y sin sentido; y cuando se detuvo de repente, choqué con él.
Y luego sujetó mis brazos, me volteó y puso alguna toalla que despedía un olor fuerte sobre mi boca.
Luché, débil a causa de la hambruna, pero el cloroformo ya se había infiltrado en mis fosas nasales y me desplomé en los brazos del hombre.
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Podía sentir que la camioneta se detenía, golpeando una roca mientras conducía. La caja comenzó a temblar y tuve problemas para seguir sentada de manera erguida.
La camioneta se detuvo repentinamente y el miedo casi me ahogaba. La puerta del auto se abrió, luego la cerraron de un golpe y podía oír el imperceptible sonido de pies golpeando la grava.
Mientras él abría el baúl, varias voces se oían en la distancia.
—¿Dónde la encostraste? —preguntó una voz profunda y masculina, su voz estaba llena de autoridad y poder.
Otra voz replicó, inmediatamente la reconocí como la voz de mi secuestrador—. Ella estuvo viviendo en las calles la semana pasada. Estuvo ocultándose, pero no encontré a nadie más ocultándose con ella. Estaba sola.
—Paul, sácala de la caja. Louis te llevara a mi oficina donde te daré el cheque una vez que la tenga dentro. —Ordenó la voz masculina.
Sentí la caja ser movida y abierta en la parte superior y después el hombre, quien era llamado Paul la volcó, provocando que cayera fuera. Sus manos fornidas me sujetaron del brazo, levantándome bruscamente. Hice una mueca, gimiendo de dolor. Lágrimas salían de mis ojos vendados.
Fui empujada hacia algo duro y tibio, un pecho.
—Cálmate Paul —advirtió la voz masculina—. Ve con Louis.
Otra voz mucho más alta que las otras, habló—. Sígueme Paul. —Y luego oí dos pares de pasos alejarse de nosotros.
Cuidadosamente, un par de brazos cálidos me apartaron el pecho, mientras me estabilizaba sobre mis pies.
—Niall, mantenla estable. Esta temblando.
Otro par de manos sujetaron mis hombros delicadamente, sosteniéndome más firme. Sentí el tibio aliento de Niall rozar mi oído antes de que me susurrara—. Está bien. Solo quédate tranquila.
—Voy a quitarte la venda ahora. Necesitas estar calmada si no quieres tener problemas. ¿Está claro? —dijo la voz masculina, su tono era levemente amenazante.
Asentí, mi corazón martilleaba mi pecho. Viví toda mi vida escondiéndome, sólo oyendo historias acerca de cuan terrible eran los Dueños opresores. De alguna manera, mientras era libre, toda la corrupción permaneció como una pesadilla distante para mí, nunca fue real, de cualquier modo era aterradora.
Pero ahora era real y estaba temblando, temiendo por mi vida.
—Bien.
Temblé levemente cuando sentí tibios dedos rozar mi rostro y en el nudo que mantenía la venda puesta en su lugar. Jugó con el nudo y este se deshizo después.
Afuera estaba brillante, cegándome por varios minutos. Parpadeé, entrecerré los ojos así podría adaptarme al drástico cambio después de estar en absoluta oscuridad. Aún me sentí innegablemente mareada debido a la falta de nutrición y tenía problemas para estabilizarme.
Un hombre bronceado estaba de pie frente a mí, una barba incipiente espolvoreaba su rostro. Tenía la mandíbula tensa, sus ojos marrón chocolate enmarcados por espesas pestañas. Su cabello estaba peinado en un copete desordenado. Parecía estar en sus veinte, mucho más joven de que lo que sospeché que sería. Sin miedo, automáticamente asumí que estaría encarando al Dueño, pero por alguna razón, no podía creer que este era el hombre. Era mucho, muy joven.
Pero él se mantenía arrogante, de alguna manera autoritaria, emitiendo la vibra que de hecho él era mucho más que tan sólo un hombre sin poder y control.
El hombre de cabello azabache rápidamente me miró de arriba abajo y me dio un desdeñoso asentimiento—. Llévala dentro, Niall. —Le ordenó al hombre rubio quien estaba de pie detrás de mí. Su tono autoritario me confundió, sonaba como si tuviera posesión de un gran poder y respeto.
El rubio, Niall rápidamente sujetó uno de mis brazos que aún estaban atados detrás de mí, volteándome. Ahora que podía ver, revisé los alrededores. Nos dirigimos hacia una mansión que estaba a un cuarto de milla de donde nos encontrábamos. Toda el área estaba rodeada con una elegante verja negra. Lucían altamente asegurada y altamente inevitable.
Después de una larga caminata, fui guiada dentro de la mansión.
Niall, el rubio que obedeció las órdenes del hombre moreno, no decía mucho mientras me guiaba a través del laberinto de corredores y pasillos. Permaneció en silencio y con facilidad, casi como si esta fuera una cuestión regular para él y la hubiera hecho un millón de veces.
Finalmente, llegamos al final de un pasillo aislado y Niall sacó una cadena con muchas llaves de su bolsillo trasero. Velozmente encontró la llave correcta y abrió la puerta, guiándome al interior.
Me llevó dentro de una inmensa habitación. Los muros estaban pintados de un rojo sangre y había una cama tamaño king, cubierta con sábanas negras puesta en medio de la gran habitación. Había un sofá de cuero negro a un lado de la habitación y una gran gaveta de color café, pero aparte de eso, estaba completamente vacía.
—Este es el lugar donde te quedarás. No intentes escapar, porque te arrepentirás severamente. —Se movió al otro lado de la habitación, hacia unas puertas, jalándome junto a él.
—Este baño es tuyo puedes usarlo a tu antojo —dijo, conduciéndome a un baño enorme. Todo era de un blanco inmaculado. Había toallas blancas, colgadas y limpias, listas para ser usadas. Un jacuzzi colocado en una esquina del baño y al lado derecho de eso estaba la ducha.
Sus palabras, no podía procesarlas, tragando saliva incrédula. Esto no era las repetitivas pesadillas que tenía; este no era el horror al que le tenía tanto miedo.
—Y aquí está tu armario. Siéntete libre de usar lo que quieras. —Añadió mientras continuaba caminando dentro del armario. Hablaba de una forma despreocupada, aburrida, dándome la vibra que esta era una rutina para él; algo que siempre hacía
Y después se volteo hacia mí—. Necesitas limpiarte y también una ducha. Ponte algo decente, el Amo Zayn estará contigo en poco tiempo para explicarte todo —dijo sencillo y me dio la vuelta así mi espalda estaba frente a él. Sentí un ligero tirón en mis muñecas y después la cuerda que había atado mis manos, se aflojó. Rápidamente froté mis muñecas, que estaban enrojecidas y marcadas por la cuerda. Luego él cuidadosamente quitó la mordaza de mi boca, la cual fue usada para manterme en silencio.
Mierda ¿Amo Zayn? Entré en pánico. Mi mente rápidamente mostró imágenes de hombres asquerosos, abusando y dañándome para su propio placer, e hice una mueca. No tenía idea respecto a quien era este Amo Zayn, sin embargo su nombre era premonitorio y estaba absolutamente aterrorizada. Podía sentir a mi corazón latir con fuerza y podía oír la sangre fluyendo en mis oídos.
Me dio un vistazo y después se giró y salió del baño y entró a la habitación. Mientras abría la puerta para marcharse, rápidamente corrí detrás de él—. ¡Espera!
—¿Qué? —Se volteó.
—No me dejes todavía —supliqué, deseando preguntarle más acerca de este Amo Zayn que mencionó. Quería ser capaz de prepararme para lo que venía—. Por favor.
Su expresión se endureció y me atravesó con la mirada—. Haz lo que te dije maldita sea.
Lo miré fijamente sorprendida mientras se volteaba y salía de la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Escuché un tintineo de llaves y luego me di cuenta de que él estaba encerrándome.
(Editado: 1 febrero 2015)
© izzysaphira
Este capítulo me dejo así: O.O
Pobre Abby, la encerraron para que no escapara... ¿que le dirá Zayn? y también me pregunto ¿por qué a Zayn le dicen Amo?
Dedicado a: @AleMalik12Behappy
Gracias por los votos y comentarios!!!
LAS AMO!!!