HILO DE SANGRE - KOOKTAE

By Electrahearth

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El hilo permanecía atado a uno de sus tobillos, irrompible y eterno. Zheng Guo, el dios del matrimonio, fue e... More

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By Electrahearth

El Guerrero Oscuro fue trasladado desde la prisión del Palacio Oeste hacia los aposentos del harem en medio de la madrugada, bajo la supervisión del Primer Príncipe, lo dejaron en una pequeña habitación con las cosas necesarias para vivir además de un pequeño patio, al arribar le quitaron el hechizo que lo dejó inconsciente, mas, siguió sintiéndose un poco aturdido. La Duquesa Poniente, mano derecha de Zhì Mín, avanzó hasta estar a pocos chi y liberó también las cadenas que lo rodeaban.

─Su Alteza Real te aceptó en su harem así que siéntete dichoso, por tu identidad no podrás caminar libremente ni convivirás con los demás miembros, serán pocas las personas que sabrán de tu existencia, un sirviente te traerá la comida y cuidará de tu estado. No pierdas la energía tratando de huir, sólo conseguirás llegar a un espacio vacío.

─No tendré que presentar mis respetos a la Esposa Principal ni pelear con el resto del harem, ¿verdad?

─Eres el juguete masculino escondido del Guardián Oeste, él es tu único Señor ─le recordó la duquesa Meng.

El Guerrero Oscuro estaba seguro de que no sería favorecido, apostaba que ni le vería la sombra; luego de quedarse solo, repasó la residencia con ironía, sintió el ambiente puro y claro sin ninguna mancha, notando que la naturaleza inquieta del Guardián Norte que habitaba en él y que luchaba sin reparos se calmaba un poco. En la habitación el mobiliario no era abundante pero como no tenía pertenencias, supuso que no era importante, se quitó la capa sucia del hanfu que estuvo llevando todo este tiempo, la sangre y la suciedad eran evidentes, lo dobló y lo quiso guardar pero se detuvo al encontrar que los cajones no estaban vacíos.

El trozo lamentable de tela se le resbaló de las manos al recordar su vida en la Villa de la Montaña, una de sus hermanas mayores una vez le hizo un traje liso con tela de un edredón. Lo había olvidado, ni siquiera pudo identificar el rostro de su hermana.

¿Qué le había pasado?

Suspiró pesado tratando de alejar el sentimiento que le presionó el pecho, quiso acostarse en la cama, mas, estaba tan pulcra y él tan sucio que no pudo hacerlo. En la Villa de la Montaña dormía encima de un edredón y un montón de paja seca, al salir, no le importó ya que se desenvolvía en el caótico Di Yu. Se mordió el labio inferior encontrándose patético frente al espejo situado a un lado.

Más por la idea que se gestó en su cabeza, la odió pero no pudo mitigarla. No esta vez.

¿Acaso su vida hubiera sido diferente si sus padres no hubieran traicionado al Emperador Amarillo? Si hubieran sido dos simples mortales ignorantes de la existencia del Reino de la Dicha Pura ¿no hubiera sido un niño humano feliz creciendo en un hogar lleno de calidez?

─Le traje el desayuno ─dijo un sirviente sacándolo de su estupor, dejó un juego simple de té y bollos humeantes─, le prepararé un baño y si necesita algo más, regresaré al mediodía.

Él no respondió, sólo se quedó sentado en el suelo, no fue hasta que el criado se retiró y el agua se enfrió que se sumergió en la tina de madera, algunos pétalos se pegaron a su piel blanca como la nieve quitando cualquier residuo. El silencio total lo hizo cerrar los ojos, quedándose quieto como una hoja recibiendo al otoño sin oponerse aunque sabía que sería desprendida del árbol para el último viaje a la que la conduciría el viento.

Pasado el mediodía, el Primer Príncipe dejó su oficina con todo listo, con la resolución brillando en sus ojos se dirigió al patio secreto donde fue anunciado antes de encontrar al Guerrero Oscuro viendo el paisaje desde la ventana, sus miradas se encontraron en un incómodo instante que pasó con el parpadeo del primero y la orden de situar el vino en la mesa. Zhì Mín se sentó perdido también en el color rojizo de las hojas.

─Este servidor se retira, Su Alteza Real ─indicó el sirviente.

Al encontrarse solos, el Tigre Blanco tomó su copa para oler la suave fragancia del vino.

─Ven, bebamos ─indicó.

Yun Jī se acercó tomando asiento frente a él e imitó sus acciones sin réplica alguna, lo que sorprendió al contrario. Al degustar el sabor, el Primer Príncipe asintió complacido; tres jarras se vaciaron antes que alguno se atreviera a hablar.

─ ¿A qué debo el honor de su presencia? ─interrogó la Serpiente Negra sin poder evitarlo, su rostro mostró una fría expresión─ ¿Acaso vino a mancillarme?

El Guardián Oeste jugó con el borde de su copa ignorando la pregunta.

─Nos conocimos hace muchos años, ¿verdad? Esa vez me protegiste de las espinas hechas con Aliento Tóxico y yo até la herida que tenías en el hombro... siempre quise saber si ese primer encuentro fue sólo una coincidencia.

Lo vio dudar quizás recordando el pasado.

─Iba camino a la Décima Ciudad, estaba siendo perseguido y necesitaba ponerme a salvo ─confesó.

─ ¿Por qué te detuviste? Habría un guardián menos para tus futuros planes ─inquirió tomando un dulce del platillo cercano.

─Por curiosidad ─siguió sin levantar la mirada.

─ ¿Eso es cierto? Tu comportamiento siempre me confunde. La siguiente vez que nos vimos fue en los territorios cercanos al Río de los Sueños...

Al mencionar ese instante, el ambiente se tornó incómodo. Ninguno quiso mencionar el beso.

─Eh... sí.

─ ¿Te arrepientes? ─preguntó mirando su silueta solitaria.

─ ¿De qué?

─De alguna de tus acciones ─habló con seriedad.

─No ─negó fríamente.

Era tarde para arrepentirse, nada cambiaría.

─Lo supuse. ─El Primer Príncipe no pareció decepcionado, se levantó acomodando las mangas de su hanfu─. Espero que esta sea la última vez que nos vemos, puedes vivir cómodamente aquí por ahora, todos los agravios fueron saldados para mí.

─G-Gracias ─susurró tan bajo que quizá sólo él se escuchó. Al ver que estaba por irse y no lo volvería a ver, siguió sus pasos─ ¿Se casará, Su Alteza Real?

─Sí, lo haré antes de entrar a mi ciclo de meditación.

─Felicitaciones... no puedo darle ningún presente, sólo puedo desearle una vida feliz y asegurarle que y-...

─No es necesario, sólo intenta no causar problemas.

Su figura le recordó esa vez en la mata de flores en capullo, con los cabellos acariciados por el viento, el hanfu liviano dejando a la vista su encanto masculino elegante y suave como las brisas que juegan en la naturaleza y su aroma a libertad que embriagaba como el vino que acababan de compartir...

Quiso levantar su mano para detenerlo, pero no lo hizo, sólo regresó para acariciar el vaso dejado por sus manos suaves.

El Tigre Blanco no miró atrás, fue a visitar al Consorte Real, al verlo sentado leyendo un libro, se acercó como un niño pidiendo ser aplacado luego de una caída. Xi Zhen rio abrazándolo.

─ ¿Qué sucede, Primer Príncipe? ─dudó al verlo acomodarse a su lado aferrándose de su brazo. La Dama Peng también sonrió recordando cuando el Tigre Blanco era pequeño e iba a pedir consuelo cada vez que se sentía agraviado.

─ ¿El Emperador le contó que decidí casarme, padre?

─Lo mencionó ¿cambiaste de opinión?

─No.

─ ¿Me dirás la razón de tu comportamiento, hijo?

─Quiero ser un buen Guardián Oeste ─declaró, Xi Zhen siguió sin entender─, por eso lamento mi comportamiento, frente al Emperador, a mi hermano, a la corte, a ti...

─Eres joven, no es difícil cometer errores ni a la edad del inmortal más antiguo de la creación.

─ ¿Crees que Zheng Guo también me perdone?

─ ¿Tienes miedo de ese niño oso? ─soltó divertido.

─Aunque prometimos apoyarnos, me volví loco y toqué un tema delicado.

─Sé que ese niño terco lo entiende, si estuviera realmente furioso, no te hubiera dejado visitarlo la última vez. Ahora debe estar sentado obedientemente cumpliendo su castigo.

─ ¿Castigo? ─dudó sorprendido.

─ ¡Se atrevió a comerse a nuestro repollo! ─exclamó volviendo a enfadarse, iba a contarle la situación, mas, un guardia le comunicó que una doncella estaba afuera pidiendo verlo desde la mañana rogando porque interviniera por justicia─. Déjenla pasar.

Al tener la oportunidad de una audiencia con el Consorte Real, la mujer se arrodilló frente a él golpeando su cabeza contra el suelo sin dejar de llorar y suplicar.

─Detente ─ordenó la Dama Peng conociendo a su Señor y el malestar que le causaría el olor de la sangre.

─ ¿Qué es lo que deseas?

─ ¡Salve a mi Señora, por favor! El Segundo Príncipe se volvió loco, la metió a la prisión desde ayer y parece que piensa llevarse su vida pero la Señora Menor de Comportamiento Cultivado es inocente y tiene un título otorgado por Su Majestad ─chilló todavía de rodillas.

Ninguno de los presentes entendió, el Dragón Azur que conocía el incidente estaba ocupado en encontrar al Guerrero Oscuro así que no tuvo tiempo de informarle a su esposo la fatídica noticia.

─Si el Segundo Príncipe encerró a la Señora Menor debe tener sus razones ─opinó el Tigre Blanco.

La doncella negó contando lo ocurrido obviando los verdaderos planes de Raga, en su lugar, la retrató como una lamentable víctima pensando que así el Consorte Real actuaría ya que estaba por encima de las reglas, después de todo, él había dado a luz a los príncipes y eso lo hacía intocable no importa a qué territorio ingresara.

─ ¿Una píldora de la infertilidad?

─Sí, pero mi Señora no se atrevería a hacer algo así, se reunió con ambos para estrechar lazos, no para quebrarlos además...

─ ¿Además?

La mujer dudó, respiró hondo aclarando su mente.

─Además si lo hiciera, ¿es necesario ser tan duro? No estoy cuestionando a Su Alteza Real, pero en el harem, siempre habrán sacrificios y luchas por la jerarquía y el favor, si los monarcas en la historia de la creación hubieran actuado como el Rey de las Aves lo hace con los candidatos a su harem, ninguna dinastía hubiera durado. De todas maneras, ahora su favorito es estéril.

El Primer Príncipe negó sabiendo que el camino emprendido por la doncella se había derrumbado por completo y se preguntó si es que olvidó que entre los privilegios otorgados a Taehyung estaba la ficha de la Peonía mostrando lo mucho que el Consorte Real lo valoraba.

─ ¿Son sólo tus pensamientos o tu Señora también piensa de esa manera? ─Xi Zhen se levantó furioso, avanzó algunos pasos hacia la fémina que tembló de miedo y no se atrevió a levantar la cabeza.

─ ¿Q-Qué? N-No lo comprendo, si es que lo ofendí, perdóneme ─lloró intentando tomar un trozo del hanfu brocado.

El Consorte Real se alejó evitando su toque.

─ ¿Acaso no sabes a quién estás menospreciando, mujer? ─reprendió la Dama Peng, mandó a los demás sirvientes para que la sacaran de ahí con rapidez, se despidió para asegurarse que dicha ofensa recibiera su castigo.

─Su descaro es sorprendente, no tienen límites. Todos parecen olvidar que hay consecuencias para cualquier acto ─habló Xi Zhen preocupado.

─Ojalá esto no afecte demasiado a mi hermano ni a Taehyung.

Los mencionados pasaron hacia el palacio interior después de hablar con el doctor que atendió a Raga. Taehyung se rompió la cabeza pensando en cómo evitar que el papá de Jungkookie volviera enfadarse por su noche primaveral de camino intentando también alejar el vacío que se instaló en su pecho desde que se enteró que había consumido la mitad de la dichosa píldora de infertilidad, inconscientemente se tocó el vientre plano y suspiró. El dios del fuego no pasó por alto su conducta, lo detuvo tomándolo de los hombros y lo giró para que estuvieran cara a cara.

─ ¿Kookie?  ─vaciló desconcertado.

─Quiero pedirte perdón, si no hubiera aceptado reunirnos con Raga, ella no hubiera tenido ninguna oportunidad.

Taehyung ladeó la cabecita.

─No es tu culpa, por supuesto que no lo es.

─Tampoco revisé los alimentos antes de dártelos.

─No sigas disculpándote, no eres responsable.

El Guardián Sur lo escondió en su abrazo una vez más, besó su frente y lo arrulló como a un niño.

─He terminado las cinco mil palabras, se las entregaré a mi padre, no necesitas acompañarme a verlo si no lo deseas, ve a descansar ─propuso para evitar que el estado del Consorte Imperial reforzara la tristeza de su pequeño novio de fénix.

─No quiero descansar.

─ ¿Estás seguro?

─Pero tampoco te acompañaré.

Le indicó que deseaba estar un tiempo solo, dejó un beso corto en la comisura de sus labios antes de que le respondiera para retirarse a la Mansión Yánsè de Xīngzuò mandando a cerrar las pesadas puertas desde adentro. Paseó por la construcción sin destino fijo, observó cada detalle como si estuviera de visita en un palacio de la antigüedad en el mundo humano; mientras sus pasos se perdían, se preguntó si estaba afrontando lo que sucedía en su vida como debería, si así es como aprendería y crecería; quiso llorar pero consideró que ya había derramado demasiadas lágrimas, se había cansado de mostrarse frágil. Al pasar un puente de piedra en arco, llegó a un pabellón erigido en cuarzo con piso de pedernal negro, el diseño lo hacía parecer un lugar para el cultivo y las técnicas marciales. Con ayuda de los qilin, transportó algunos antiguos pergaminos de bambú con técnicas milenarias, al tomarlos entre sus manos, pudo sentir cómo reaccionaban pero al intentar leerlos, falló.

Eran cientos de años de conocimiento, por ende, habían algunos caracteres que ya no se usaban, otros estaban escritos en clave y otros pedían al usuario demostrar que era digno rompiendo extraños sellos. El castañito apoyó su cabeza contra el escritorio de piedra preguntándose cómo estudiaría. Se levantó caminando hacia el centro del complejo, se sentó en pose de flor de loto intentando meditar hasta que no pudo soportar el ruido en su cabeza, trató de usar las técnicas que empleó desde su despertar anotando mentalmente lo que sucedía. El piso al estar hecho de pedernal, reaccionó positivamente al fuego, el control de las llamas encendidas no fue tan difícil, pasó a la energía plasmática con un poco de temor de destruir el complejo, trató de controlarlo todo lo que pudo, la luz desprendida de su práctica iluminó más allá del puente llamando la atención de los qilin que se acercaron sigilosos.

Así transcurrió la noche, mientras usaba sus poderes, de forma inconsciente absorbió la energía espiritual alrededor a un ritmo acelerado, al no poder distribuirla bien, empezó a desbordarse justo al usar su poder sobre la oscuridad que era difícil de controlar, su estado mental se vio afectado desviando su cultivo, sintió una gran opresión en el pecho que lo hizo caer de rodillas. Respiró con dificultad notando que había algo más, desde el Espacio Estelar algo se había filtrado cuando la usó.

La imagen de una estrella en la gruta convirtiéndose en algo parecido a un agujero negro pasó por su mente.

─Concéntrese, Señor Principal, no se deje llevar por ese demonio del corazón ─gritó XingXing, uno de los híbridos que lo servían y había detectado su anomalía─, si lo deja dominarlo, su cultivo se desviará volviéndolo un demonio como los que habitan en el Di Yu... ¡perderá todo lo que atesora!

Taehyung abrió los ojos sudando profusamente, su corazón siguió latiendo errático y no pudo evitar sentir miedo de sí mismo. Si el demonio del corazón lograba echar raíces, si no lograba destruirlo... sería mejor romper todo cultivo.

Los qilin trataron de ingresar a la plataforma de pedernal tomando su forma espiritual, mas, su dios era demasiado poderoso por lo que no pudieron dar más de dos pasos antes de ser echados.

─ ¡Busque la causa! ─insistió XingXing─. Debe haber algo en su interior.

La más pura claridad y la horrenda oscuridad aislaron el campo marcial, se vertieron de la estrella en peligrosos haces de luz, el pedernal se quebró mientras Taehyung se sentía demasiado aturdido.

Algo en el interior...

Una causa...

No, no era sólo una, eran muchas cosas que todavía no había asimilado.

El Segundo Príncipe se reunió con el médico y el experto en venenos temprano a la mañana siguiente, hizo varias preguntas e insistió en saber si el pequeño polluelo podría comer una hamburguesa y una bolsa de papas fritas antes de ir por ellas al mundo humano, a su regreso hizo que el experto en venenos las revisara tres veces para dirigirse a la Segunda Mansión; como Taehyung expresó su deseo de estar solo, decidió encontrar a Huǒ para que él se la diera y de paso preguntar por su estado. Deambuló por el corredor frente a la gran puerta calentando la comida con su poder sin toparse con ningún híbrido, quiso tocar o mandar un ave espiritual absteniéndose hasta que sintió una gran ola de poder fuera de control y vio a Huǒ dirigirse hacia él.

─ ¡Su Alteza Real! ─exclamó alarmado olvidando saludar.

─ ¿Qué sucede? ─preguntó desplegando sus alas.

─ ¡El poder del Señor Principal se salió de control, parece sufrir de demonios internos y no podemos llegar a él!

─Ten ─le lanzó la bolsa de papel para sobrevolar el alto muro internándose en la Mansión Yánsè de Xīngzuò, no necesitó que el qilin le indicara el camino ya que el poder de la estrella se colaba por los rincones.

El Palacio Sur tembló sorprendiendo a todos, la inmortal Yi Fei que fue de visita, miró a Guan Ting en busca de una respuesta.

─Hace poco, los patios de la Casa del Matrimonio amanecieron llenos de polen dorado, hoy, el Palacio Sur tiembla, ¿qué sucede, soldado Guan?

─Es el encanto de la vida ─suspiró.

Yi Fei quiso golpearlo.

─Eres el sobrino del gran General Imperial Guan, dale un poco de cara.

─Me niego a obedecer a mi rival amoroso ─suspiró viendo al duque meridional a lo lejos, antes que la diosa acotara algo más, corrió a su encuentro.

─ ¡Eres un perro! ¡Deja de jugar sucio! ─maldijo corriendo también.

Taehyung estaba sentado con una botella de leche de fresas, sus piernas cortas no llegaban al suelo, las balanceaba mientras un bigote blanco rodeaba sus labios mirando al otro lado del patio lleno de verduras.

─ ¿Qué sucede, osito de miel? ─dudó su mamá acariciándole el cabello, vio en la misma dirección sin encontrar nada fuera de lugar.

El castañito puchereó dudando si debía decirle, alzó la vista sólo negando y sonriendo.

─Creo que vi una libélula.

─Cuando termines, lleva la botella a la cocina.

─Sí, mamá ─asintió volviendo su atención a las fresas en la base, al ver a la señora ingresar a la casa, dio un salto para cruzar el campo de verduras dejando la botella a un lado; hallándose a menos de dos metros, intentó retroceder pero estaba tan aterrado que se quedó inmóvil mientras la masa de luz y oscuridad avanzaba.

Ambas miradas se cruzaron sorprendidas ignorando el fuego expandiéndose por la construcción.

─T-Tú... ─susurró el demonio alzando la mano al verse a sí mismo.

─ ¡No soy tú! ─chilló el niño.

─Somos iguales ─tembló arrastrando las palabras.

─ ¡Soy el hijo de esta familia! No soy una estrella, no quiero serlo, sólo quiero quedarme aquí.

─ ¿Y el dios del fuego?

El pequeño lloró cayendo de rodillas.

─K-Kookie...él no me necesita.

─ ¿No lo necesitamos?

─Yo...

─ ¿No somos felices a su lado?

─Sí.

El entorno cambió mostrando a un pequeño bebé dormido en una cuna con cortinas transparentes de colores suaves mientras el Segundo Príncipe cantaba una canción a su lado.

─Bebé.

El diminuto bollo abrió poco a poco los ojitos, esas pupilas ahuecadas y brillantes rodeadas de un abanico de juguetonas pestañas eran iguales a las del Rey de las Aves.

─Tu madre vendrá pronto, sé bueno ─indicó Zheng Guo tomándolo en sus brazos.

La estrella se negó a seguir mirando la escena, salió dirigiéndose a la Mansión que se le otorgó encontrando en su lugar un gran agujero negro devorando absolutamente todo.

Gritó hasta que se le fue la voz, se desmayó envuelto en el caótico piso de pedernal que siguió ardiendo.

─ ¡Taehyung! ─El Segundo Príncipe tuvo que tomar su forma espiritual soportando los ataques fortuitos, evitó tanto como pudo los agujeros negros, sus grandes alas debilitaron las llamas y con sus garras tomó el cuerpo con delicadeza, temiendo que un mal movimiento lo quebrara.

El pabellón fue totalmente sellado por los inmortales del Territorio Sur luego de trabajar hasta casi la caída del crepúsculo, muchos dioses quisieron saber la causa del incidente pero sólo se encontraron con una pared. Nadie dentro del Palacio Sur se atrevió a mencionarlo por temor a ser castigado por el dios del fuego, sólo se miraron pensativos. En la alcoba del Pabellón Real del Fénix, el médico y sus aprendices revisaron la temperatura del Señor Principal que parecía no disminuir por más decocciones o baños medicinales que le recetaran así que Zheng Guo mandó por agua del Hwang Ho.

No fue hasta que la tarde se diluyó en el cielo dejando paso a las pinceladas nocturnas que Taehyung despertó, se sentó perdido, sin recordar dónde estaba o qué hacía antes de aparecer en el amplio colchón.

─Debe reposar un par de días, Señor Principal del Territorio Sur ─dijo el médico antes de retirarse.

─ ¿F-Fui un problema? ─preguntó el castañito.

─No, no lo fuiste ─negó el fénix abrazándolo─. Nunca serás un problema para mí.

─Por mi culpa tu papá te castigó.

─Eso no es tu culpa.

─Kookie...

─Aquí estoy, no estás solo.

─No quiero convertirme en un demonio ─confesó lloroso.

─No lo harás.

─T-Tengo algo malo aquí ─explicó agarrándose el pecho.

─Lo podemos superar.

─Es porque estuve ocultando cosas ─murmuró sin poder mirar a su persona especial, al sentir que le alzaban el rostro cerró los ojitos muy fuerte.

─Mírame, TaeTae.

─No.

─ ¿Por qué?

─Porque no quiero ver la decepción en tu mirada.

─No estoy decepcionado, lo prometo.

El de sonrisa cuadrada abrió sólo un poco uno de sus ojitos de flor de melocotón, lo cerró rápido y tuvo que inhalar y exhalar varias veces antes de atreverse a encarar a su novio. Al ver esa mirada donde su reflejo aparecía rutilante, su labio inferior tembló y se aferró a su Jungkookie.

─Extraño a mi mamá, la extraño mucho pero no puedo buscarla, no me recuerda, soy un extraño para ella, también para mi papá, mi abuela, mi hermana y mi tío... extraño comer el kimchi de nabo y col sin mucho picante que me hacen especialmente. La Mansión Yánsè de Xīngzuò es hermosa pero no me acostumbro... ─habló sin detenerse pensando que si lo hacía, perdería el valor para confesarse.

─No necesitas quedarte en la Mansión Yánsè de Xīngzuò, quédate aquí conmigo, cada vez que te sientas triste puedes decírmelo, entonces te abrazaré y escucharé tus palabras, ya sea quejándote o llorando, hazlo. Tampoco necesitas sentirte bien pronto, tenemos mucho tiempo. Y después de que descanses, te ayudaré con tu estudio del cultivo.

─Te amo, Kookie ─dijo frotando su carita en el pecho ajeno, suspiró sintiéndose a salvo hasta de sus propios demonios.

─Yo también te amo, pequeño polluelo.

─ ¿Podemos darnos muchos besitos?

En respuesta, el fénix se inclinó atrapando el labio ajeno entre sus dientes, lo tomó de la nuca evitando que se separara comenzando a besarlo con ahínco. No lo dijo, sin embargo, estaba aterrado por lo sucedido, sólo después de robarle la respiración la inquietud aminoró.

A causa de su descuido, el castañito cargó con todo el peso.

─Huele rico ─murmuró Taehyung con los labios brillantes, siguió el aroma encontrando una bolsa familiar no muy lejos. Corrió a recogerla para regresar al regazo del dios del fuego, abrió el empaque encontrando la hamburguesa todavía caliente, sonrió satisfecho dando un gran mordisco.

─ ¿Cómo está? ─preguntó limpiando el rastro de salsa en la comisura.

─Muy d-dica ─balbuceó con la boca llena, casi le ofreció un pedazo para que la probara hasta que recordó que Kookie no comía carne, en su lugar, cogió una papa frita con algo de kétchup.

El fénix la aceptó, masticó aprobando el sabor al ver la expectativa en la carita contraria y fue tentado a iniciar otra sesión de besos, le rodeó la cintura con los brazos mordiéndole la mejilla llenita con suavidad.

─Delicioso ─se lamió los belfos avergonzándolo.

─ ¡J-Jungkookie! ─se removió puchereando.

─No puedo hacer nada si tú me gustas más ─sonrió apoyando su cabeza en el hombro a su disposición, notó la marca rojiza en el hermoso cuello recordando la noche primaveral que compartieron hace poco.

El cuerpo de su estrella era un oasis al que era difícil renunciar.

Taehyung disfrutó su comida sin notar la oscura mirada llena de peligro, sólo rio nervioso cuando le ofreció otra papa frita que fue recibida de forma extraña.

Los siguientes días pasaron rápidos despidiendo por completo al estío, desde el Palacio de Jade, un Edicto Imperial recorrió todo el Reino de la Dicha Pura con la noticia del matrimonio del Primer Príncipe un día antes de su regreso al ciclo de meditación, el Palacio Oeste fue decorado con linternas rojas, listones y otros detalles en el mismo color mientras el Primer Príncipe se purificaba. Muchos otros Palacios y pequeños reinos mágicos fueron invitados por lo que se esperaba que varias caravanas llegaran.

En la Villa de las Candidatas en el Territorio Sur, Raga al no tener los elixires a su disposición, seguía postrada en cama a sólo un día del matrimonio, no entendió la razón detrás del cada vez más lento proceso de recuperación, siempre que tomaba la mezcla herbal, su situación mejoraba un poco pero después volvía a sentir que todos sus huesos se quebraban además el olor simulaba la carne en descomposición y su sabor no era el mejor.

Desesperada por acelerar sus planes para ingresar al Palacio Sur, tuvo que comunicarse con un inmortal de fuera para que restringiera sus sentidos, sólo así tomó las tres raciones sintiendo el efecto inmediatamente. Una de sus sirvientas le ayudó a tomar un baño, a vestirse y maquillarse antes de solicitar que el Señor Principal le concediera una audiencia.

El mayordomo caminó hacia la oficina del Segundo Príncipe, tocó esperando la invitación a ingresar, saludó a sus dos señores comunicando el pedido de la Señora Menor.

El castañito que estaba leyendo una transcripción de una técnica de cultivo que hizo su novio apoyado en su hombro alzó la mirada con un poco de desgana.

─ ¿Dijo el motivo?

─No, Señor Principal.

─Estoy muy ocupado, no puedo atenderla hoy ─habló volviendo a apoyarse en el fénix que simplemente asintió.

─Como desee, Señor Principal. Más tarde, traerán los trajes para la celebración del matrimonio del Primer Príncipe.

─Confiamos en ti para recibirlos, si no hay ningún problema, los revisaremos después del almuerzo ─ordenó Zheng Guo.































-electrahearth-

Hola, ¿cómo están?

Vi que hay confusión porque estoy resubiendo capítulos, la razón detrás de esto es que sentí que no estaba yendo bien, me sentí insegura respecto a muchas cosas (como suele pasarme en ciertos meses de cada año al parecer), entre ellas, mi presencia en Wattpad, mi cuenta, mis obras, etc.

Lo que decidí, y lo comuniqué por medio de un mensaje en mi muro hace algunos meses, fue que editaría los últimos capítulos omitiendo o cambiando ciertas cosillas. Por ejemplo: el personaje del dios coreano fue totalmente borrado, TaeTae ya no pasará ningún examen y pequeñas cosillas de ese tipo.

Espero me comprendan.

Gracias por su apoyo.

Besos bitiezianos.

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