Y después de eso comenzó su maldito silbido, el cual estaba segura de que me seguiría hasta la muerte.

—¿Qué hacemos? —le pregunté muy asustada a Merle.

—¿Por dónde entraste?

—Hay un camino, pero será casi imposible poder sacar a todos por ahí, lo notarían... Merle, yo... No quiero morir.

—Y no lo harás, cosita, aunque te tenga que proteger con mi vida, lo haré.

—¡Vanessa! —me llamó de repente Michonne.

Gire justo a tiempo para ser envuelta por los brazos de Daryl.

—¿Qué haces aquí? —me reclamó.

—No hay tiempo, ¿Qué hacemos?

—Yo tengo un plan, síganme —nos dijo de repente Carl.

Todos corrimos detrás de él, sorprendentemente ya había más personas reunidas, fuimos directo a las reservas, él empezó a cargar las provisiones en una mochila.

—Escuchen, tiene que parecer que estamos escapando por atrás, lleguen al bosque antes de la cantera y apaguen las luces, mantengan una buena distancia, ataquenlos y huyan a pie, saben dónde estaremos. Buscaré las armas y reuniré a los demás y los veré allá.

—¡Dos minutos, chicos! —interrumpió de repente Negan— ¡Más vale que se esfuercen, quiero unas disculpas memorables! ¡Habrá puntos extra por creatividad, pueden recitar un poema, cantar una canción, amo esa porquería!

—Ya váyanse, habrá gente en la enfermería y necesitaran su ayuda —nos dijo.

—Tenemos armas, podemos pelear —interrumpió Tara.

—No, ahora no, nos superan, es de noche y aquí adentro estamos expuestos —respondí.

—Carl, no puedes dejar que tomen este lugar —intervino Michonne.

—Sí puedo —replicó él—. Solo hay que sobrevivir esta noche... Este es mi show, tú lo dijiste. Es mi plan y lo van a seguir, todos lo van a seguir, ¡Andando!

—¡Un minuto, un minuto! —intervino Negan.

—Ya oyeron a Carl, por una vez hay que seguir el plan —dije y fui a la enfermería.

Había pacientes que movieron, mientras yo tomaba el medicamento lo más rápido que podía, mis manos temblaban y mi visión se ponía un poco borrosa, pero sabía que no debía de dejarme llevar, solo había que sobrevivir.

Salí y me encontré con Carl.

—Vanessa, necesito tu ayuda —dijo, lo miré, estaba sudando.

—Tú dime —repuse.

—Necesitamos ganar tiempo, acompáñame a la entrada, ambos podremos detener un poco más a Negan —me explicó, trague un nudo en mi garganta, pero me obligue a asentir.

Sí, tenía razón, debido a su interés por ambos, lo más probable era que no nos hiriera gravemente.

—Sí, vamos —acepté mientras le daba a otra persona la bolsa con los medicamentos.

Ambos corrimos a la entrada, sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, mis piernas temblaban, aún así me obligue a no flaquear.

—A la torre del guardia —me instruyó, yo asenti.

—Te sigo.

—Oki doki —de nuevo Negan—, tú te lo buscaste, Rick, porque yo estaba dispuesto a cooperar, todo lo que tenías que hacer era seguir unas pocas y muy simples reglas, pero ahora, ahora está claro que tienes que irte, estás ¡Jodido, desgraciado!

El Arquero del Fin del Mundoحيث تعيش القصص. اكتشف الآن