40.

3.1K 204 25
                                    

     Veinte minutos después, Merle había ido a hablar con Jeff y sus hombres, habíamos acordado contarles de Woodbury y el suministro de provisiones que había escondido a cambio de que nos ayudarán a buscar a nuestros amigos, la negociación ya había superado los diez minutos, yo estaba sentada en el cofre de nuestro vehículo, muriéndome de frío, por lo que no me di cuenta de que la esposa del líder caminaba hacia mi, hasta que la tuve a mi lado.

     —Hola, entiendo que eres la hermana de ese sujeto, ¿no? —pregunto, yo asentí—. Bueno, ¿quien es el adoptado?, es que no se parecen —comento, yo reí.

     —Es difícil de explicar, pero me dice así y yo digo que lo soy porque estoy con su hermano —me expliqué, ella se sorprendió, pero rió mientras tocaba su vientre—, ¿cuanto tiempo tienes?

     —Ocho meses, recién cumplidos —respondió—, ¿y donde está tu hombre?

     —Tuvimos que separarnos, esta mañana estábamos juntos, sin embargo hubo un gran caos en la prisión, él tenía una responsabilidad distinta a la mía, así nos cuidábamos —le expliqué, ella asintió.

     —¿Estará bien sólo? —pregunto, yo sonreí.

     —Él nunca sería capaz de escapar sólo, siempre se detiene a ayudar a alguien, está en su naturaleza.

     —Estas muy enamorada de él, ¿no?, lo digo por la forma en la que hablas de él.

     —Si, ya lo afronte y sí, de verdad lo estoy y lo quiero mucho —admití y la mire, ella me sonrió.

     —Si el sentimiento es mutuo, estoy segura de que se volverán a encontrar, así pasa siempre —dijo y miró a la nada mientras acariciaba su vientre—. Yo me separé de Jeff porque una horda de esas cosas nos había atacado, estábamos en una casa, apenas y pude salir de ahí, corrí y corrí, estuve sola por casi una semana, luego me di cuenta de que no lo estaba, ¿sabes por qué?

     —Evidentemente no —respondí, de inmediato me sonroje—, perdón, no quise sonar así, es que...

     —Tranquila, te entiendo, resulta que ya estaba embarazada. Pase un mes sola, cuando me detuve en una casa, pude oír unos disparos calle a bajo, sabía que el ruido atrairia a más de esas cosas, así que salí y comencé a huir, estaba a punto de subir a un auto cuando me di cuenta de que Jeff estaba peleando contra esas cosas, fui a ayudarle.

     —Un reencuentro muy romántico —dije con total sinceridad, ella rió.

     —Si que eres rara —observo, yo asentí.

     —Ya no me sorprende, es algo que tengo desde hace mucho —admití, justo en ese momento Merle llegó frente a nosotras.

     —¿Haciendo nuevas amistades, hermanita? —pregunto, yo asentí.

     —¿Y que resultó? —devolví, él asintió.

     —Mañana iremos a Woodbury, permaneceremos todo la mañana ahí y parte de la noche, después nos moveremos, ellos ya han revisado el camino por el que vinieron y no se encontraron con alguien del equipo, así que continuaremos por donde no lo han hecho —explico, asentí—. Mañana veremos que hacer con tu brazo, tal vez alguien sepa como...

     —¿Estas lastimada? —me pregunto la mujer, hasta ahora me daba cuenta de que no le habia preguntado su nombre.

     —Me lo disloque hace unas horas, supongo que por la adrenalina de huir no me ha molestado, bueno, a no ser de que lo toque o lo mueva —respondí, ella se soprendio.

     —Tenemos un doctor, le diré a Jeff que le diga al aquelarre que venga, o tal vez volvamos con ellos, nuestro grupo iba a revisar la prisión por la noche, y hacerlos avanzar mañana, ahora que ya no hay porque continuar, supongo que será mejor volver —dijo, yo asentí.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora