74.

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     Las cosas... las cosas sólo habían empeorado para cuando el sol salió. Carol le había disparado al hombre que iba con las tres mujeres, por lo cual estaba herido y cabreado, y para terminar de joder las cosas, parecía que era la pareja de la chica que dirigía el pequeño grupo de cuatro personas.

     Para cuando los chicos salieron de la estación, ellos nos habían hecho movernos a un costado, donde estábamos cubiertos por los árboles. En un momento mire a Maggie y a Carol, estaban tranquilas, pero, al igual que yo, buscaban una oportunidad para atacar a estas personas, desafortunadamente, ya no teníamos nuestras armas, así que no podíamos actuar impulsivamente, pues estábamos seguras de que no dudaría en matarnos. Mientras veía como caminaba nuestro grupo, también fui consciente de un sonido nuevo en el aire, un motor. Rápidamente lo busqué con la mirada, sin embargo no fue tan difícil encontrarlo, estaba saliendo de un costado de la estación. Al darse cuenta, Daryl reaccionó y lo detuvo, pues si mi vista no fallaba, estaba tratando de huir en su moto.

     Pensé que las cosas se solucionarian con un simple disparo por parte de Rick, sin embargo, cuando el sujeto estaba tumbado en el piso y Rick con su arma en alto, la chica que nos habia capturado decidió intervenir por radio para evitar que matarán a su compañero. Luego de una negociación algo extraña, la mujer jugo su carta principal: nosotras.

     —Pero tal vez les gustaría hablar de sus amigas Carol, Maggie y Vanessa, no querrán que ellas tres mueran y ni siquiera sepan dónde buscar sus cuerpos —dijo, podía ver como Daryl y Merle comenzaban a buscarnos por los alrededores, quise gritar, pero no sabía de qué serían capaces estas personas.

     —¿Puedes darnos una prueba de que están contigo? —pidio Rick, no podía culparlo por ser tan precavido, pero estaba segura que de estar cerca suyo, le habría dado un golpe, para variar amenazaban con matarnos, no podía ser tan desconfiado.

     —Digan sus nombres, nada más. Si intentan algo más, lo sabré —nos dijo la pelirroja, primero le puso la radio a Maggie.

     —Rick, soy Maggie —alcanzo a decir, pues rápidamente le apartó la radio de la cara.

     La siguiente fue Carol.

     —Rick, soy Carol, estamos bien, pero...

     —Suficiente —la corto aquella demente, luego me miró y puso la radio en mi cara—. Tu turno.

     Suspiré y asentí, tenía una sola oportunidad para hablar y darles una ligera idea de nuestro paradero a los chicos, así que debia de ser más lista que estas personas, pero no tan confusa para que no me entendieran mis chicos. Rápidamente pensé en algo, si tenía el sol a mis espaldas, estábamos al este, con suerte podrían buscar nuestras huellas y rescatarnos de ellos.

     —Vanessa West —dije con la cara más seria que pude poner, pensé que habían notado mi pequeño juego de palabras, pero no fue asi, al parecer estaban lo suficientemente tensos como para hacerlo.

     —Ahi lo tienes, están vivas y que sigan así depende de todos ustedes. Te volveré a contactar en una hora y no quiero más juegos —finalizo y cerro el canal.

     —¿Que vamos a hacer con ellas? —pregunto la mujer más joven.

     —Vamos a llevarlas al matadero y notificaremos de esto, ellos sabrán como proceder, necesitamos refuerzos —respondió—. Cubran sus cabezas.

     Y así lo hicieron, nos colgaron nuestras chaquetas, de modo que no veíamos donde estábamos, pero aún así, aproveche ello para tropezarme y dejarle a Daryl y a Merle un rastro más evidente de donde nos dirigiamos. Habremos caminado cerca de quince minutos para cuando llegamos a la carretera. Mientras nos ponían cinta en las manos, alcance a ver la posición de auto donde iríamos, si no cambiaban de ruta, era hacia mi derecha.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora