72.

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     Okey, estaba completamente segura de dos cosas, la primera: había tenido demasiadas expectativas con respecto al lugar; y la segunda: Gregory era un completo idiota. Aunque Jesús había dicho que estaba dispuesto a recibirnos, la realidad había sido otra, no estaba interesado en hablar con nosotros en lo más mínimo, es más, parecía más dispuesto a seguir besándole el trasero a quien fuera Negan, que a intercambiar un par de palabras con Rick.

     —Pero miren cómo están, no me atrevería a hablar con ustedes si también estuviera en esas condiciones, ¿por qué no van a asearse un poco? Hay baños arriba, vayan, vayan —dijo Gregory, automáticamente mire mi aspecto, así como todos hicieron lo propio, no estábamos tan mal, pero su comentario decía todo lo contrario.

     —Siganme —nos indicó Jesús y comenzó a subir las escaleras.

     Un tanto reacios, le hicimos caso. Cuando estuvimos arriba, nos dividimos en los baños, sin embargo, no era una sorpresa quien no quería ni saber de ello.

     —Vamos, Daryl —le dije cuando ya la mayoría había acabado, justo ahora Rick y Abraham estaban en los distintos baños y Maggie, Glenn y Sasha en el piso de abajo.

     —¡Esto es una tontería! —se quejó, suspire justo cuando Rick salía y se secaba la cabeza con una toalla.

     —Vamos, viejo, un sacrificio por el grupo —le animó, él negó y se cruzó de brazos.

     Derrotada le arrebate la toalla a Rick y le pase la parte húmeda por la cara a Daryl, no era un baño, pero mínimamente lucía más limpio, cuando acabe, se le devolví a Rick.

     —Gracias por el préstamo, ahora, con permiso —me disculpe y caminé al baño disponible mientras escuchaba sus risas.

     No sabía cuál era el motivo por el cual Gregory quería que nos asearamos, pero no iba a repelar, había visto por las ventanas sus cultivos y parte del ganado menor que tenían, estaba claro que tenían cosas que necesitábamos y que nosotros éramos lo que ellos necesitaban, aún así, no por ello prometí un baño largo, así que luego de unos escasos cinco minutos, ya estaba secandome el cabello y volviéndome a vestir.

     Apenas salí del baño, busque a Daryl, sólo que no fue una tarea sencilla, pues no estaba esperándome. Comencé a caminar por todo el segundo piso, accidentalmente había terminado en otras habitaciones que me di el lujo de inspeccionar, hasta que finalmente oí su voz y la de Abraham en una de las más alejadas.

     —Oye... ¿Que tal la vida de casado? —le pregunto Abraham a Daryl justo cuando tome el pomo de la puerta, me contuve de abrirla.

     —¿Que? —devolvio Daryl, se le oía confundido.

     —Si, ya sabes, Vanessa y tu pasan mucho tiempo juntos, en una misma casa y...

     —¿Y te quieres mudar con nosotros? —le pregunto Daryl, no había ni molestia o reclamo en su voz, sólo un ligero toque de ironía que hizo reír a Abraham—, ¿Que es lo que quieres preguntar?

     —Bueno, tiene que ver con respecto a la gran cosa que Maggie y Glenn están haciendo... Digo, es algo importante, y nadie puede negar que tuvieron valor para hacerlo.

     —¿Y quieres hacer lo mismo? —inquirio Daryl.

     —No con Vanessa —aclaro Abraham para amenizar el ambiente entre ellos, casi pude oír reír a Daryl—. Es sólo que... ¿Ustedes no han pensando en hacerlo? ¿En intentar algo así de grande?

     —Nosotros... No entre tanta mierda... No podría pedírselo a ella, mientras no estemos seguros en Alexandria y podamos sustentarnos... No —finalizo, en sus palabras podía oír un dejo de dolor, estaba segura de que él sí quería intentar algo tan loco e importante como la paternidad conmigo, pero era consciente de mis peticiones y de que era una locura adentrarnos en ese mundo en estas condiciones.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora