65.

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     Perdón por no haber actualizado la semana pasada, el entrar a la escuela me agarró desprevenida y las tareas rápidamente me asfixiaron, enserio, casi muero al ver que el latín se me había olvidado y que del griego no me acordaba del vocabulario y así, además de que me espantaba el conocer a un profe que decían que estaba cabrón por pasar, pero bueno, ya, ya me aclimate, ya volví y vamos con esto ;), ademas estoy feliz, mi Jeff Hardy peleo y ganó!!!, ahora para WrestleMania, yeiii!!!, aunque se que no va a ganar el título, ya vi a quien lo están perfilando, pero bueno, el próximo 17 a cazar la transmisión por internet. Ahora sí, vamos a la lectura :D


     —Andando, debemos de continuar —nos animo Rick, ya llevábamos dos semanas trabajando en la muralla y todavía no conseguiamos avanzar más de un par de metros.

     —Juro que si nos vuelve a animar, le voy a arrojar lo que tenga en las manos —amenace, frente a mi, Carl y Maggie rieron.

     —Ya somos dos, alguien debería decirle que ser un orador motivacional no es su fuerte —opino Maggie, yo asentí y le devolví el vaso de agua a Carl, ese era su trabajo, de momento.

     Comencé a caminar hacia mi sección y tome la pala que había dejado recargada en un árbol, apenas me giré, vi que Daryl iba hacia nuestra sección, empujando una carretilla.

     —A trabajar —me animo apenas llegó a mi lado, yo asentí y me colgué la pala al hombro.

     —Ya me cansé —dije mientras comenzábamos a caminar juntos—. Entre expediciones, guardias y clases estoy muerta, es más, al final de todo tu deberás de llevarme en esa carretilla —dramatice, él rió.

     —Vamos, en la prisión no te... olvídalo, igual te quejabas —recordo, yo sonreí y lo empuje con mi hombro, nos detuvimos frente a nuestra sección, él tomó la pala que llevaba en la carretilla y comenzó a cavar.

     —Oye, yo no... bueno, sí, un poco —admiti mientras le ayudaba a llenarla—. Ahora sí extraño la música, esto sería más divertido si pudiéramos oír un poco.

     —No, sería arriesgado —interrumpio ahora Merle a nuestras espaldas, me giré y le mire, limpiaba su cuchillo—, estamos llamando la atención de los caminates, hay muchos por los alrededores y están viniendo para acá.

     —¿Y que haces aquí, entonces? —le cuestione.

     —Pasar tiempo de calidad con familia —respondió con sencillez, yo reí y negué.

     —Eso me suena a que lograste molestar a tus compañeros y ahora viniste por nosotros.

     —¡Hey! —se quejó, yo reí y seguí con mi trabajo—, parece que no estás de tan buen humor, ¿a que se deberá? —pregunto con interés, yo me encogí de hombros.

     —No la provoques —le previno Daryl.

     —¿Sera que no han tenido tiempo a solas? —ofrecio, yo me congele, lentamente le mire—. Oh, así que es eso.

     —Nuestra vida privada, se queda privada —le espete mientras me incorporaba.

     —Vamos, es normal... tengo su habitación frente a la mía y no he oído...

     —Para —le interrumpió Daryl cuando vio que tomaba la pala para darle un golpe con ella.

     —Vanessa —ahora la voz de Deanna fue la que se unió a nuestra extraña conversación, escondiendo la pala detrás de mí, la mire.

El Arquero del Fin del MundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora