74. Cuando el villano gana

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El fruto, objeto de gran poder utilizado desde tiempos de los de antes para controlar a las mentes débiles. Objeto que no debió existir, ya que el poder corrompe completamente a la gente sería el caso de la siguiente persona que ha obtenido el fruto.

Dave ha sufrido a lo largo del tiempo todo tipo de humillaciones, rasguños, golpes y la perdida de su ojo, todo por obtener el poder que tanto deseaba. Solo había una persona que no había caído bajo el poder de Dave pero es que no quería que fuera una marioneta a su merced.

Larisa.

Necesitaban un lugar seguro para que ni los templarios ni los asesino empezaran a buscarles un lugar que Dave conocía bien.

La cabina del capitán del Randolph era toda suya, le había despojado todo a su capitán Tyki y el Aquila de Connor.

El estaba sentado en la silla con el fruto sobre la mesa apoyando los pies en la mesa sonriendo.

"¿Quien iba a pensar que yo estaría de capitán cuando fui solamente un tripulante?" pensó Dave mientras se ponía a mirar los papeles que tenía Mikk.

Alguien llamo a la puerta mientras el se colocó, dio paso para que entrará. Era Larisa que entraba con cuidado de no molestar ni nada, no podía quitar ojo a ese fruto que tenía. El miedo le invadía y al menos quería que Dave estuviera tranquilo.

- ¿Me habías mandado llamar? - preguntó Larisa mientras Dave se cruzó de brazos

- Sí, claro. Era por ver que tal has manejado las tareas junto a los tripulantes y por algunas cosas más - dijo Dave mientras Larisa tragó saliva.

Desde que salieron del lugar hace ya dos días, Dave solo le dio las tareas de tripulante, era raro ver a sus compañeros tan obedientes, sin hablar, ni cantar solo el silencio reinaba entre ellos. Dave solo salía a cubierta de vez en cuando dando las direcciones a quien manejaba el timón que era Lavi, quien lo llevaba. A Juana se le había asignado ser la cocinera personal del Randolph, Connor seguía en el Aquila navegando tras ellos y Samanta se convirtió en la bufona que contaba chistes pero eran chiste mecánicos, no había humor en ellos solo monotonía. A Larisa no le gustaba para nada ese ambiente tan vacio, carente de vida...

- Gracias, supongo pero ¿qué cosas? - preguntó Larisa mientras Dave se acercó a ella y le cogió de la barbilla.

- ¿Qué prisas hay? Si total tenemos todo el tiempo del mundo, Lary - dijo Dave en tono seductor haciendo que Larisa sintiera un pequeño vuelco en el corazón - Por ahora quiero comprobar si eres leal a mí y ... - dijo Dave mientras le soltó la barbilla y cogio el fruto - Me vayas a traicionar por liberar a tus amigos y a Tyki.

- No se me ocurría atacar y menos en mi posición - dijo Larisa mientras pensaba que era demasiado arriesgado coger el fruto mientras él desconfiará de ella, tendría que hacerlo cuando tuviera la guardia baja o hacerle cambiar de opinión con respeto a como estaba haciendo las cosas.

- Bueno, pero aún así quiero ver que eres confiable y leal... Estas son las normas que quiero que sigas: 1. No pidas ayuda a la hacienda o a cualquier conocido del duque Mikk, si lo haces habrá más victimas bajo mi embrujo, 2. Al mínimo problema que vea o que hagas, no te controlaré es más te daré el castigo personalmente - dijo Dave en un tono siniestro haciendo que Lara sintiera un escalofrió por todo el cuerpo.

Larisa creía que no le haría nada como cuando pasó lo del fuerte pero podría acabar peor que Samanta si no sabía jugar bien sus cartas... Ella asintió mientras Dave le dijo la última norma.

- Y la tercera norma es sencilla - dijo Dave sonriendo pícaramente - Duermes conmigo - dijo Dave mientras Larisa se sonrojo mucho al pensar en ello.

Breaking The Fourth DimensionWhere stories live. Discover now