21.konoronhkwa

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 Ratonhnhaké:ton nunca se había sentido así, impaciente, nervioso pero preciso en el momento del casi beso, la cuestión era que el anciano le fastidió.

Pero Samanta no se apartó será porque quería o era demasiado tímida para que le dijera que para ¿tímida? No era eso, no habla mucho cuando no conoce a nadie bien pero cuando lo conoce es la chica es más graciosa y sarcástica. Entonces ella también o no...

Connor estaba hecho un lío tenía que hablar con alguien de confianza. Achilles no ya que fue el quien le estropeo el momento, aún estaba enfadado con él. Solo se le ocurrió a alguien con quien compartir esto. Su amigo Kanen'tó:kon. Así que apareció en su pueblo. Kanen'tó:kon viendo a Ratonhnhaké:ton venir tan rápido hacía él. Primero se puso nervioso aunque era su amigo, le asustaba debido a mal temperamento que tiene pero no era eso.

Los dos se fueron a cazar cuando pequeños, Connor fue quien enseño a Kanen'tó:kon no era muy experto e incluso casi se llega ahogar pero no se rindió y entre ambos consiguieron buenas presas. Connor le explico todo, detalle a detalle dejando a su amigo sorprendido, pero mirándole pícaramente. Le puso la mano en el hombro y le dijo:

- Hermano, estuviste a punto de...

- Sí lo estuve no lo pensé, lo sentí y cuando me di cuenta... El anciano nos interrumpió y yo a punto de besarla - dijo Connor estrujándose las manos, era una manía suya, siempre que estaba nervioso e indeciso lo hacía.

- Eso es quedarse con la miel en los labios hermano.

- Lo sé, lo sé, quería que fuera ese momento...

- ¿y ella no se paró?

- No.... No lo hizo

- Vaya, vaya - dijo Kanen'tó:kon, este se acercó más a él - No será que ella también siente lo mismo

- Sí, también lo he pensado, pero después del beso le hubiese preguntado, me hubiese gustado un abrazo, la alegría entre los dos, ver su sonrisa y sus ojos brillar, pero... Fue el viejo y me lo estropeó - dijo Connor mientras disparaba una flecha, pero fallo, hoy no estaba teniendo mucha puntería. Estaba claro que su mente estaba centrada en ella - Y ¿sabes qué? Desde el momento que la encontré a punto de morir, mis sentimientos crecieron más, ella no es como las mujeres de las colonias y de nuestro pueblo, quería decírselo cuando estábamos en Lexington o cuando estábamos en la hacienda, quería demostrarle lo que siento. Pero eso no se me da muy bien, amigo...

- No te rindas, hermano. Ahora son días de paz, aprovecha ahora, sin interrupciones, díselo. Algo se te ocurrirá y esta vez, será tu momento - dijo Kanen'tó:kon mientras estos cogían las presas de su caza, era una buena cantidad respecto a las veces que habían cazado anteriormente. Los dos llevaron las presas al pueblo, Connor se sentía mejor al hablarlo con él ahora estaba más decidido de hacerlo, sabiendo que ella también podía sentir lo mismo. Solo había que dar un paso, él estaba listo para hacerlo

- Gracias amigo por escucharme - dijo Connor dándole en la tripa que era una costumbre suya - Y come un poco menos, amigo mío

-Ratonhnhaké:ton tráela a la aldea para hacerlo oficial, a nuestra gente seguro que le encanta - dijo Kanen'tó:kon, este le sonrió y asintió, había llegado el momento de hacer un plan. El lugar y momento ya sabía lo que iba a hacer pensó Connor mientras andaba a la hacienda para empezar su plan.  

Mientras Samanta...

 - ¿¡¿¡¿Qué?!?!? - dijeron Juana y Larisa al unísono dejando a Samanta sorda de los sorprendidas que estaban, seguramente las oirían en toda la hacienda. Ella les contó acerca del casi beso, cada detalle, lo galante que parecía Connor. Ese momento que casi a Samanta le da un soponcio o un ataque al corazón. Ella se sentía como una nube hasta que Achilles abrió bruscamente y les estropeo el bello momento.

- Cogemos a pisoni, esto no tiene perdón- dijo Juana mientras se ponía de pie y esta fue a calmarla.

- Sí a pisoni, te ha interrumpido tu momento, ese momento... ¡ese momento! - dijo Larisa, la dos estaban igual y ella no menos. Le habían estropeado su momento, darse el beso y decirle lo que sentía, que la elevase y le diera vueltas. Ver su sonrisa que tan pocas veces enseña, pero Achilles abrió la puerta y se esfumó todo como en un sueño.

Samanta también se sentía decepcionada por esto y dudosa, ¿lo volvería a intentar? ¿se rendiría? Espera un momento, ¿rendirse? ¿Connor? Ni hablar. Ella lo conocía bien cuando quiere algo va por ello, este hombre se ha enfrentado a un ejército para poner una bandera en el barco enemigo, se ha cruzado un lago entero para acabar con el hombre que iba a robar las tierras de su pueblo. Eso de rendirse no está en su diccionario.

Samanta intento calmar la furia de estas dos viendo que iban a ir a por Achilles, no era fácil. Si hubiese sido a alguna de ellas, ella se habría puesto incluso peor, hubiesen rodado cabezas... pero de forma metafórica. Pasaron unos minutos y la cosa parecía calmarse, Samanta se sentó, la pregunta de ambas era clara.

- ¿Vas a ir a por él?

- Claro, ¿por qué, no? Por una vez que tenga el final de cuento de hadas que siempre he querido, me da igual Juno lo que diga o lo que haga, teniéndoos cerca a todos. Quiero estar con él yo... konoronhkwa - dijo Samanta dejando a las demás extrañadas de esa última palabra, esa palabra la había dicho la madre de Connor cuando murió en aquel fatídico incendio. Esta vez esas palabras no van a ser dolor, van a todo lo contrario.

- konoronhkwa significa te quiero en mohawk, lo aprendí en el juego, pero en un momento triste de su historia. Voy a decir esta palabra para que vea que también estoy implicada en su pueblo - dijo Samanta segura.

- ¡ooohhh! - dijeron las dos mientras aplaudía - Muy bien Samanta - dijo Juana mientras esta se reía nerviosamente, nunca había hecho, un chico, pero este no es cualquier chico. Tenía los rasgos que ella quería, aunque asustase un poco, pero era mejor que cualquier chico que hubiera conocido. Tocará esperar mientras ocurría, quizá antes o después de lo que ella esperaba, era incierto, intriga.

Mientras transcurría el tiempo, las chicas ayudaron a la gente de la hacienda. Prudence iba a tener un niño muy pronto y le costaba algunas cosas de la granja. Miriam con la caza esta parte a Larisa y a Juana no les intereso así que ellas fueron a entretener a los niños de Terry y Godfrey. Larisa se sorprendió de que los niños conocieran sus historias, esta miró a Samanta. Los niños querían oír más así que se puso de cuenta-cuentos y Juana haciendo los efectos sonoros y sus opiniones en algunas partes, así estuvieron... Pasando el tiempo... A Samanta le parecía eterno no había visto a Connor en toda la tarde. Samanta imaginó que fue a su aldea para verles.

Se hizo de noche, Samanta fue andando a la hacienda, las chicas se fueron a la posada viendo que sus tareas y sus cuentos habían tenido éxito en esto. Samanta entró en la hacienda, estaba todo en silencio, anduvo por la casa. Achilles se fue a dormir y le dejó la comida en la mesa. Esta suspiró, había demasiado silencio solo el ruido de los cubiertos mientras comía.

Samanta fue a lavar los cubiertos e iba a leer un rato, vio algo en su libro. Samanta lo abrió, un sobre en él, Samanta se extrañó viendo que no tenía nombre, pero estaba curiosa y abrió la carta y la leyó atentamente.  

Breaking The Fourth DimensionWhere stories live. Discover now