25. Los secretos de mi capitan

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Una semana después...

En el tiempo que ha pasado, Larisa se había adaptado fácilmente a la vida en el mar, sería porque leía muchas de esas historias o porque le interesaba aprender de ello. Los bucaneros se habían adaptado rápidamente a ella y los que hacían algo indebido o sospechoso eran avisados por el capitán Tyki. A Larisa le dio por pensar estaba celoso, pero era la única dama en el barco. Eso podía traer problemas o no.

Era bastante ágil con respecto llegar a las velas y saltando. Algo que el capitán del barco se dio cuenta. La distancia entre ella y él era notable pero poco a poco Larisa se iba acercando a él. Él lo notaba y le gustaba pillarla de vez en cuando haciendo que esta se sonroje haciendo que Larisa acabe confusa; ¿sentirá él algo? o ¿estaba jugando con ella? Aunque si estuviera jugando con ella, le daría igual lo que hicieran los marineros con ella. Que intriga, pero le gustaba tanto secreto le hacía más interesante y peligroso. Mientras intentaba todo esto, estaba averiguando como sabe de esos objetos, que es lo que oculta y que hace por la noche. Siempre oye ruido desde su camarote.

Quería saberlo, quería averiguarlo. La curiosidad de Larisa aumentaba a cada momento que pasaba los días ahí. La curiosidad puede matar al gato, ella lo sabía. Este gato puede defenderse y utilizar cosas a su favor, pero con cuidado para que la confianza de cierto capitán no cayera.

- Pareces distraída - dijo Tyki viendo que Larisa estaba mirando fijamente al mar.

- No es nada - dijo Larisa mientras Tyki se acercó más a ella.

- ¿Te aburres? - preguntó el mientras Larisa negaba con la cabeza y seguí ayudando a los demás.

- Con el trabajo que tengo no me aburro - dijo Larisa

Tyki miró y le paró tocándole la mano haciendo que Larisa se sonrojará. Tyki vio esto y lo aprovecho a su manera - Ya no tienes tareas, solo una... - dijo Tyki.

- ¿Que sería? - preguntó Larisa un poco nerviosa

Tyki sonrió pícaramente acercándose a ella, su cara estaba muy cerca de la suya. Larisa le latía muy rápido el corazón, parecía que le iba a hacer un ataque al corazón - Entrenar, he visto que en la lucha te manejas con la espada. Quiero ver el nivel que tienes - dijo Tyki alejándose y yendo a por las espadas.

Larisa se relajó viendo esto, creía que la iba a besar o algo por el estilo, estaba claro había jugado con ella. Pero de alguna manera le gustaba ya que de esa forma veía a un Tyki diferente del que aparentaba siendo el capitán de aquel barco. El volvió con las espadas y le dio a Larisa a espada.

- Bien comencemos, muestra el nivel que tienes y si me ganas recibirás algo y si pierdes harás las tareas desagradables - dijo Tyki

- Eso no es justo, ¿por qué tengo que hacer tareas desagradables? - preguntó Larisa ya que ella no tenía el nivel de Tyki en la lucha.

- Sigues siendo prisionera y dijiste que harías lo que sea, gáname si puedes - dijo Tyki presumiendo.

Larisa puso la posición de la espada y Tyki también se preparó. Larisa dio la primera estocada, se fijó en cada detalle de Tyki en la lucha, era elegante y correcto como si le hubieran entrenado, es raro, un pirata o aprende a defenderse de manera diferente, engañosa y rastrera pero la suya elegante, estocadas limpias. ¿Cómo un pirata sabe hacer golpes tan correctos? A menos que sea maestro de esgrima o un noble. ¿Noble? Esa idea no era descabellada. Mientras Larisa se fijaba y hacía sus teorías, Tyki vio también los detalles de su estilo. Correcto, pero no llegaba a ser limpio como el suyo, pero letal. Una forma de lucha que parecía estilo ninja, algo que le sorprende es ágil y aunque no tuviera el nivel que él le ponía mucho esfuerzo.

Breaking The Fourth DimensionWhere stories live. Discover now