La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]

39. Contraataque

LUKE

En el momento en el que ese puñetazo aterrizó en la cara de aquel tipo, todo lo demás empezó a venirse abajo por momentos.

-¿¡Qué coño acabas de hacer!?- gritó escupiendo sangre y tocándose la mandíbula dolorida.

- ¿Quieres otra o...?- le encaró Hugo, pero dos chicos de nuestra banda le cogieron rápidamente de los brazos para evitar que se lanzara encima suya manteniéndole inmóvil.- ¡Soltadme! ¿Qué creéis que estáis haciendo?

Me quedé sin saber qué hacer, mirando a mi amigo casi fuera de sí sin entender absolutamente nada. Una risa a mis espaldas retumbó en el lugar, haciendo que todos miraran en su dirección, pero yo ya sabía a quién pertenecía aquella risa y me negaba a mirarle a la cara.

- ¿Qué ocurre? ¿Tanto jode escuchar la verdad?- oí entre carcajadas de superioridad.

- Michael, déjalo ya...

No pude evitar cerrar los puños al escuchar aquella segunda voz. Estaba cerca nuestra, el muy gilipollas la había acercado al foco de la pelea y no podía hacer nada por sacarla de allí sin salir inmunes. Apreté la mandíbula y simplemente aguanté mis ganas de girarme y partirle la cara a aquel pijo con complejo de punk.

- ¿Por qué debería? Vamos Ally, diviértete un rato.- rió aún más.- ¡Tú, Hemmings! ¿Te ha comido la lengua el gato?

Decidí ignorarlo. Intenté pensar en cualquier otra cosa que no fuera él. No podía ni quería salirme de mis casillas, yo no era así, pero esta situación estaba empezando a poder conmigo por segundos y era consciente de que no estaba al cien por cien de mis posibilidades.

- ¡Y aquí señores, es cuando el "gran" grupo de Hemmings esconde el rabo entre las piernas!

-Michael...- volvió a hablar Ally.

Todo el mundo empezó a cuchichear en mi dirección. Levanté la mirada y me topé con la de Hugo, mirándome atónito, como si esto no estuviera pasando. Ni siquiera yo entendía el motivo de mi estado, apenas podía moverme y estaba maldiciendo en mi interior el haber salido de casa tan rápido y haber sido tan gilipollas.
Esto era como estar en una jaula de animales y ser incapaz de hacer nada, todo el mundo mirándote como una puta atracción de circo mientras que no puedes hacer otra cosa que observar.

-¡Luke!- gritó Hugo y se deshizo de nuestros dos compañeros para poder acercarse a mí y así agarrarme de los hombros para tambalearme.- ¿Qué diablos estás haciendo?

La risa de Michael volvió a retumbar en todo el lugar acompañada de todo su bando. Apreté aún más los puños y todo lo siguiente fue borroso y silencioso.

Las voces cesaron por unos segundos y cuando quise darme cuenta mis nudillos estaban rojos y Michael estaba tirado en el suelo siendo socorrido por otros dos miembros de su bando.

-¿Luke?- la voz de Ally fue casi un susurro.

Sus profundos ojos marrones me fulminaron. Su cara de horror lo decía todo, la había cagado delante suya.

- Ally, yo...- susurré.

Pero no pude continuar, una mano agarró mi brazo y tiró de mí al interior del grupo justo antes de que un tipo castaño casi tan grande como yo se abalanzase sobre mí buscando venganza por partirle la cara al perrito faldero de Diego.
De un momento a otro todo el mundo empezó a arremeter unos contra otros, tres bandos peleando sin motivo ninguno y yo estaba alejándome de allí. Cuando fui consciente me zafé del agarre que me alejaba de allí y paré en seco viendo a mi mejor amiga mirándome con preocupación.

- Ni se te ocurra volver.- ordenó mirándome a los ojos.

- Pi, Ally está allí...- dije casi en un susurro.