La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]

33. Le tengo miedo

Una línea... Otra línea... Una debajo de otra... Sintagma por allí, complemento por acá... La cabeza de Ally poco a poco estaba convirtiéndose en una bomba de relojería que explotaría en cuanto menos se lo esperasen como su profesora de lengua no dejara de analizar sintácticamente aquellas infinitas frases que apenas cabían en la pizarra. Odiaba con toda su alma aquella parte de la asignatura, no le veía ninguna utilidad al poner una línea dentro de otra señalando la función de las palabras dentro se una frase, en Inglaterra todo era más sencillo y simple, mientras que aquí el cúmulo de funciones para cada tipo de palabra la estaba volviendo loca.

- Entonces, ¿Alguien me podría explicar por qué podemos sustituir el complemento indirecto en esta frase?... ¿Nadie?- habló la profesora dirigiéndose a la clase.- ¿Allyson?

-¿Sí?- preguntó dirigiendo su mirada a su profesora de avanzada edad, que según ella era un auténtico clon de la mujer que hacía los trajes en Los Increíbles.

- Contéstame a la pregunta.- enarcó una ceja cruzándose de brazos.

- Esto... Yo...- mordió el bolígrafo nerviosa, si ya estaba volviéndose loca eso había conseguido que su cerebro explotase silenciosamente.

- Le, les y se.- contestó una voz muy familiar al otro lado del aula.

- Muy bien Diana, al menos alguien aquí estudia, yo que tú me pondría las pilas ya, Allyson. El examen es dentro de tres días.- chasqueó la lengua y se giró para seguir analizando la frase.

Todo el aire que tenía contenido en los pulmones desde hacía rato salió en forma de suspiro dejándose caer sobre sus brazos cruzados bajo la atenta mirada de su compañera de pupitre. Diana la había salvado de un estrépito ridículo sin motivo, no habían hablado desde hacía mucho tiempo y aunque hubiera algún que otro momento en el que se cruzaban en los pasillos y en la clase, no pasaban de una sonrisa o un cruce de miradas. Ally se levantó de la mesa incorporándose y miró hacia atrás para observar a lo que un día fue su mejor amiga, la cual la miraba sin ninguna expresión. Con una sonrisa Ally le dio las gracias articulando solo los labios, a lo que Diana le correspondió con una sonrisa y un gracias.

Esto tenía que acabar ya, no soportaba que su mejor amiga ni siquiera la dirigiera la palabra aunque en el fondo sabía que toda la culpa había sido suya, por lo que tendría que prepararse un buen discurso y tragarse toda su orgullo para volver a ser lo que un día fueron. Odiaba su maldito carácter, a veces era tan orgullosa que ni se daba cuenta de que se alejaba de las personas que quería por no mirar más allá y centrarse en ella misma.

Con fuerza cogió el bolígrafo y notó como este sonó a roto en su mano sintiendo una gran punzada en su palma. Al soltarlo un poco de sangre empezó a correr por su mano haciendo que casi manchara sus estúpidos apuntes de sintaxis, aunque el sonido de la puerta abriéndose la sacó de su trance y al observar hacia ella vio a un niño de como mucho 14 años en el marco con un papel en la mano. La profesora se acercó a él y cogió el papel para poder leerlo pegándoselo casi al cristal de sus gafas, después elevó la vista hacia la clase y clavó sus ojos de huevo en Ally.

- Allyson Payne, la coordinadora quiere verte.

Aquello era raro, muy raro, ¿Por qué querría verla la coordinadora? Ella no había hecho nada malo ni necesitaba ninguna ayuda, pero no iba a hacer esperar a nadie y más con aquellas enormes ganas de perder de vista a su odiosa profesora, así que sin vacilar se levantó y caminó hacia la salida escondiendo su mano algo ensangrentada y dolorida. Ya fuera el niño se quedó mirando a la chica esperando alguna reacción por su parte.

- Esto... ¿Dónde está el despacho de la coordinadora?

- Por allí.- señaló a un lado del pasillo.- ¡Adiós!