La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]

43. Nightmare

ALLY

Hacía frío, más de lo que recordaba y las sábanas apenas hacían su función de resguardarme de él. Tiré de ellas intentando taparme hasta el cuello, sintiendo aún mi falta de ropa debido a la aventura de la noche anterior.

"Luke".

Abrí los ojos de par en par y giré mi cabeza buscando a la persona que se había adueñado de mis pensamientos, pero sentí como mi corazón se paró unas milésimas de segundo al darme cuenta de que estaba totalmente sola.

Me senté en la cama tapándome con las sábanas el cuerpo pese a que estaba totalmente sola, la ventana de la pequeña terraza estaba abierta de par en par y por ella corría una brisa causante del frío que sentía. Miré a todos lados, buscando a alguien, pero efectivamente estaba totalmente sola.

-¿Luke?- silencio- ¿Luke? Vamos, deja de jugar.

Inmediatamente escuché una risa que erizó cama milímetro de mi piel acompañándolo de un escalofrío. Tapé más mi cuerpo y miré hacia la puerta, la cual se abría poco a poco dejando que aquella risa se escuchara cada vez más cerca.

-Vaya Ally, veo que no se te puede dejar sola ni un poquito.

Mi cuerpo empezó a temblar como hacía mucho tiempo no lo había hecho, ni siquiera recordaba cual fue la última vez que sentí aquella sensación.

- Deja de mirarme así, ni que hubieras visto un fantasma. - se apoyó en el marco de la puerta con una amplia sonrisa sarcástica y cruzó sus brazos sobre su pecho.

- Diego... Yo...- tartamudeé.

- ¿Sorprendida?- no tuve palabras para contestar ya que estas no salían de mi boca, lo cual hizo que él riera de la misma manera que lo había hecho minutos atrás.- La verdad es que no sé de que te sorprendes, sabías que este momento llegaría algún día.

Poco a poco aquel hombre al que tanto temía fue acercándose hasta que llegó a la cama, en la cual se subió gateando hasta acabar enfrente mía. Yo por el contrario me había encogido lo máximo que pude contra el cabecero de la cama.

- Vamos, no huyas pequeña.- tocó mi cara con sus dedos.

-¡Luke!- grité con todas mis fuerzas.-¡Luke!

Y de nuevo una risa resonó en mis oídos al gritar aquel nombre, con la pequeña diferencia de que esta vez no fue Diego quien rió... Sino aquella persona a la que llamaba.

Giré mi cabeza hacia la terraza abierta y de ella salió Luke, vestido con la misma ropa del día anterior, con ambos brazos cruzados sobre su pecho y sin dejar de reír.

- Vamos Ally, ¿De verdad fuiste tan tonta? Todo esto estaba planeado- sonrió y se apoyó en el marco de la puerta.

- No entiendo nada...- conseguí decir y sentí mi garganta arder al hacerlo.- ¿Qué diablos está pasando?

- Todo esto fue un juego.- habló Diego y pasó su pulgar por debajo de mis ojos apartando unas lágrimas que no pude controlar.- No llores... No quiero verte así. Recuerda que soy tu novio.

Un escalofrío volvió a recorrer mi cuerpo de arriba a abajo y sentí que las lágrimas se acumulaban cada vez con más fuerza en mis ojos al volver a escuchar la risa de Diego, esta vez acompañada de la de Luke.

- Al final no fue tan difícil...- intervino Luke y se incorporó empezando su camino hacia la puerta.- Vámonos de aquí, ya está todo hecho.

- Oh no... Aquí no está todo hecho.- me miró directamente a los ojos y pude verme reflejada en ellos.- El castigo por haberme sido infiel no ha hecho más que emoezar, rubito.