15. Tres días

3.3K 208 9
                                    

Hacía mucho tiempo que Ally no pasaba una noche tan buena como aquella. Por primera vez en mucho tiempo al despertarse se sentía llena de fuerzas y descansada, sin haberse despertado a media noche un par de veces como de costumbre. Desde que se mudó a Madrid, pocas habían sido las veces que había conseguido dormir todo lo que debería para sentirse llena de energía, quizá era por el cambio de aires o por el estrés de los exámenes, pero sin duda aquella noche había sido como un regalo para ella.

Se desperezó estirándose y frotándose los ojos totalmente renovada y cogió su móvil que descansaba encima de una pequeña mesa de noche a un lado de su cama. Era la una de la tarde, sin duda había dormido como un tronco. Volvió a dejar el móvil en la mesita y quedó boca arriba observando el techo.

Luke.

Mierda, Luke. Como si un calambre le hubiera dado por todo el cuerpo giró sobre la cama y se asomó donde esa misma noche había dormido Luke. Se le había olvidado por completo que había estado con ella, pero para su sorpresa y suerte, allí no había ni rastro del rubio por ninguna parte, ni siquiera la manta y la almohada en las que había dormido estaban, era como si nunca hubiera dormido allí.

Se levantó a todo correr y empezó a mirar por todos lados, pero no había ni un indicio de que hubiera estado allí, era como si lo hubiese soñado, pero no, Luke estuvo allí la noche anterior. Pasó una mano por su cara y se dirigió a su baño para lavarse la cara y ponerse las gafas si no quería matarse por el camino, al entrar se lavó la cara con agua helada y al mirarse al espejo encontró por fin una señal de que no estaba loca, que realmente aquel imbécil estuvo allí.

"Dicho y hecho, no me des las gracias por haber dormido contigo, Pokemon. PD: estás muy guapa durmiendo, tanto que tomé un pequeño recuerdo. Luke."

Al leer la nota que había pegada en el espejo Ally sintió unas ganas sobrenaturales de coger del cuello a Luke y matarlo en el intento, al volver a mirarse en el espejo vio como sus mejillas ahora eran de color rojo. Si de verdad le había sacado fotos durmiendo, a saber lo que podría hacer con ellas. Arrugó la nota en su puño y la tiró a la papelera como si de un balón de baloncesto se tratara. Una cosa tenía clara, no se debe jugar nunca con Luke Hemmings.

******
******

- Papá, en un rato vendrá un amigo ha hacer un trabajo de clase... ¿Sobre qué hora os iréis? - preguntó Ally desde el marco de la puerta a su padre, el cual estaba recostado como de costumbre en su sillón mientras veía la televisión.

- Cuando veamos quien es ese chico y que de verdad viene a hacer un trabajo, ya te lo dije antes. - dijo sin mirarla.

Sin duda, desde la pelea con su padre su relación no había vuelto a ser la misma, tanto que tuvo que mentirle diciendo que Diego vendría a hacer un trabajo a casa y que si no venía esa misma tarde ambos suspenderían la asignatura, aunque por suerte esa mañana a su madre la habían llamado diciéndoles que tenían una cena importante en casa de uno de sus jefes y que tendrían que asistir los dos. La suerte hoy estaba de su lado.

Tras lo de esa mañana Ally no dejó de mandar mensajes a Luke y de llamarle sin ningún resultado. En lo poco que le conocía una cosa había descubierto de él, que siempre tenía el teléfono en silencio y sin vibración. Para colmo esa estúpida manía de quitar la hora de conexión consiguiendo que no pudiera comprobar si había o no leído sus mensajes.

Su madre bajó del piso de arriba interrumpiendo a ambos y calmando la tensión que se sentía a kilómetros.

-¿Tardará mucho tu amigo, cielo? - preguntó poniéndose los pendientes.- Si no salimos en breves llegaremos tarde y cualquiera le lleva la contraria al viejo de tu padre.

La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora