16. Amenazas

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Como de costumbre, el sonido que aquellos coches emitían desde sus enormes amplificadores colocados en los maleteros los temas electrónicos más cañeros y motivadores eran como una droga para Luke. Aunque la noche anterior no hubiera pegado ojo en el tiempo que estuvo en casa de Ally y le hubiera dejado para el arrastre, aquellas fiestas sin duda le recargaban las pilas de una manera sobrehumana e inexplicable. Mientras que al resto de gente las fiestas les chupaban todas las fuerzas, a Luke le hacían sentir más vivo y lleno de energía.

Esa noche la fiesta se celebraba en casa de un conocido de Hugo, bueno, mejor dicho en la casa y alrededores, ya que todo el mundo se concentraba en la calle, jardín e interior de la casa.

- Pues no está mal la casa, quizá un poco pequeña, pero aceptable.- dijo Pi examinándola mientras los tres iban adentrándose en el interior.

- No te quejes, si quieres quédate fuera con el frío como todos esos paletos.- contestó Hugo divertido.- Creo que con un par de copas el abrigo te sobrará.

- Ni de coña.- chasqueó la lengua.- Lo único que quiero es beber, bailar y liarme con alguien de una puta vez, que estoy harta de los puñeteros exámenes.

- Amén hermana.- rió Hugo entre dientes.

- ¿Y tú rubia?- preguntó Pi a Luke.- ¿Qué planes tienes?

- Te he dicho mil veces que no me digas rubia...- suspiró el aludido.- Un poco de lo mismo, necesito despejarme ya o me dará algo.

Los tres entraron en la casa y la música chocó sobre ellos como un golpe de adrenalina haciendo que su sangre corriera con más velocidad pidiendo a gritos alcohol. Enseguida Pi se adentró en la cocina a por algo de beber mientras que Hugo y Luke se dirigieron al salón donde estaba todo el mundo concentrado. La mano de Hugo se posó en el hombro de su amigo deteniéndole y haciendo que este le mirara.

- En serio tio, aún no me creo que ayer durmieras en casa de Ally... Se te va a ir de las manos.

- Mejor dicho, "dormir"- hizo el gesto de comillas con los dedos en la última palabra.- ¿qué pasa? No pasó nada, no te rayes hombre.

- Te llega a pillar su padre y te capa en el momento, Luke.

- Pero no pasó, ¿Vale? Ahora vamos a divertirnos, necesito pillar esta noche o me acabaré volviendo loco.- chasqueó la lengua librándose del agarre de su amigo.

Giró sobre sus talones y se dirigió a un lado del enorme salón. Allí se apoyó con la espalda en la pared y se sacó del bolsillo un cigarro que se llevó a los labios y encendió con el mechero. Sí, esto era vida, la música penetrando en sus oído y la nicotina llenándole los pulmones eran un auténtico subidón para él.

Fijó su vista en el centro de la pista, donde numerosas chicas con falta de ropa bailaban de una manera que sin duda le volvía loco por mucho que intentara disimularlo. Recorrió el lugar con la mirada y notó como no muy lejos de él una morena envuelta en un diminuto vestido negro ajustado le comía con la mirada. Inconscientemente sonrió levemente mientras expulsaba el humo de su cigarro y guiñó un ojo a aquella chica. De un momento a otro la chica se acercó a él de la manera más seductora que Luke pudiera imaginar y quedó a un paso delante suya.

- Veo que el gran Luke Hemmings está algo solo esta noche...- dijo pasando su dedo índice por el pecho de Luke.

- Se podría decir que aún no he encontrado a mi acompañante esta noche.- contestó seductivamente sin despegarse de la pared aún con el cigarro en la mano.

- Un chico como tú no puede estar solo...- se relamió los labios.- Soy La...

- Ssssh.- la calló poniendo su dedo índice sobre sus labios.- Dentro de un rato ni me acordaré, ni te molestes.- sonrió contagiándole su sonrisa a la morena. Al final le resultaría más fácil de lo que había planeado.

La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]Where stories live. Discover now