La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]

23. Rompiendo muros

- ¿Pe-pero qué?- fue lo único que Luke consiguió articular.

-¿Quién es, Yoli?- preguntó Ashton, el padre de Luke, apareciendo con una taza de café desde el salón. Observó a la chica y luego a su hijo sin entender, volvió a mirar a Ally y una sonrisa apareció en su rostro al instante.- Vaya, una cara nueva, soy Ashton, el padre de Luke, encantado.

- Yo soy Ally, encantada.- sonrió la chica alegremente y se dieron dos besos.

-¡Eh! ¡Sigo aquí!- reclamó Luke, el cual se encontraba en el segundo escalón de la escalera con el ceño fruncido. Miró a Ally y esta se encogió un poco debido a la brusquedad de su mirada.- ¿A qué narices has venido?

- Dijiste que podías hablar, ¿No? Pues prefiero hablar en persona.- dijo encogiéndose de hombros obvia.

- Pues yo no quiero, así que vete.- bufó el rubio.

-¡Luke! ¿Qué modales son esos? - le reclamó su padre con el ceño fruncido, lo cual hizo que un pequeño escalofrío recorriera su cuerpo.- Si la chica quiere hablar contigo, lo hará, que para eso se ha tomado las molestias de venir.

- Pero...

-¡Ni peros ni ostias! - le cortó.

Con un gran suspiro y sin posibilidades de quedar por encima de su padre, Luke no tuvo otro remedio que acceder y hacerle caso. Sí, podía ser todo lo estúpido, egocéntrico y mandón, pero cuando se trataba de sus padres era algo totalmente distinto, tenía que hacerles caso en todo si no quería que cualquier día una maleta estuviera en la puerta y la cerradura cambiada.

- De acuerdo, sube.- rodó los ojos y empezó a subir las escaleras.

Sin vacilar, Ally le siguió rápidamente ya que este andaba casi a zancadas en comparación con ella. En ningún momento dejó de mirar la casa, era realmente grande a comparación con la suya, aunque bueno, qué decir si se encontraba en una mansión. Al llegar al piso de arriba se encontró con un gran pasillo repleto de puertas por todos lados, ¡Parecía un hotel con tanta puerta!

- No tengo todo el día...- dijo Luke llamando su atención.

Ally sacudió la cabeza y fue hasta el chico, el cual se encontraba frente a una puerta exactamente igual que las otras, pero a diferencia de las demás, había una cinta de prohibido el paso como las de los policías americanos en esta. Luke abrió la puerta y dejó cortésmente pasar a Ally, al entrar su boca calló casi hasta el suelo, aquella habitación era casi como todo su salón y se quedaba un poco corta. Una gran cama de matrimonio estaba junto a la pared, dos enormes estanterías repletas de libros y numerosos pósters de grupos que no conocía decoraban las oscuras paredes de su habitación, sin contar el enorme ventanal que había a un lado.

- ¿Y de qué querías hablar?- volvió a llamar Luke su atención acompañado de una tos fingida. Cerró la puerta y se sentó en el borde de su cama, Ally por el contrario prefirió quedarse de pie donde estaba.

- Sobre ayer...

Un enorme suspiro salió de la boca de Luke y cerró los ojos echando su cabeza hacia atrás.

- ¿Qué quieres saber? Imagino que te estará comiendo bastante la cabeza como para hacerte venir aquí, ¿Me equivoco?

- No, no te equivocas.- mordió su labio inferior, como odiaba que Luke siempre tuviera la razón en todo.- Quería saber quién es Laura.

Como si un fantasma hubiera pasado los ojos de Luke se abrieron como platos y miró fijamente a Ally con el ceño ligeramente fruncido. Al ver su reacción Ally se sentó a su lado dejando en el suelo su bolso y chaqueta, él ni siquiera se inmutó, simplemente la siguió con la mirada sin entender.