36. Basta de huir.

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ALLY

Aún sentía el cansando por todo mi cuerpo, sobre mí caían las secuelas de una noche prácticamente en vela dando vueltas en mi cabeza a todo lo ocurrido el día anterior. Levanté la vista y pude observar la hora del reloj de mi mesilla, las 10:00 am. Mierda, había perdido un día de clase. Bufé resignada y giré sobre mí misma en la cama encontrándome al motivo de mi cansancio, dolores de cabeza y falta de sueño. Sus ojos estaban cerrados, su boca ligeramente abierta y su flequillo caía revuelto por su frente. No pude evitar sonreír con aquella escena, parecía un niño pequeño aun por su pirsing del labio.

La noche anterior le obligué a dormir en el suelo, pero tras un buen rato de insistencia y pucheros, acabé cediendo y dejándole un sitio en mi enorme cama con la condición de que no se le ocurriera cruzar la mitad de esta.

Le observé durante unos minutos más intentando descifrar lo que estaría soñando, todo lo que le pasaba por la cabeza o simplemente descifrarle a él EB su totalidad. Pero incluso así de cerca y en paz, era completamente imposible saber lo que pasaba por la cabeza de Luke Hemmings.

Resignada me levanté con cuidado de no despertarle y me dirigí al baño a darme un ducha para relajarme de tantas emociones acumuladas. Ya dentro de la bañera el agua empezó a caer por todo mi cuerpo como un huracán llevándose por delante todas las preocupaciones, hasta que al cabo de unos minutos el teléfono fijo de la casa empezó a sonar rompiendo mi paz. Corriendo salí de la ducha y enrollé una toalla por mi cuerpo, el sonido había cesado y algo dentro de mí sabía la respuesta de porqué había dejado de sonar. Abrí la puerta de par en par y efectivamente mi interior no me había fallado.

- Sí, soy yo... ¿Mi hija?... Oh, no se preocupe, está en cama con gastroenteritis... Sí, horrible, la pobre no para de ir al baño... No se preocupe, el lunes podrá volver a incorporarse... De acuerdo, gracias y hasta luego.- colgó el teléfono y me miró pícaro.

Luke seguía en la cama, había alargado el brazo para coger el teléfono de la mesilla y había contestado a lo que me imaginé que fue el colegio explicándose el porqué de mi ausencia.

-¿Qué ha pasado?- pregunté jadeante debido a las prisas que me había dado en salir del baño.

- Era la recepción del colegio, me preguntaban el porqué has faltado.- me miró enarcando una ceja y pasando sus manos detrás de la cabeza quedando apoyado en la parez.

- ¿Haciendote pasar por mi padre?- negué con la cabeza.- Espera...¿¡Le has dicho que tengo gastroenteritis?!

- Estabas en el baño, no se me ocurría otra cosa, nena.- se encogió de hombros.

- Yo... Yo... Yo te voy a matar.- golpeé mi frente de la frustración.

- Empieza, estoy listo.- se burló.

-Imbécil.- me dirigí de nuevo al baño.

- Preciosa.

Antes de cerrar la puerta cogí un zapato del suelo y gracias a mi fuerza y mi puntería conseguí darle directamente en el pecho consiguiendo una serie de maldiciones por su parte.

-0-

-Tenemos toda la mañana libre. ¿Qué te apetece hacer?

- Nada, solo quiero que te vayas de mi casa, Luke, a saber cuando aparecerán mis padres.

- Tú me llamaste, tú me soportas ahora.- me guiñó un ojo y se tiró en el sofá quedando boca arriba.

- Eres peor que un niño pequeño. Casi prefería al Luke que me insultaba y no me dirigía la palabra que al comodón y tocapelotas de ahora.- me quedé mirándole con ambos brazos cruzados sobre mi pecho frente al sofá.

La Sombra de las Estrellas [Luke Hemmings]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon