Extra * Promesa cumplida

820 114 48
                                    

Las notas músicales jugueteaban en sus oídos provocandolé cosquillas, acababa de despertar y estaba en la cocina checando que desayunarían ese día.

La primavera de Vivaldi invadía todos sus sentidos.

-¡Gege!

Hasta que el grito de Yibo lo sacó de su trance matutino.

-¡¿Qué pasa?! --entró a la habitación con preocupación.

-¡Hay un bicho en la pared!

Tenía que coseguirse un novio cobarde.

-Es solo un grillo, debio entrar por la ventana abierta.

Tomó al animalito con una hoja de papel y lo dejo sobre la plantita que descansaba en el alféizar de la ventana

-¡Es horrible!

-Yibo, te aseguro que tu luces mucho mas horrible a sus ojos --cerró la ventana para que el pobre niño asustado dejara de quejarse --¿qué quieres desayunar?

-Quiero cereal de chocolate --como si el incidente del grillito no hubiera sucedido, Yibo recuperó rápidamente la compostura.

-Sera cereal de avena entonces.

-¿Por qué?

-Se acabó el de chocolate.

-No me gusta la avena, por que no vas a la tienda a coprarme de chocolate.

-¡Usa tus propias piernas y ve a comprarlo tú!

-No, me caí ayer de la skateboard, me duele el píe.

Sabía que eso no era cierto, sabía que no comería tampoco el cereal de avena, así que no le quedo de otra que ir a la tienda mas cercana a comprar el cereal de chocolate.

Mientras volvía se vio reflejado en el cristal de un comercio cercano, con su pijama aun puesta con sus bolsas de compras en las manos, si su padre lo viera en este momento se burlaría de él.

Siempre que consentía a Yibo, cada vez que cedía ante él, cada que perdonaba sus actitudes infántiles, siempre veía con claridad a su padre sosteniendo un letrero grade con letras rojas y brillantes que decia "te lo dije".

Esa noche mientras terminaban de recuperarse luego de un par de horas de juego sexual comenzaron a conversar, ni uno de los dos parecía tener sueño.

-Pronto sera mi cumpleaños, ahora que lo recuerdo... no me has dicho que me daras de obsequio, siempre vas preguntandome a mi todo el tiempo que te obsequiare.

-Y siempre dices que no debo preguntar porque debe ser sorpresa, no te dire.

Tuvo que golpearlo, uso su palma para golpear el pecho, pero el otro no se molestó.

-Esta bien, recuerdo que mi regalo no fue lo mejor.

-Cierto, mi regalo es diez veces mejor.

Quería asfixiarlo hasta la muerte, pero se lo tenía merecido por andar de curioso.

-Mejor vamos a dormir antes de hacer algo de lo que me arrepienta.

Al día siguiente hacía cuentas a la antigua usando una calculadora y el cuaderno que utilizaba siempre para anotar gastos y pendientes. Le sosprendía saber que a pesar de que sus gastos se duplicaron cuando Yibo se mudo con él y que este aportaba una mínima cantidad de dinero a la casa, aun así habían podido ahorrar unos cientos de yuanes en su cuenta de banco.

Si seguían a este ritmo podían darse el lujo de viajar en navidad a las montañas para esquiar como siempre había deseado.

Claro que esos 500 yuanes no los llevaròan muy lejos, pero si se lo proponían, podian pagar todo con su tarjeta de crédito y tal vez el viaje sería completamente líquidado en un año.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Oct 05, 2020 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

COINCIDIRWhere stories live. Discover now