Zhan y Yibo se encuentran por casualidad en un transitada avenida de Beijing. Una pequeña historia de amor se empieza a escribir a partir de ese momento, simple y sencilla.
Los sentimientos estan presentes y son tan fuertes que parece, han estado ah...
Por fin había conocido a Meng Zi Yi, la niña de la que escuchó y sintió celos infinidad de veces. ¡Que lastima que hubiera sido en estas circunstancias!
Un día llegó a su casa y lo arrastró hacía un parque descuidado cerca de su hogar, dijo que le tenía noticias sobre Nian Zhen, solo tuvo que decir eso para que el accediera a escucharla.
Nunca imaginó que lo que le diría era que el pobre niño, al que le rompió el corazón un par de años atras, estaba muriendo.
Todos lo sabían, lo sabían los médicos, sus padres, su mejor amiga y ahora tambien lo sabía él. El único ignorante de la situación era el mismo Nian Zhen, nadie había querido decirle nada, temían que si se enteraba de que estaba deshauciado haría alguna tontería.
Ya había un historial, cuando se enteró que tenía cancer, lo primero que hizo fue volver apresuradamente a declararse a un hombre próximo a casarse. Regresó a su casa, derrotado y sin ganas de nada, ni de vivir, ni de evitar que su enfermedad avanzara, por esto mismo sus padres temían decirle la verdad, creyeron que lo mejor para él era vivir en tranquilidad lo poco que le quedaba.
Wei Qi no pudo dormir ni comer después de escuchar la verdad. La culpa se comía su vida poco a poco, tan solo pensar que lo había rechazado era sentir como le clavaban una daga en el pecho.
No era dolor, pero dolía. No era muerte, pero mataba.
Tomó la decisión de correr hacía él para cuidarlo y protegerlo de lo que sea que se avecinara, pero había un problema... dos problemas en realidad y tenian nombres, Xuan Lu y Fan Xing.
Empezó reuniendo la mayor cantidad de dinero que pudo, no fue mucho, pero cuando se dio cuenta que no podría conseguir mas, dio inicio a su plan.
Ese día llegó antes a su casa, en un bolso pequeño metió un par de cambios de ropa y fotografías de sus padres e hijo, sentía que no los vería mas, así que lo creyó conveniente. Fue hasta la casa de la mujer que cuidaba a Fan Xing y lo llevó de vuelta con él.
Esperó un par de horas hasta que Lu Lu llegará del trabajo. Aprovechó ese tiempo para darle una última ducha a su hijo, le cambió la ropa y lo alimento, él también comió, no sabía hasta cuando entraría algo de comida a su boca nuevamente. El pequeño se durmió y él simplemente se quedo observandolo, tratando de recordar cada centimetro del rostro de su bebé.
-Gege ¿por qué no me dijiste que recogerías a Fan Xing? -Su esposa acababa de entrar y su estomago se encogió.
-Perdoname, yo... no tuve tiempo de avisarte, salí temprano de la fábrica y decidí recogerlo.
-¿Qué pasó?, nunca te dejan salir temprano ¿ocurrió algún accidente? -Preguntó algo nerviosa, estaba nerviosa desde que la vecina le informó que Wei Qi había recogido al niño.
-No paso nada, no te preocupes, simplemente renuncié... y bueno ahora estoy aquí.
-¡Renunciaste! ¿por qué hiciste eso?, ¿acaso tienes ya un mejor empleo? -Empezó a alterarse y Wei Qi simplemente suspiró.
-Lu... yo... -Era difícil, iba a decirle adiós a la única mujer a la que quiso un poquito, a la madre de su hijo. -Yo...
-¡Habla ya!, ¿es que eres retrasado?
-¡Yo me voy! -Las palabras salieron tan suave y tan fácil que se sorprendió.
-...
-¡Me voy!, ya no vas a verme nunca. Te dejé dinero en el cajón donde guardas tu ropa, no es mucho pero te ayudará un par de meses. -La miró, tenía que ver el desastre que estaba causando.
Ella estaba quieta, con una expresión que él no pudo descifrar, ¿incredulidad?, ¿odio?, ¿tristeza?, ¿confusión?... ¿qué estaba pensando?
-Estas loco... jajajajaja -Empezó a reir, pero al ver que él no cambiaba su expresión, la risa se volvió llanto. -¡Maldito! ¿qué estas diciendo? ¡que demonios dice!, ¿por qué... por qué me haces esto?... ¿por... -Ya no pudo continuar, se desplomó en el suelo y justo ahí vio el pequeño "equipaje" de Wei Qi.
-Lu perdóname, perdón... perdón... pero él... me necesita. -Las lagrimas se hicieron presentes, ver a su esposa en esa condición no lo conmovió tanto como pensar en Nian Zhen postrado en una cama.
-¿Él?.. jajajaja... me dejas jajaja... ¡me estas dejando por él! -Ya lo sabía, la niña siempre lo supo.
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XUAN LU
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MENG ZI YI
*Estas fotos no las édite, las dos son tan lindas, que tenían que verse todos sus colores❤
