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-No me des las gracias, no entiendo mucho lo que esta pasando, pero ver el estado de tu novio esa noche...

-Esta bien, no te quedes callado... mira Zhuo Cheng, yo... en verdad te aprecio, te considero alguien cercano y alguien confiable.

-¡Vaya!, no se que decir, esas palabras viniendo de ti me causan sentimientos encontrados.

-Te lo digo en serio, deberías alejarte de Hai Kuan, él no merece tu atención.

Yibo sabía que Zhuo Cheng venía de una familia de clase baja, que si se esforzaba el doble que la mayoría era por que quería darle estabilidad económica a su familia, sentía que era un peligro para su amigo seguir cerca de Hai Kuan.

-No soy tan ingenuo, no le he dado nada, ni se lo dare, tengo mi orgullo y dignidad.

Yibo le dedicó una ligera sonrisa, sabía que era cierto, Zhuo Cheng no era tan buena persona ni tan amable como Zhan.

Después de despedirse, ambos se fueron por caminos separados, Yibo iba a un lugar, la bodega a la que Hai Kuan llevaría al maldito hombre responsable de molestar y asustar a Zhan.

*

-Eres increíble Chu Yue Peng, pensé que, luego de que te desapareciste, no volvería a saber de ti, ¿cuándo volviste a China?

Un hombre, que ya presentaba signos de lucha, se encontraba sujeto a una silla mientras era interrogado por Hai Kuan.

-Hace tiempo, Australia es tan caluroso, no me acostumbre a las estaciones invertidas, además... extrañaba mucho a Zhan.

-Estas enfermo. -Lo dijo con ese tono calmado, pero con una voz gruesa y de aires fríos.

-¡Enamorado, estoy enamorado!

-Tu amor es enfermizo, todo lo que hiciste... debes muchas explicaciones.

-¿Qué quieres que te diga?, desde el día que vi a ese hermoso niño por primera vez supe que sería mío, yo le pertenezco y él me pertenece.

-¡Deja de decir tonterías! - Hai Kuan empezaba a enojarse y perder la paciencia.

Chu Yue Peng fue muchos años su asistente personal, un día, meses después de su ruptura con Zhan, descubrió que Chu Yue Peng le estaba pasando información confidencial del Banco Central a una organización criminal que se dedicaba al lavado de dinero y a los fraudes financieros. Le tenía aprecio y le dio dos opciones, se marchaba para siempre del país o se entregaba a la policía.

El cobarde escogió lo obvio; pensó que jamás volvería a verlo, pero aquí estaban, hablando del porque tanta saña contra alguien que nunca le había hecho nada.

-¿Por qué? -Habló conteniendo la ira.

-¡Porque lo amo!, no sabes el dolor que sentía cada vez que lo veía contigo, cada vez que veía como le comías la boca. El día que le rompiste el corazón y se fue llorando de tu casa tomé una decisión, lo haría mío, me lo llevaría lejos con todo el dinero que había reunido, ¡pero tenías que descubrirme!, de no ser por eso te aseguró que ahora estariamos entregandonos como beatias salvajes en alguna playa de Hawái.

Hai Kuan empezó a reír con intensidad y como pocas veces le habían escuchado muchos.

-Que credulo eres. -Dijo después de recuperar la compostura. -Zhan tiene altos estandares, luego de mí, tú parecerías un bicho asqueroso, ¡él jamás hubiera volteado a verte!

-¡Tú no sabes eso!, yo lo hubiera conquistado, pero me obligaste a marcharme, no sabes la tortura que fue estar lejos de él.

-¿Por eso volviste?, ¿por Zhan?

-Y porque mas volvería a este maldito país... -Se quedó pensando en algo. -Pero cuando regrese... ese maldito niño ya andaba rondandole, parecía una maldita mosca que no se apartaba de su lado.

-Tenías que asustarlo lanzando un ladrillo a su ventana. -Hai Kuan movía la cabeza con indignación.

-¡Tú no viste lo que yo!, estaba restregandose e insinuandose descaradamente contra ese mocoso en el bar, no iba a permitir que ese niño se metiera con lo que es mío.

Una puerta se abrió de golpe.

-¡Mío!, ¡Zhan-ge es mío! -Yibo entró al lugar dramaticamente.

Yi Zhou solo rodo los ojos ante esa escena, ese niño si que tenía estilo para hacer las cosas.

En su cabeza, Hai Kuan pensaba que Zhan y ese niño eran el uno para el otro, tan drámaticos.

-Si vuelvo a escuchar de tu sucia boca el nombre de mi novio voy a arrancarte la lengua. -Lo tomó del cabello y le levantó el rostro, mientras lo apuntaba amenazante con el dedo.

Hai Kuan estaba asombrado, se giró para ver a su amigo. Con una mirada le cuestionó que hacía el niño ahí, con otra mirada Yi Zhou le respondió que no sabia nada.

*

*

*Esa habilidad de comunicarte mediante los ojos o gestos con tus mejores amigos, ¿no la aman?

*En capítulos anteriores, mencioné que Ji Yang odia a los animales y, decir que limpió la popis y otros desastres del gatito por amor a su amigo, me pareció hermoso que haga a un lado sus molestias por Zhan.





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