COINCIDIR

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-¡Hola Feng! ¿cómo has estado?

Zhan no recordaba haber ordenado algo, cuando ambos hombres notaron su confusión, el mayor hablo dirigiendose a él.

-Yibo es un cliente frecuente, siempre pide lo mismo, así que tenemos una especie de pacto silencioso donde yo le sirvo en cuanto lo veo llegar y él disfruta de lo que yo le ofresco. En esta ocasión vi que llego acompañado y por eso traje dos tazones.

Al parecer a Yibo le gustaba juntarse con gente igual de peculíar que él, ¿qué clase de vendedor no le pregunta al cliente lo que quiere? Mejor se guardó sus palabras y le dedicó un movimiento de cabeza y una bonita sonrisa a modo de agradecimiento por la comida.

Ambos le agradecieron al hombre y comenzaron a comer, de repente Yibo comenzó a hablar.

-Tengo 19 años.

-!¿Ah?¡... --estaba algo confundido, ya que por un momento olvidó que hace poco le había preguntado su edad
-Querías saber mi edad, y tengo 19 años --Dio un largo bocado a los fideos que comía y luego de tragar continúo --Pero este año cumpló los 20, no soy tan joven como piensas. Además, estudio en la Universidad YH y me gustan los deportes...

Se quedó pensativo con una linda expresión en el rostro, algo que a Zhan le resultó adorable.

-No se que mas decirte, soy un común y corriente chico chino en el mundo.

Zhan pensó al momento que no era nada corriente y común ¿qué acaso este niño no tenía espejos en su casa? Era extremadamente atractivo y aunque no se sentía intimidado por su belleza debía reconocer que Yibo parecía salido de alguna portada de revista de moda europea.

-Entiendo, entiendo... y entonces el común y corriente Yibo que parece ser una persona normal en realidad lo es.

-¡Tan poco son tan común y corriente! -- dijo mientras fruncía un poco el ceño, lo cual le saco una risita a Zhan, este niño y sus contradicciones --En realidad soy bastante popular, todos en la escuela me buscan siempre y quieren llamar mi atención.

Con una cara como esa Zhan sabía que no mentía, él también era bastante popular en su época estudíantil.

-Bueno, solo repetía tus palabras. En todo caso, gracias por contarme esto, no tenías que hacerlo pero de todos modos lo hiciste.

-Solo porque dijiste que querías tener una conversación conmigo; sabes Zhan, yo quiero conocerte... ser tu amigo, volver a vernos un día de estos y hacer algo por allí.

-¿Por qué querrias ser mi amigo y salir a hacer algo?, ni siquiera me conoces bien --Él era desconfiado y algo reservado, pero estaba consciente que no todo el mundo era igual.

-Bueno justo ahora ya sabes más cosas sobre mí, aunque... --permaneció en silencio un momento mientras jugaba con sus palillos y unos pocos fideos que aún quedaban en el recipiente -- yo no se mucho sobre tí --Lo miró con ojitos tiernos muy parecidos a los de un gatito.

-¡Ja! Yo... bueno... sabes mi nombre y no sé que mas podría decirte --siempre consideró su vida muy monotona, haciendo la misma rutina desde hace ya varios años --Me gusta mi trabajo y tengo buenos amigos, buenos vecinos y... --¿y qué más? Tenía que haber algo más --A diferencía de tí no me gustan los deportes.

Yibo lo observó un tanto asombrado.

-¡¿En serió?!, si hacer ejercicio es la manera mas hermosa de relajación.

A él no le parecía para nada de este modo, el hacer ejercicio o practicar alguna disciplina requería esfuerzo físico y eso significaba que sudarías, él odiaba sudar. Creció en una población rural donde los veranos eran calurosos, le molestaba demasiado el como se le pegaba su ropa a la piel ya que él siempre había transpirado mucho. ¡Gracias papá! por heredarme tu horrible transpiración en lugar de tu hermosa habilidad con la guitarra, pensó en esto mientras hacía una mueca de asco.

-No hagas esa cara y mejor cuentáme ¿cómo es que Zhan-ge se relaja?

De nueva cuenta lo tomaron por sorpresa y se atragantó un poco con la comida que tenía en la boca, no quería decirle que se relajaba enredandose con hombres en lugares pequeños como el baño de un bar o la parte trasera de un automóvil. No quería darle una mala impresión.

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*Si Yibo fuera un cantante latino se llamaría Ricardo Arjona. 😆