45 * MEMORIAS

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Nian Zhen no entendía como fue que Wei Qi terminó en la pensión.

¿Cómo supo de su enfermedad?, ¿cómo supo dónde estaba?, ¿cómo consiguió que su madre lo contratara para cuidarlo?

Solo tenía una respuesta, fue su madre o Zi Yi. Nadie mas podría haberlo buscado. Él estaba consciente de que su padre sabía que era homosexual, pero decidía evadir el tema y todo lo referente a esto, jamás iría por el hombre que su hijo amaba y lo guiaría de la mano a su lecho de muerte. Entoces solo quedaban dos opciones o su madre o Zi Yi.

Se quedó tan perdido en sus pensamientos que cuando reaccionó Wei Qi ya estaba acomodando sus "cosas" en el pequeño espacio que le habían asignado.

-Después de acomodar esto, iré abajo a checar si el desayuno esta listo, tu madre me dio una lista con deberes y horarios que se deben de llevar a cabo con precisión... -Nian Zhen vio como volteaba lentamente hacia él. -No te preocupes, si se lo que se debe de hacer y tengo un reloj a la mano, todo se hara bien, vas a estar bien.

Quieto y en silencio, no hizo nada mas, no le respondió.

Él le llevó el desayuno como había dicho y Nian Zhen obedientemente lo ingirió, pero no le habló, ni le miró, ni siquiera le agradeció. Pasó lo mismo con la comida, la cena y los medicamentos.

Al caer la noche Wei Qi le acomodó la almohada y le preguntó si quería algun libro en especial. Su madre le había dicho que la persona que llegaría a cuidarlo le leería todas la noches para que él no gastara su vista, pero al igual que como ocurrió en todo el día, él no le respondió, simplemente cerro sus ojos y fingió dormir, hasta que en realidad se quedo dormido.

A la mañana siguiente fue la misma rutina, desyuno, comida y cena transcurrieron en total silencio. El momento del baño estaba a cargo de las enfermeras así que no había tanto problema con eso. Siempre que Wei Qi se acercaba demasiado, él se alejabá sin ser sutil.

Mas tarde escuchó de nuevo la pregunta sobre que quería escuchar, no respondió, una noche mas sin lectura.

Se preguntaba, como era posible que hubiera pensado en este hombre tantos años, tantos días, tantas horas y, ahora que lo tenía delante, en su mente solo hubiera un vacio. Tal vez no se podía estar en dos lugares a la vez y ahora que Wei Qi estaba ahí con él, ya no pudiera estar presente en sus sueños y pensamientos.

Otra cuestión era ¿dónde estaba su madre? ¿por qué no había idó a verlo en estos dos días? ¿qué era lo que pretendía dejandoló a solas con él?, con estas preguntas fue llevado de vuelta al mundo de los sueños, era increíble como caía tan fácilmente en el. Perdía tanto descanso por preguntarse donde y que estaba haciendo Wei Qi,que ahora que tenía la respuesta, era como si su cuerpo por fin pudiera descansar.

Pasaron varios días en la misma situación y su madre al fin se dignó a visitarlo.

-Cariño lo lamento, tu padre me ha tenido en cenas y compromisos de sus nuevos negocios, no pude encontrar un respiro para venir a verte. -Se inclinó para besarle la frente. -Pero me quedé tranquila sabiendo que había alguien a cargo de ti. -Le dedicó una cálida sonrisa a Wei Qi, algo que Nian Zhen encontró inquietante.

Él no dijo nada, por mas que quisiera respuestas no se iba a portar mal con ella, la mujer que lo cuidaba ante todo, su madre.

-No te preocupes, ¿y papá?

-Él salio del país hacía América, se fue junto a su asistente para aclarar algunas situaciones. Él vendra a verte en cuanto aterricé el avión, lo prometió y tu sabes que papá siempre cumple sus promesas.

-Mamá... -Quería preguntar, pero no podía si él estaba ahí.

-Entiendo cariño. -Miró al joven dentró de la habitación. -Joven Chen podría permitirnos. -Se lo dijo en tono amable y Wei Qi no pudo negarse, solo asintió con la cabeza y se retiró.

Ahora que estaban solos, por fin pudo hablar.

-¿Por qué... -Las palabras que pensó expresar no lograrón salir de su garganta.

-Porque no creo que sea tan horrible que mi hijo tenga un poco de felicidad, he oído que la felicidad cura el corazón y calma el alma. -Le frotó el pecho de manera amorosa.

-¿Y su familia?

-No lo se, no me importa... y a ti tampoco debería importarte.

Algo oprimió su pecho.

-Su bebé... -Empezó a sollozar

-No llores por ellos, no merecen tus lagrimas. Su padre esta aquí porque quiere, te prefierió a ti antes que a ellos y eso debería bastarte...

¿Le bastaba?, no sabía que pensar de todo, no sabía que sentir por tenerlo ahí a su lado.



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