COINCIDIR

27 * MEMORIAS

La boda fue pequeña y apresurada, nadie quería que se notara que ambos jovenes se habían entregado antes del matrimonio. Una vez, que ante todos eran una pareja establecida, los padres pudieron respirar o al menos eso creía Wei Qi, ya que no paso ni un mes cuando su suegro ya le estaba complicando las cosas.

El hombre no quería que nadie mancillara el honor de su hija hablando de ella y de lo que en un momento a otro comenzaría a notarse, así que convenció a un amigo para que le consiguiera un empleo a Wei Qi en Pekin para que pudieran marcharse y así nadie se daría cuenta de cuando nacería su bebé.

El no quería irse a Pekin, no donde estaba Nian Zhen. Se odiaba desde que lo rechazó y lo hizó llorar como sabía nadie lo había hecho. Sabía que era una ciudad enorme y las probabilidades de encontrarse con él eran minimas, pero aun así no se sentía merecedor de respirar el mismo aire que él.

Desde esa noche no había podido encontrar paz en su pobre vida, aprovechaba cualquier momento a solas para pensar en él libremente, pero siempre terminaba masturbandose pensando en esa preciosa personita a la que daría todo por ver una última vez.

Culpable, era la palabra con la que se sentía mas identificado. Cuando tenía pensamientos "sucios" con él, no podía evitar sentir culpa, ¿qué derecho tenía él de dañar la hermosa imagen que tenía de Nian Zhen? Y lo peor de todo era cuando se liberaba pensando en él teniendo intimidad con su esposa, ella no merecía eso.

Despues de tanto luchar contra la corriente no logró convencer a sus padres y suegros que quedarse en la aldea era la mejor opción para ellos, así que terminó en un tren camino a Pekin junto a Xuan Lu, rogándole a la vida que no lo pusiera frente a él nuevamente.

*

El trabajo era terrible, al igual que antes, se trataba de una fábrica donde manejaban metales, al tener experiencia no fue difícil adaptarse, el problema recayó en que la carga de trabajo era mayor de lo que estaba acostumbrado.

Xuan Lu comenzó como mesera en un pequeño restaurante de la zona, la vida en la ciudad era extremadamente costosa y necesitaban todo el dinero que podía llegar a sus manos. Se convertirían en padres en menos de 3 meses y ni siquiera tenían lo indispensable para el bebé, ni siquiera tenían lo suficiente para ellos.

Agradecía que LuLu llevara comida a su hogar, porque no había una estufa propia. El lugar que rentaban consistía en un par de cuartos y un baño, todo era tan pequeño que la casa en su rural comunidad parecía tres veces mas grande que eso.

Pensaba todo el tiempo en Nian Zhen, siempre lo escuchó mencionar su vida en esa misma ciudad, se dio cuenta de todo el dinero que la familia de este debería tener para poder comprarle un departamento propio a su hijo, pagar colegiaturas de universidad e incluso comprarle un automovil, ¡y todo esto sin que él trabajara!

A veces pensaba en lo que Nian Zhen le había dicho esa noche, sobre mudarse con él para así poder vivir "libremente". Ese niño vivía en una burbuja que sus padres le crearon con todos esos lujos y comodidades, ya que al poco tiempo que llevaba viviendo ahí se dio cuenta que la gente de la ciudad pensaba igual que en su aldea. La idea de que dos hombres estuvieran juntos era inconcebible aquí y en cualquier lugar.

*

Estaba en su empleo, cuando una vecina fue a buscarlo para avisarle que Xuan Lu estaba camino a un hospital para traer a su bebé a este mundo.

Y así, con permiso de su jefe de salir una hora antes del trabajo, se dirigió al hospital para conocer a su hijo, el hijo por el que había canjeado todo lo que alguna vez tuvo con Nian Zhen, llámese amistad, amor... o sabrá la vida que era eso que ellos tenían.

No llegó para recibirlo, cuando entro y preguntó le dijeron que ella se encontraba ya en una habitación con el bebé, ese niño tenía prisa por llegar y no esperó a su padre.

Había sido un varón y aunque no lo parecía, estaba feliz, dentro de su horrible vida llegaba un ser puro y hermoso que le alegraba todo de un modo increíble.