COINCIDIR

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Yu Chen era un simple profesor de matematicas, adicto al juego y con un matrimonio tambaleante. Acumuló deudas con el pasar de los años y cuando el bar al que le debía traspasó su deuda a una organización criminal, sintió que sus horas estaban contadas.

Afortunadamente para él su deuda fue perdonada, un par de hombres robustos y de mal caracter le dieron la noticia, solo tenía que dar información sobre un niño que ese año iniciaria sus estudios en la misma universidad en la que él enseñaba. Él ni siquiera estaba cerca de la facultad de lenguas extranjeras, pero le dijeron que encontrara la manera de vigilarlo.

Al principio pensó que el pobre muchacho tenía problemas con la mafia, pero después se enteró que era el hijo del jefe de una de las familias criminales mas temidas de Asia.

Solo tenía que decir cuando notaba algo distinto en Yibo o si hacía alguna "travesura". Cuando el niño llegaba a crear problemas, nunca se hacía responsable de las consecuencias porque su "padre" inmediatamente enviaba a alguien a "limpiar" su desastre.

El profesor sabía de al menos un par de personas que, al igual que él, vigilaban al joven. A él no le importaba hacerlo ya que, luego de un año, comenzarón a enviarle grandes cantidades de efectivo como pago por sus "servicios".

Pero ahora no sabía si era emoción por sus reciente descubrimiento o miedo por tener que ser él quien informara sobre el pequeño diablillo y como se tomaba de la mano de otro hombre ¡otro hombre!

Liberó aire, como si fuera una olla de presión. Si al padre, a quién por cierto nunca había visto, le molestaba esto era probable que se desquitara con el mensajero, pero por otra parte si alguien mas ya se lo había dicho y el se mantenía en silencio, podría meterse en problemas por ocultar detalles importantes.

Decidió informar en ese mismo instante, de todos modos desde que se topó con el Clan Wu sintió que estaba viviendo tiempo extra.

*

¡Maldito Zhuo Cheg!, había logrado cruzar la meta en primer lugar, ¿por qué demonios se sorpendía?, era obvio que alguien tan perfecto como él lo lograría. Ahora tendría que desembolsar una gran cantidad de dinero para los... pequeños humanos.

No le importaba perder dinero, la camisa que llevaba en ese momento era aun mas costoza y ahora que lo analizaba mejor podía lucir como un hombre de principios y con corazón frente a su Zhan-ge por tan bondadosa donación.

-¡Huang Yibo, viste como lo hice!, gané y ahora tú me debes bastante, es decir a la escuela, tu debes bastante a la escuela. -Un sudado y emocionado Zhuo Cheng se acercó a él.

-No tienes que decirmelo, ya se mis obligaciones, mañana temprano te daré el cheque.

-Que chico tan responsable eres, oh...espera ¿y tú eres? -Este joven llevaba esperando ver a la compañía de Yibo toda la semana, pensaba ver a una hermosa mujer pero en su lugar había ¿un hombre?...

-Soy Zhan, Li Zhan. -Yibo se dio cuenta que era la primera vez que oía el apellido de su gege, pero esto le dejó de importar cuando notó la hermosa sonrisa de dientes perfectos que le estaba mostrando a Zhuo Cheng.

-Yo soy Zhuo Cheng, soy compañero de Yibo, es un placer conocerte y Yibo -Su vista regresó a él. -Solo venía a agradecerte por el apoyo, sabes, eres mi mejor patrocinador es decir el que mas dinero va a donar... y bueno los dejo debo ir a recoger mi premio.

Dando un movimiento de cabeza a modo de despedida se marcho.

-Yibo ¿por qué me dijiste que no tenías amigos? cuando es obvio que si.

-Zhuo Cheng no es mi amigo gege, solo es mi conocido y bueno la razón por la que se acerco a mi fue por interes, no sabes lo mucho que me insistió para que yo fuera su patrocinador.

-¿Tu no querías ayudar?

-...

¡Demonios!, su lengua movio sola.

-Es decir, ¡claro que hiba a ayudar! pero si yo no tuviera dinero nadie se acercaría a mi para solicitar apoyo ¿entiendes?. -Esperaba que sí, no podia mostrarse indiferente ante la filantropía con un trabajador social.

-Te entiendo, no te preocupes... ese chico me agradó, pensé que en verdad era tu amigo.

-Olvidalo y mejor vamos a comer algo ¡ya se! Vamos a comer con Feng...

-¿No vamos a ver la ceremonia de premiación?