[Capítulo 22]

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-¿De verdad? ¡Me encantaría!-Y algo en mi interior me emocionó al saber que conocería a mi familia.
-¡Perfecto! Entonces ya está decidido: Mañana tú y yo nos vamos con mis padres-sonreí contenta. Definitivamente el fantasma mejoraba mi estado de ánimo y aunque sonara cruel y egoísta, agradecía que aún siguiera como alma penante en la tierra.

--------OLI--------

Julieta preparaba su maleta para el viaje mientras yo sólo la observaba "sentado" sobre su cama. No tenía idea del porqué de mi acción, tal vez era que no tenía nada qué hacer o era la gracia que me causaban sus gestos cuando alguna prenda se resistía a caber dentro de la maleta.
-¿Qué me ves?-preguntó al momento que posaba sus manos en su cintura.
-Nada-respondí bajando la mirada.
-Deja de hacerlo fantasma. Es verdaderamente incómodo.
-No sabía que estaba prohibido mirarte-reí bajo.
-Sí, cuando lo haces fijamente y por mucho tiempo-Ella se sentó justo enfrente de mí, posó su mirada en mí y así permaneció por un par de minutos. Tenía razón, era algo incómodo que hicieran eso, pero no le daría la satisfacción de ganarme, así que fijé mis ojos en los suyos y la "guerra" de miradas comenzó-Ganas esta vez-se levantó-Pero sólo porque debo terminar de empacar. En 1 hora nos iremos.
-¿Cuánto tiempo estaremos en casa de tus padres?
-Sólo el fin de semana.
-¿Son agradables?
-Mi madre es un poco difícil al principio, pero una vez que te toma confianza es demasiado agradable. Mi padre es agradable cuando y con quien quiere. Mi hermano menor, Jordan, es agradable la mayor parte del tiempo.
-Es bueno saberlo.
-No me digas que... -se echó a reír y la miré sin entender-¿Estás nervioso?
-¡Claro que no!-de nuevo esa sensación de sonrojo.
-Era una broma, relájate.
Subió la maleta en la cajuela de su coche y entró de nuevo a su casa sólo para despedirse de Ross. Le "advirtió" sobre hacer fiestas, a lo que la chica sólo la ignoró y, prácticamente, la empujó fuera de la casa. ¿En verdad no se daba cuenta de cómo era Ross?
Abrió la puerta de su coche para que yo entrara y después subió ella.
El trayecto a casa de sus padres fue un concierto conmigo como único espectador. Ella no cantaba mal, pero tampoco lo hacía bien y por más que le pedí que no cantara al menos una canción, me ignoraba por completo y hasta parecía que cantaba más fuerte. Yo quise cantar un par de ocasiones, sólo para darle "lata" pero me daba miedo el cómo sonaría mi voz. Lo más seguro es que sería algo aterrador para ella.
Llegamos a casa de sus padres y, por alguna estúpida razón, me puse nervioso... No era que ella me presentaría con ellos ¿Y cómo iba a hacer eso si ni siquiera eran capaces de verme?
Tal y como si la hubiesen estado esperando salieron sus padres de casa para llegar hacia ella y ambos abrazarla al mismo tiempo. Ella sólo me miró sonrojada y yo le dediqué una pequeña sonrisa. El parecido con su madre era asombroso, pero no tanto con su padre, de hecho no había nada igual entre ellos 2.
-¡Juli!-gritó alguien desde la puerta y antes de girarme para ver de quien se trataba, él ya venía corriendo hacia los brazos de ella-¡Te extrañé mucho! ¿Tú me extrañaste?
-¡Por supuesto que sí, Jordan!-lo abrazó para después darle un beso en la frente-Eres a quien más extraño cuando me voy, pero es secreto-El niño sonrió maravillado y la abrazó de nuevo. Sin deshacer el abrazo caminaron al interior de la casa. El padre de ella tomó la maleta y siguió a sus hijos y esposa a la casa. Permanecí afuera, nadie me había invitado a entrar. Pasaron alrededor de 5 minutos cuando ella asomó su cabeza por la puerta-Fantasma ridículo ¿Por qué no entras?
-No soy ridículo, soy educado-me defendí.
Me quedé parado justo a un lado de la puerta principal mientras ella iba con su madre quien seguía abrazándola, diciéndole cuanto la echó de menos y llenándola de besos. Estaba tan entretenido con esa escena que no me había percatado de la presencia del hermano menor y lo más importante, de la dirección en la que sus ojos se fijaban: en mí.
No sabía qué hacer ya que ni siquiera estaba seguro de que podía verme. Miré atrás de mí y no encontré algo que pudiera ser acreedor de la atención de un niño de 10 años, sólo eran cortinas de color azul. Me moví a la derecha y sus ojos me siguieron ¡Podía verme! ¿Qué debía hacer?
-¡Boo!-dije para tratar de alejar su vista de mí y poder desaparecer, pero sólo rió, ¡se rió de mí!
Estaba yo más asustado de él que él de mí... ¿Cuál era el problema con esa familia?
Intenté retroceder cuando él se acercó a mí, pero no pude debido a lo nervioso que me encontraba. Trató de golpearme y al momento que su mano atravesó mi brazo, soltó un grito de terror y se echó a correr escaleras arriba.
Fue Julieta quien volteó a verme ya que sus padres simplemente se miraron entre ellos. Yo no sabía qué hacer o decir y a juzgar por el gesto en la cara de Juli, ella sabía que algo tenía que ver yo con aquel grito de su hermano.
-Iré a ver qué le pasa-les dijo a sus padres que sólo asintieron.
Mientras subíamos las escaleras me preguntó que había pasado.
-¡Puede verme, Juli!-Ella apresuró su paso solamente.
Entramos a un cuarto, yo sólo la seguía, y ahí se encontraba Jordan. Estaba hecho bolita en una esquina de aquella habitación mientras lloraba desconsoladamente. Ella se acercó a él y sin decirle nada lo abrazó y este comenzó a llorar más fuerte entre los brazos de su hermana.
-Tranquilo, Jordan...
-¡Pero es él!-Gritó mostrándole una hoja de periódico a su hermana-¡Está muerto!
-Jordan, sé que es muy difícil ahora, pero por favor intenta calmarte.
-¡No!-puso sus manos sobre sus oídos y comenzó a cantar una canción que no reconocí.
-Escúchame, por favor-lo tomó de las muñecas para apartar sus manos-Jordan, déjame explicarte-en ese momento dejó de cantar-Él no es malo, no te hará daño.
-¿No?-liberó una de sus manos para limpiar sus lágrimas.
-No, es un fantasma bueno. Está algo tonto-ambos rieron-pero no es malo-Entonces las lágrimas cesaron. Pensé que acercarme a él para demostrarle que las palabras de su hermana eran ciertas y pensando que lo haría sentir aun mejor, pero cuando soltó de nuevo un grito de terror retrocedí-¡Fantasma idiota!-gritó Juli mientras abrazaba a su hermano.
-No era mi intención ¡sólo quería ayudar!
-Pero estás viendo que recién se calma y tú haces esto. Es sólo un niño ¡por Dios!
*¿Por qué me haces esto? ¿Soy tu juguete o algo así?*-Pero como ya era costumbre, "ÉL" no respondió.
-Lo lamento-dijo Juli a su hermano.
Siguió hablando con él, tratando de tranquilizarlo. Yo, bueno, yo no sabía ni qué hacer debido a la pena que "sentía" en ese momento tanto con su hermano como con ella. Pero ¿Qué esperaba? Era claro que una criatura de escasos 10 años se iba a asustar al verme.
Encima de la mesa se encontraba un videojuego, mismo que yo había jugado cientos de veces. Sonreí al encontrar eso, teníamos algo en común y debía aprovecharlo para hacerlo sentir cómodo con mi presencia.
-"Gears of War"-grité, sólo para que me escuchara y lo logré-Es muy buen juego.
-¿Te gusta?-preguntó sin soltar a su hermana.
-Solía jugarlo por horas-respondí mirando hacia el juego, no quería asustarlo de nuevo.
-Yo llegué al nivel "Insane"-dijo con orgullo.
-¿De verdad?-lo miré y él asintió-Yo siempre quise llegar a ese nivel...
-¿En cuál te quedaste?-deshizo el abrazo y caminó para tomar el juego.
-'Are you nuts?'
-¡Ya vengo!-Soltó con emoción y salió de la habitación.
-Gracias-dijo ella.
-No tienes nada que agradecer, es mi culpa todo esto-Jordan entró de nuevo cargando un juguete con él, se paró frente a mí y extendió sus brazos para entregármela-No puedo tomar las cosas.
-Pero te la estoy prestando-dijo con inocencia.
-En verdad no puede-intervino Juli-Es un fantasma... Como los que salen en esas caricaturas que te gusta ver.
-¡Qué miedo!-pero esta vez se rió.
-¡Oye, yo reconozco esta arma! Es "La Lancer" ¿Sabías que sólo hay 3 en el mundo?
-Sí. Pero yo la cuido porque es un regalo de mi hermana, más que por que sea edición limitada-Juli sonrió y lo abrazo.
-Eres la cosa más linda del mundo.
Su madre lo llamó desde abajo y estaba a punto de salir cuando Juli lo llamó.
-¿Sí?
-Por favor no les digas sobre él-me señaló. Jordan sólo sonrió y abandonó la habitación.
Ella se dejó caer sobre la cama llevándose las manos al rostro. Yo permanecí inmóvil mirando hacia afuera, temía que les dijera algo a sus padres. No quería que tuviera más problemas por mi culpa.
-Jordan es confiable, Oliver. Te aseguro que no les dirá nada-dijo como adivinando mi "temor".

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