[Capítulo 19]

25 3 3
                                    

Al final las cosas resultaron bien para ella, tal y como si yo le hubiera estado estorbando para estar con su novio. Yo le estorbaba para buscarlo a él, conmigo a su lado estaba "atada" pues yo la necesitaba para poder comunicarme. Sin ella a mi lado, era como si no existiera.
Sin tener idea alguna de qué hacer, salí de esa casa con la intención de no volver.

Deambulé por las calles todo el tiempo que el sol estuvo presente en lo alto del cielo e incluso aún continuaba haciéndolo cuando la luna suplió al astro mayor.
Realmente ahora era una alma en pena que viajaba por ahí sin ningún rumbo ni ningún propósito y sabía perfectamente que a partir de ese día mi "existencia" sería siempre así pues Justine estaba en un lugar muy lejano al que ninguno de mis amigos tenía acceso económico para acompañarme y decirle lo que sucedía conmigo.
Además, no era que tuviera siquiera ganas de verla y mucho menos de escuchar unas disculpas de su boca.
Jamás, en los 22 años de vida, había logrado odiar a nadie... ni siquiera a mi última suegra ni a mi cuñado que tan mal me trataban. Solía justificarlos diciendo que así era como la gente de ese nivel social pensaba y actuaba, que era normal.
Pero ahora odiaba con todas mis ganas a la chica a quien le entregué mis últimos años de vida y por quien literalmente ¡Di mi vida!
No sólo me había mentido fingiendo realmente amarme los años que nuestra relación duró, no sólo había soportado maltratos injustificados e infinidad de cosas por "nuestro amor", no sólo me había traicionado en un pacto que ella misma ideó, sino que encima de todo ni siquiera había respetado mi muerte, guardado mi luto, uno que ella misma había hecho existente... se había ido con otro a menos de un año de mi fallecimiento ¡Se había casado!
¿Cómo había podido enamorarme de tal escoria de persona? ¿Cómo había podido estar tan cegado por un amor que nunca había existido? ¿Cómo había dado algo tan valioso como lo era mi propia vida por alguien a quien le importaba un comino?
Había sido un estúpido y el castigo por serlo era grande, incluso más que el haber ido a parar al mismísimo infierno.
La otra opción que "ÉL" me había dado, ni siquiera la sopesaba... imaginaba las tremendas magnitudes de lo que el favor conllevaba y era prácticamente imposible que un joven fantasma de 22 años lograra una hazaña tan increíble.
La luz de un día nuevo acarició el cielo y el suelo, incluso el que estaba a mis pies como comprobante de que ni siquiera de los rayos solares era yo acreedor.
No supe cómo ni por qué pero para cuando alcé mis ojos al frente (todo el tiempo había andado con los ojos fijos en suelo. Total ¿Qué más daba? No es que fuera a estamparme con una pared u otra persona ¿verdad?) Me encontré a mí mismo dentro de una escuela que yo bien conocía: Ahí acudían mis amigos y del otro lado del plantel, Juli.
Anduve por ahí buscando en los rostros alguno familiar, obteniendo nada durante la primera hora, pero logrando divisar a Juli a lo lejos luego de unos 5 minutos de haber sonado la campana de receso.
Iba caminando sola y con la vista perdida y justo cuando estaba por preguntarme a mí mismo el porqué de su soledad, dentro de una aula pude ver a Ross y su novio Jonathan haciendo cosas no muy propias de hacerse en un salón escolar aun cuando este está solo.
Pero ¿Y Ricardo?
Seguí a Juli (no porque quisiera, simplemente porque no tenía nada más qué hacer y la curiosidad del por qué andaba sola era grande) y entonces en la cafetería, se encontró de frente con su novio pero los dos se miraron uno al otro de soslayo e hicieron una pausa diminuta en su andar que nadie que no se fuera fijando en ellos, hubiera percibido, luego el chico siguió su camino con cara de disgusto mientras Juli lo miró alejarse con pesar.
Sólo había un motivo por el que tuvieran esas caras ambos y no estuvieran juntos: No habían logrado consumar su acto sexual el día anterior.
Juli siguió andando por ahí sin darse cuenta de mi presencia y estaba a punto de ponérmele por el frente para que así no estuviera del todo "sola" cuando la chica que sabía le atraía a mi amigo Dan, se paró rápido frente a ella y tras intercambiar breves palabras, un estrechón de manos y cortas sonrisas, siguieron su andar juntas.
Bien, Juli ya no me necesitaba. (Es decir, ¿Alguna vez me había necesitado? No. Fantasma idiota)
Opté por buscar a Harry en el apartamento de su carrera y lo localicé de inmediato, sentado en una de las jardineras con Leilani a su lado y para mi sorpresa y dolor, mi amigo lloraba cubriendo su rostro y la chica sólo intentaba consolarlo.
-Me siento fatal...
-No es tu culpa, Harry-le acarició la espalda-Sé que no comprendo bien la situación de tu amigo, la chica y su familia pero, no es tu culpa. Hiciste lo que estuvo en tus manos.
-Ahora quién sabe dónde ande mi pobre amigo, como alma en pena. Soy un inútil-sollozó-Si tan sólo tuviera los recursos para ir por ella...
-Ya volverá y podrás lograr ayudarle a tu amigo.
-No va a volver... sé que no volverá. Y aunque lo hiciera. ¿Mientras qué? Oli andará por ahí sufriendo... ¡Soy un pésimo amigo!-rompió en llanto y se refugió en el hombro de Leilani quien lo abrazó reflejando en su rostro tristeza por no poder aliviar el dolor del muchacho.
-No es verdad... Eres un excelente amigo y no sabes cómo agradezco todo lo que...-mi voz se extinguió. De nada servía, él no me oía.
A toda prisa me alejé de ahí, no soportaba estar un minuto más presenciando lo que más detestaba ver: Que alguien sufriera por mi causa.
A la pasada, alcancé a reconocer a Javier en la ventanilla de pagos en la entrada del plantel e hice una pequeña pausa sólo para ver qué hacía ahí.
-Es todo-le anunció una voz femenina del otro lado de la ventanilla-Preséntese puntual en el ingreso a clases luego de vacaciones.
-¡Perfecto! Muchas gracias-Tomó un altero de papeles que revisó ahí mismo para luego irse caminando hacia su auto donde su novia (que si no mal recordaba, se llamaba Andrea) lo esperaba.
-¿Todo listo?
-Sip, pronto estaré estudiando de nuevo-sonrió
-Me da gusto por ti, Javi-le dio un suave beso en los labios.
-Y ahora... ¿Qué íbamos a hacer? ¡Ah sí! Tu blusa.
-Sí, ¡vamos!-Y el chico arrancó el auto y se fueron.
Tal parecía que todo mundo, incluso hasta el cabrón de Javier, tenían a alguien que les hiciera compañía... menos yo que estaba destinado a la soledad eterna.
Eché a andar por la carretera y en poco tiempo estuve ahí donde mi cuerpo sólido (si es que no se había hecho ya nada) estaba enterrado.
~~ ¿Qué haces?~~ y fue tan inesperada su voz que di un ligero salto –Regreso a mi tumba. ¿No ves? ~~ ¿Qué hay de tu descanso eterno?~~ -No existe. ~~ ¿Te has rendido ya?~~ -Sí bueno, lo intenté y no funcionó ¿ok? Y me doy cuenta que sólo hago llorar a la gente, le estorbo a la única persona que me ve y soy un pobre imbécil ingenuo que murió por quien no lo merecía y fue traicionado de la forma más evidente posible ¡Me harté! ~~No he visto que te esfuerces realmente~~ -¡Lo hice! ¡Y sólo conseguí que mis amigos casi lograran salir lastimados! Ah sí, y también me topé con la cruda realidad de lo tonto de mis actos. ~~ ¿Entonces quieres estar así eternamente?~~ -No es que tenga otra alternativa ¿Y sabes qué? Te agradecería que me dejaras solo. Deja veo si puedo morirme de alguna otra forma estando en soledad.
Y el dolor de cabeza cesó.

No supe exactamente cuántos días pasaron en que estuve sentado sobre mi cadáver erróneamente enterrado, sin ver otra cosa que no fueran carros pasar, gente ir y venir. Sin sentir absolutamente nada y sufriendo por no poder sufrir como sufre alguien vivo... me ahogaba el no poder llorar, el no poder expresar y sacar realmente la revoltura de emociones que en alguna parte de mí estaban.
Miraba mis pies entre las penumbras cuando escuché unos pasos acercarse.
Mi primera reacción fue enderezarme a toda prisa y ocultarme entre los arbustos... luego me sentí bobo: nadie podía verme ¿Para qué se supone que me escondía?
Pero estaba equivocado pues justo donde estaba mi placa tirada, estaba ahora la única persona que era capaz de verme: Juli.
-Lamento no haber venido antes-decía mientras se hincaba y levantaba mi placa para acomodarla de modo que quedara parada-He tenido muchas tareas últimamente, ya sabes, casi es fin de curso-A su lado descansaba una bolsa blanca de plástico en la cual esculcó para luego sacar un par de veladoras que encendió-Dicen que las veladoras sirven para alumbrar el camino del muerto y no se pierda-sonrió mientras acomodaba las velas al lado de mi placa-Supongo que nunca te pusieron veladoras, por eso estabas perdido-rebuscó en la bolsa y ahora sacó un ramo de rosas blancas que colocó en el centro-Eh... bueno yo... sólo vine a dejarte esto y a decirte que me alegra que tengas el descanso que merecías-se persignó y comenzó a rezar un padre nuestro y un ave maría-Si por tu preciosa sangre señor lo habéis redimido, que lo perdones te pido por tu pasión dolorosa. Dale señor el eterno descanso y luzca para él la eterna luz, que descanse en paz, así sea-se persignó de nuevo y se puso de pie, dio media vuelta y echó a andar.
-¡JULI!-la llamé y por la forma tan tiesa en que se detuvo, supe exactamente qué era lo siguiente que iba a hacer antes de que lo hiciera: Soltar tremendo grito como la primera vez.

MDOWhere stories live. Discover now