MDO

[Capítulo 54]

Lejos de querer reclamarle por abandonarme tantos días y por no haberme ayudado, sólo deseé lanzarme a sus brazos, llenarlo de besos, decirle cuánto es que lo extrañaba, lo mucho que lo amaba y la falta que me había hecho todos esos días... Aunque todo aquello fuera imposible. No podía lanzármele encima y llenarlo de besos pues él era un fantasma. Tampoco podía decirle todas aquellas cosas pues él y yo ya no éramos novios. Pero sólo verlo frente a mí me había hecho feliz, inmensamente feliz.

--------OLI--------

No podía creer lo que Julieta me estaba haciendo, no podía creer que en cuanto la había terminado fuera capaz de arrojarse a los brazos de la única persona de la que le pedí se alejara.
Sin embargo, alguna parte cuerda de mí (o quizás era la insensata), sabía que aquello que estaba pasando en ese instante era sólo culpa mía, después de todo, era yo quien la había dejado y no al revés y también era mi culpa el que estuviera con Javier. Sin duda le había pedido que se alejara de él y que no le hablara, pero no le había dado las razones... y una petición sin razones era como intentar hacer volar un papalote sin aire y tal vez hasta inconscientemente, con aquello sólo había hecho que se sintiera más "atraída" hacia él.
Aquel pensamiento me dio escalofríos y tuve una bomba de sentimientos dentro de mí que al no poder ser externada con lágrimas, palabras o actos, se veían reflejados en mi entorno.
Era como si controlara la naturaleza a mi alrededor con mis emociones (cosa que recién había descubierto). El aire se alzó y sopló con fuerza al tiempo que se llenaba de humedad como con intenciones de lluvia que, pensaba con algún pensamiento fantasioso, eran mis lágrimas contenidas.
Pero antes de que la lluvia siquiera se formara, todo a mí alrededor se desvaneció tan rápido como había llegado cuando vi a Julieta desvanecerse en los brazos de Javier.
-¡JULI!-grité acercándome cuando ya Javier con la preocupación presente en el rostro la cargaba en brazos y caminaba a paso rápido hacia le enfermería.
Me sentí más miserable entonces.
En primera porque sabía que la razón de su desmayo no había sido otra que el que no durmiera ni comiera como era debido ¿Y por qué no comía ni dormía como se debía? Por mi culpa y la pena que le había provocado con mi repentino "cambio de decisión".
Y en segunda ¿Para qué había "corrido" hacia ella? ¿Para que esforzarme en llamarla? A gritos no iba a amortiguar su caída ni a curarla ¿cierto? ¿Qué habría pasado si estando conmigo se hubiera desmayado? Habría caído inevitablemente al piso y dado tremendo golpe así como hubiera tenido que recobrar la conciencia por si sola o bien, hasta que alguien más se diera cuenta de su estado.
Pero claro, no se habría desmayado conmigo porque de estar conmigo, sería feliz y seguiría sana.
Dudé si esa idea me hacía sentir mejor o peor e incluso en ese instante agradecí que Javier hubiera estado con ella.
En la enfermería, finalmente le habían dicho a Javier que todo estaba en orden, sólo estaba inconsciente por falta de fuerzas y debido a que llegó alguien más que al parecer "sí estaba grave", le pidieron que la llevara a su casa pues necesitaban el lugar que Juli estaba ocupando.
Javier apenado y nervioso había explicado que no sabía donde vivía ella pues recién la conocía pero con tal de que se fuera de ahí junto con la muchacha, la enfermera le proporcionó rápido los datos de Juli y en un abrir y cerrar de ojos, Javier ya estaba con ella en su carro y conduciendo hacia su casa.
Fue de esperarse la "preocupación" de Ross al ver a Javier parado ante su puerta con Juli como hilacho en sus brazos, pero más de esperarse fue la mirada lasciva que le tiró ella a él mientras entraba.
Una oleada de ira me sacudió cuando entró hasta el cuarto de Julieta y la recostó con extrema cautela y ternura sobre la cama. No sabía de dónde venía la ira, si de la forma en que la recostó y la veía o el simple hecho de que estuviera con ella en su cama y su cuarto cuando nadie más que yo había tenido acceso a ello... al menos de buena manera y de buena fe.
Era tan notable la atracción de Javier por Juli que hasta me hacía preguntarme ¿Cómo podía mirarla de aquella manera siendo Julieta el vivo retrato de su hermana? ¿A caso de alguna manera retorcida a Javier le gustaba su hermana y estando prohibida cualquier cosa con ella, depositaba esa atracción en alguien que era muy parecida y con quien no tenía lazo? Aquello tendría sentido, y mucho.
Blake siempre había sido excesivamente celoso con respecto a Justine y aunque no me agradara, debía admitir que era un buen hermano y que si había alguien que amara con mayor fuerza que la mía a Justine, era él.
Entonces quizás por eso las tundas que me daba y los celos posesivos para con ella... aunque aún así, era repulsivo el asunto.
Estuvo como máximo unos 10 minutos mirando a Julieta con una expresión que me hacía sentir todo menos odio hacia él, para luego salirse, cerrar la puerta y recargarse en ella.
Me quedé contemplando a Juli durante buen rato (a buena distancia para que no notara mi frío) deseando que abriera los ojos y se encontrara bien, pensando en lo estúpido que había sido al enamorarla y luchando con mi parte terca que insistía en volver. Por más que lo quisiera, sabía bien que no era correcto.
Ross fue en varias ocasiones a decirle a Javier que se retirara sin obtener que este lo hiciera, siendo la última ocasión en que la rubia acudió, en que Javier entró de nueva cuenta al cuarto para encontrarse con Julieta ya despierta.
El chico se aseguró de que ella se sintiera mejor y dándole palabras de aliento y a causa de una llamada del monstruo de su madre, se retiró y yo hice lo mismo tras asegurarme que se encontraba mejor pues mi lado terco seguía insistiendo, y sabía que de quedarme un rato más, acabaría sucumbiendo.