[Capítulo 74]

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Alcé entonces la vista y observé esos ojos grises (ahora casi blancos) que me miraban fijamente y con una furia que logró darme escalofríos.
No podía ser otra la razón de esa mirada tan fija y llena de sentimientos negativos, simplemente no podía mirar a la nada de esa manera, sólo podía ser una cosa: De alguna forma, ahora también lograba verme.
-Oliver...
-Javier-dije en un susurro.
-¿¡Pero qué...!? ¿Puedes verlo?-Julieta estaba como estrangulada. Javier asintió y para ese momento su mirada resultaba indescifrable-Pero antes no lo hacías...-entre todo el caos y revoltijo de emociones hacia Javier que sentía en ese instante, algo parecido al dolor de una traición respingo en lo hondo de mi ser ¿Sabía de mí Javier? ¿Juli le había contado de mí? ¿De lo nuestro? ¿Qué tanto sabía de lo que había pasado entre nosotros? ¿Todo? Debía de haberle tenido demasiada confianza como para soltarle así como así que me veía y todo lo que pasaba conmigo.
Realmente la había perdido.
-No...-parpadeó y esbozó una sonrisita que me recordó perfecto a las que hacía antes de golpearme-De verdad no puedo creer que de tantas personas en el mundo habría de enamorarme de la única chica capaz de ver fantasmas y encima de todo, que de tantas almas en pena, tenía que ser precisamente la tuya la que le arrancaría suspiros a esa chica... ¿Por qué te empeñas en meterte en mi vida, Oliver? ¿Por qué te empeñas en quitarme lo que más quiero?
-¿Crees acaso que yo elegí esto? ¿Qué yo elegí que fuera ella? ¿Qué siquiera pensaba que esto vendría para mí al morir?
-¡Oh! ¡Pero claro que no pensabas en nada al morir! Porque tu muerte fue lo más...-se quedó callado cuando le abrí grandes los ojos. Miró a Julieta y de nueva cuenta a mí... la sonrisita se acentuó más-¿De verdad la amas tanto como dices? Digo como para haberle hecho lo que le hiciste es de dudarse ¿tanto la amas que por eso le mentiste?
-Por favor, Javier... por favor no lo hagas-le supliqué y Julieta me miró con confusión.
-Ya veo tu amor, si ya decía yo que no eras bueno para...
-¡Cállate Javier! Por favor.... ¡CÁLLATE!
-¿De qué hablas, Javier?-lo miró. Pasó sus ojos a mí-¿De qué habla él?-me perdí en aquellos ojos que tanto me encantaban y que ahora tanto daño me hacían y más mirándome de aquella forma. Agaché la vista incapaz de decirle nada.
-¿Se lo dices tú o se lo digo yo? ¡Vamos! Aún tienes oportunidad de conservarla a tu lado si eres sincero con ella... ¿No se basa en la sinceridad el amor?-la mirada de Juli seguía clavada en mí.
-Javier... ¿qué quieres?-dije abatido.
-Me has estado rondando, tú lo sabes, y quiero hacerlo de buena manera y sabes lo que eso significa-suspiré-¿Entonces? ¿Vamos o no?-no le di respuesta y simplemente "caminé" hacia la puerta. "De buena manera" para Javier era "Dialoguemos en privado".
-¡Espera! ¡Esperen!-corrigió cuando Javier salió detrás de mí-¿A dónde van?
-Estaremos aquí afuera, bonita, sólo necesito hablar y aclarar unas cuantas cosas con Oliver...
-¡Yo quiero escuchar! ¡No es justo! ¡Voy también!-dio dos pasos hacia adelante y entonces me moví hasta quedar frente a ella haciéndola dar un salto hacia atrás.
-Por favor Julieta, esto es algo que a ti no te concierne, es asunto entre Javier y yo... por favor quédate aquí.
-¿Volverás?-susurró con ojos acuosos.
-Lo haré, pero... por favor espera aquí-insistí-Por favor-regresé a la calle con Javier y este tras mirar a Juli sin intención de seguirnos, cerró la puerta, me pasó por delante y empezó a caminar mientras yo únicamente lo seguía, dandome por vencido sin siquiera saber si en realidad era a una guerra a lo que iba.
-Aquí estamos bien-se detuvo en un callejón a dos cuadras de la casa de Juli-No quiero que me vean hablando con la nada-hizo un gesto de asco que apenas percibí, mi mirada seguía clavada en el piso, lo escuché reír y hasta entonces alcé la vista-Vaya que es raro saber que hablo con un fantasma, pero más raro es lo normal y familiar que siento todo esto-hasta ese momento lo observé detenidamente: sus ojos casi blancos, el cabello completamente oscuro, los huesos resaltados en la cara y algo que estaba seguro sólo yo por ser lo que era podía ver: una especie de aura rojinegra emanando de su cuerpo. ¿Qué demonios le había pasado?
-Sí bueno, a diferencia de que ahora si te digo "que no" a lo que me pidas, no puedes golpearme-sonrió y sin mediar palabra se acercó deliberadamente a mí, extendió ambas manos hacia mis muñecas y ante mi mirada incrédula pude ver cómo sus manos pálidas encerraban las mías una tonalidad más baja que la de su piel, así como logré sentir un calor semejante al de las brasas en la zona donde sus manos me presionaban, escuchar un zumbido agudo de altos decibeles que logró hacer que la cabeza casi me explotara y sentir una opresión en el pecho peor que la de mi llanto ahogado-¡AAAAH!-grité de dolor mientras me doblaba a sus pies y él sonreía victorioso-¡PARA! Por favor ¡PARA!-gemí luego y entonces me soltó apartándose de mí al tiempo que el zumbido y la opresión se iban mientras que en mis muñecas quedaban sus dedos marcados como si me hubieran puesto ahí un herraje. Poco a poco la marca se fue desvaneciendo así como el ardor-¿¡Pero cómo...!?-solté sofocado enderezándome-¡Eso es imposible!
-Es posible, ya lo viste ¿O quieres que te lo demuestre de nuevo?-instintivamente di un paso para atrás-Creo que no-rió-¿Ya ves? Es como los viejos tiempos.
-¿Pero cómo es posible que puedas verme, tocarme y hacerme daño? ¡Dime! ¿Qué hiciste?
-No hice nada, yo no sé por qué razón te veo, el amor que le tengo a Juli es fuerte, supongo que es eso-toda hostilidad desaparecida al mencionar el nombre-Aunque claro está que para mí es una desgracia, no es que quiera verte, ni era que esperara que fueras tú el mentado fantasma que le ronda la cabeza a mi futura esposa.
-¿Tan seguro estás de tu posición con ella? ¿Ni siquiera es tu novia y ya hablas de ella como esposa?
-¿Cómo sabes tú que no es mi novia aún si se supone que no te le has aparecido en estos días?-escuché duda en su oración. Sonreí malicioso.
-¿Cómo estás tan seguro que no me le he aparecido antes y en realidad no te lo ha dicho?-una venita se le resaltó en la frente.
-Confío en ella-dijo al cabo de unos segundos-No me mentiría, además se mostró sorprendida al verte...
-Pudo fingir...
-¡Basta!-se acercó a mí tomándome del cuello antes de que pudiera desplazarme-¡Ella no me miente! ¿Me oyes? ¡No me miente! ¡Me quiere, jamás me mentiría!
-Yo la amo...-dije con trabajos. Aunque no respirara me estaba asfixiando-Y sin embargo, le he mentido para no herirla.
-¿Herirla? ¡Ja!-me soltó-¿Crees que como vidrios? Te conozco a la perfección Sykes, no de en balde fuiste mi asqueroso cuñado por casi 7 años. Le mentiste para que no te juzgara, para que no te abandonara en la búsqueda de tu salvación, la cual me imagino aún no encuentras, de nuevo, para desgracia mía-*No lo sabe, no sabe que necesito de su hermana para irme* pensé-Y posteriormente continuaste con la mentira para que no se enojara contigo por haberla engañado.
-¿No es descubrir un engaño una herida?
-El mentir y el engaño son cobardía... y lo que tú haces está incluso más allá de eso-de nuevo el gesto de desdén-Mira que venir a metértele en la cabeza, venir a enamorarla sabiéndote alma en pena.
-¿Crees que yo quería esto? ¿Crees que yo quería que se enamorara de mí? No es como tu círculo insípido. La gente normal se enamora sin quererlo ni esperarlo...
-¡Exacto! ¡La gente normal! Para tu información, amigo mío ¡Eres un alma en pena! ¡No eres normal!
-No me llames amigo-mascullé-No eres mi amigo.
-Por supuesto que no, de serlo no estaríamos en esto ahora. Te habrías casado con mi hermana y yo con la odiosa de Andrea y todo sería genial para ti y una mierda para mí.
-¿Entonces eso es todo? ¿Tu resentimiento conmigo es que yo era feliz con tu hermana pese a tus amenazas y los desaires de tu madre, mientras que tú te veías obligado a estar con alguien que ni siquiera te resultaba atractiva?
-Sabes que mi odio hacia ti tiene más de trasfondo...
-No, no lo sé, dímelo.
-No estoy aquí para hablar del por qué te detesto tanto, estoy aquí para hablar de Julieta.
-Tú fuiste quien sacó a Andrea y a Justine a colación...
-¡Bien! Doy por cerrada esa charla, hablemos ahora de Julieta.
-¿Qué con ella?
-Con ella todo.
-¿Todo qué?
-¡Todo!-agitó los brazos y la posición y actitud que tomó a continuación me recordaron a mí mismo hablando de la chica que me gustaba-Me enamoré de Julieta como nunca antes me había enamorado... creo que en mi vida me había enamorado siquiera una vez y estar con ella me llena de paz, de tranquilidad, me hace olvidarme de la porquería de sociedad en que vivo, de todas las reglas y normas para "ser feliz"-pintó las comillas con los dedos-que me han educado a seguir, porque con ella simplemente soy feliz sin necesidad de todo eso y la amo tanto que estoy dispuesto a ir contra todo y todos por estar el resto de mis días a su lado y... bueno, simplemente no tengo por qué explicarte todo eso pues tú sabes a la perfección lo que siento pues imagino que para la terquedad con que acudías días tras día a la casa aún a sabiendas que te golpearía y que mi madre te correría, lo seguías haciendo sólo con tal de ver a mi hermana, de respirar su mismo aire y de abrazarle aunque fuera un segundo y con Julieta... pese a tu condición e inseguridades que debiste tener, estuviste con ella aun cuando sabías que alguien más podía quitártela, aun viendo que yo lo hacía... ¿No es así?-me miró con unos ojos diferentes a los de siempre-Y lo único que quiero pedirte es que no me quites eso-habló sin esperar respuesta mía y con una voz carente de la fuerza y el coraje de minutos atrás-No me quites lo único que he tenido en mi vida que logra hacerme sentir dichoso, sentirme libre y sentirme completo. Me siento ridículo y estúpido pidiendo esto puesto que tú mejor que yo sabes y conoces mi orgullo y siento que lo estoy haciendo morusas ahora al suplicarle a un alma que es incapaz de ofrecer una casa, una familia, una vida estable y siquiera un simple abrazo, que me deje libre el camino hacia la única persona que realmente me interesa en la vida aun sabiendo que yo soy capaz de darle todo lo que tú como alma no... pero no puedo dárselo si tú no la sueltas, si no te alejas, porque aunque me cueste trabajo aceptarlo, sé que por ti ella es capaz de dejarme aun a sabiendas que soy mejor para ella en lo realista...-el aire pareció agotársele, así como la vida írsele en esas palabras mientras que yo... yo me quedé pasmado pues jamás en los 7 años que tenía conociendo a ese hombre frente a mí hubiera podido siquiera imaginar que era capaz de sentir de la manera en que me estaba explicando sentía y mucho menos fui nunca capaz de imaginar que Javier Caballero Blake se daba cuenta de lo puros y sinceros sentimientos que yo poseía hacia su hermana y sumado a todo eso, yo bien entendía lo que estaba sintiendo por Juli y su desesperación al saber que peligraba su cariño y posición en manos de alguien que incluso le desagradaba ¿No era justamente lo mismo que sentía yo hacia él? ¿No sufría viendo cómo se ganaba poco a poco a la persona que yo tanto amaba? Sí, era justamente lo mismo pero con una diferencia: lo que él decía era cierto y mil veces lo había pensado y bien sabía yo que era verdad. Yo era un alma en pena incapaz de darle lo necesario a una persona viva, incapaz de "vivir" nuevamente y ser una pareja, un padre, un esposo... un alguien en el mundo de los vivos y él... él lo tenía todo y mi único temor era que no la quisiera de verdad pero ¿No acababa de demostrarme en pocas palabras lo errado que estaba en esa idea?
-No te preocupes... es toda tuya.
-Escucha Oliver, yo sé que entre tú y yo las cosas no...-parpadeó rápidamente y la quijada le colgó-¿Perdón? ¿Qué dijiste?
-Que es toda tuya, Javier, eso dije, aunque dudo que sea la expresión adecuada pues Julieta no es un objeto que te pueda dar, ni siquiera me pertenece. Es libre de estar con quien quiera y si ella desea estar contigo a mí me parece perfecto, no voy a intervenir. Voy a desaparecer para siempre de su vida porque estoy consciente que jamás podré darle lo que una mujer necesita y desea pues aunque digan que el amor es lo único necesario y ella me ame y yo a ella, de amor no comerá ni se mantendrá. Con puro amor no logrará procrear una familia y con puro amor no vivirá una vida digna-lo miré fijamente-En cambio tú, tú eres capaz de darle incluso más que una vida normal y también lo único que yo fui capaz de darle: amor. Así que el camino lo tienes libre-Javier tardó varios segundos en responder. Al parecer no se esperaba que fuera yo a bajar los brazos tan fácil.
-Me sorprendes realmente, Garañón, esperaba más resistencia de tu parte debido a que "la amabas realmente".
-La amo realmente y es por eso que hago esto. Ella se merece lo mejor del mundo... y sólo tú podrás dárselo. Aunque me duela admitirlo, tú eres lo mejor para ella ahora-medio sonrió.
-Bien, me alegra que lo admitas-suspiró-Y entonces, es todo... puedes marcharte.
-No, aún no. Le prometí volver-entrecerró los ojos y la vena de la frente de nuevo se marcó-Sólo será una despedida, sólo eso y ya no me verás de nuevo junto a ella, lo prometo-el chico pálido bufó.
-Ok-dijo calmándose-Pero que sea rápido.
Javier y yo regresamos a la casa de Julieta quien nos miró con ojos curiosos al entrar.
Vio unos segundos a Javier como asegurándose de que siguiera igual y luego sus ojos se dedicaron sólo a mí y no pude encontrar en ellos nada más que lo que siempre vi...
Sacudí la cabeza. Eso no era verdad, ella ahora era de Javier, no me estaba viendo así en realidad.
-Juli-empecé mientras me acercaba a ella-Yo vine a...
-¿Por qué te fuiste así la otra vez? ¿Por qué tardaste tanto en volver? ¿Dónde estuviste? ¿Por qué te despediste de Jordan? ¿Qué pasa contigo y Javier?-le sonreí cuando me recompuse de su asalto de preguntas.
-Son muchas preguntas, Chuleta-mi sonrisa se fue-Y lamentablemente no puedo responderte ninguna-me miró con duda-Sólo volví para despedirme-se hizo hacia atrás y negó con la cabeza.
-¿Des... des... pedirte? ¿Por qué?
-Porque debo partir ¿A caso olvidaste el porqué de mi estadía aquí? ¿El porqué te necesitaba? Soy un alma en pena, Juli y busco mi descanso eterno... y ya es tiempo de que lo consiga pues el estar aquí no es lo correcto.
-Entonces eso significa que yo... ¿Ya no te veré de nuevo?-sus ojos se rasaron y las primeras lágrimas se asomaron cuando asentí-¡No! ¡No quiero! ¡No te vayas!-se acercó como si de verdad me abrazara y tuve que hacer acopio de mucha fuerza para no ceder ante aquello.
-Estarás bien sin mí, Juli, todo irá bien... todo será normal.
-¡No! ¡No lo será! ¡Ya me acostumbré a ti!-por el rabillo del ojo pude ver a Javier parado en el marco de la puerta y el gran esfuerzo con que contenía el dolor que le producían las palabras de Juli quien parecía haberse olvidado que él también estaba ahí.
-Entonces tendrás que acostumbrarte a no tenerme y a llevar una vida normal-sollozó negando con la cabeza-Adiós Julieta, fue un placer conocerte...-y siendo incapaz de decir más, desaparecí de su vista al tiempo que ella soltaba un alarido que me destrozó por completo.
-Garañón-escuché a Javier llamarme en apenas un susurro y me giré. Juli adentro ya corría escaleras arriba llorando penosamente-¿Hay algo que pueda hacer para pagarte el favor?-me aparecí para él.
-No soy de esos Javier, y entiende que no te estoy haciendo un favor a ti, se lo hago a Juli-mi voz sonó más hueca que de costumbre. Miré a la nada mientras Javier se alzaba de hombros y se disponía a entrar-Espera-se detuvo-Sí hay algo-me miró esperando-¿Dónde está tu hermana exactamente?
-¿Para qué quieres saber?-preguntó con recelo.
-Ella es mi pase al cielo. Necesito unas simples palabras de su boca para que entonces sí puedan librarse de mí, Pau, tú y quienes me ven para siempre. Pero necesito hallarla y Rusia es muy grande y completamente desconocida para mí. Dime donde está exactamente.
-No lo haré.
-Me has ofrecido un favor a cambio y siempre los pagas cuando te cumplen su parte... ¿Vas a faltar a una promesa y favor ofrecido?-me miró claramente molesto. Un músculo se movió en su mejilla.
-No tiene caso que vayas a Rusia ahora, no la encontrarás ahí.
-¿Mintieron a mis amigos entonces? ¿Ella no está ahí?
-No mentimos, ella fue a su muy larga luna de miel allá-por el gesto que hizo al decirlo y el tono que usó, supe que tampoco le encantaba su ahora cuñado. Ese Blake era difícil de complacer-Pero el plazo que Antonio dio para volver con ella está por expirar.
-¿Cuándo expira?
-Mañana mismo, es decir que para pasado mañana Justine ya estará en la casa de nuevo-una tormenta de sentimientos se removieron en mí ante su comunicado.
Y yo que creía estar listo para eso.

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