—No importa qué, esta noche volveremos aquí... Pero si no es así, recuerda siempre que te amo y así será para siempre —susurro, mis ojos se lacrimaron un poco, pero asentí.

     —También te amo, Daryl... No importa qué pase —conteste y me obligue a sonreirle.

     Tomé su mano con fuerza y de ese modo salimos de la casa. Afuera ya nos esperaban el resto de los chicos, pronto Rick nos repartió las tareas, a mí me tocó ir con Rosita, Aaron y Daryl a armar el camión bomba, la primera sorpresa que le tendríamos a Negan. Luego de poco más de media hora, ya teníamos la trampa lista, apenas salíamos del camión, escuchamos un montón de camiones acercarse.

     —¿Serán ellos? —preguntó Rosita, levanté la vista y miré a Carl, quien estaba haciendo guardia.

     —No, nuestro centinela no ha dado el aviso, además, según el radio, todavía están a unos kilómetros, Dwight sí que nos compró tiempo —respondí, ella asintió.

     —¿En serio vamos a confiar en él?

     —No lo sé... Aunque, Daryl ya prometió matarlo, nos ayude o no, cuando todo esto acabe, morirá.

     —Y espero que no sea el único —añadió.

     —Vengaremos la muere de nuestros amigos... Negan debe pagar —dije, ella asintió y miró el camión, justo en ese momento, alcanzamos a ver en la lejanía, un montón de camiones de basura acercándose.

     —¿Y crees que deberíamos confiar en ellos?

     —No tenemos alternativa... Aunque no me convencen, debemos de... Sin embargo, no nos haría daño tener un ojo en ellos, ya sabes, como mera precaución.

     —Claro, bueno, le diré a Rick que el camión ya está.

     —Sí —respondí, ella asintió y se alejó.

     Sin nada más que hacer afuera, comencé a caminar hacia dentro de Alexandria, sin embargo, en el trayecto me tope con Daryl.

     —¿Sucede algo? —pregunté, él asintió.

     —Sí, debes de ir a recoger tu arma y, bueno, también hay algo que quería pedirte, pero antes de que te rehúses, entiende que me sentiría mejor sí me hicieras ese pequeño favor —dijo, lo mire con una ceja levantada.

     —¿De qué se trata?

     —Quiero que te quedes atrás, con Merle, sea como sea, Negan aún piensa que estás muerta y yo quiero poner toda la distancia que pueda entre tú y él, por favor, Vanessa —pidió, lo mire sorprendida, sonaba sincero y muy preocupado, así que contrario a mi naturaleza, termine asintiendo.

     —Está bien, me quedo con el calvo... ¿sabes? Si logra entrar, será divertido hacerle creer que está viendo a un fantasma —comente, él me sonrió.

     —¡Daryl, Vanessa! Preparense —nos llamó Rick, venía corriendo hacia nosotros—, llegarán en quince minutos aquí.

     —¿Tan pronto? —le cuestioné, él asintió.

     —Ya han logrado pasar las trampas de Dwight, es momento de prepararnos, recojan sus armas y vayan a sus posiciones —nos indicó, nosotros asentimos.

     A paso veloz, llegamos a la armería, donde Merle y Tara repartían las armas, tomé un rifle y algunos cartuchos, la verdad era que aún seguía prefiriendo mi arco. Cuando estuvimos listos, mire a Daryl, sin embargo, pronto una sensación desagradable comenzó a gestarse en mi interior, si todo salía mal, potencialmente estos serían nuestros últimos momentos juntos.

El Arquero del Fin del MundoWhere stories live. Discover now