Amnesia || Magcon [✔️]

60 ~ Nada volvería a ser igual

Nota: Hay un nuevo personaje en este capítulo, no quiero que se vuelvan locos pensando que se perdieron de algo, es la primera vez que aparece.

Recuerden que, dependiendo de los personajes, estos se referirán a la protagonista por su verdadero nombre, Maisie, o por "Stelle".

¡Capítulo largo, disfrútenlo!

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NARRA SEBASTIAN

Luego de observar cómo Beth guiaba a Stelle por el pasillo hasta su apartamento, tomé nuestras maletas del suelo y entré al apartamento de Hazel.

De inmediato, me encontré con todas las amigas de Stelle y Hazel, preparadas para la bienvenida sorpresa que arreglaban para Stelle.

Al verme entrar solo, me miraron confundidas.

–¿Y Stelle? –preguntó Tris.

–Entrará dentro de poco –respondí, a lo que ellas asintieron y volvieron a lo suyo. Alcé una ceja. –¿Qué? ¿Y mi bienvenida? –extendí mis brazos.

–Bienvenido Sebastian –dijo Belinda, haciendo una voz rara. –Ahí tienes tu bienvenida.

–Muy graciosa.

Miré por toda la sala de estar, pero no encontré a Hazel por ningún lado.

–¿Y Hazel?

–Salió hace rato –respondió Liz.

–¿A dónde? –fruncí el ceño.

–No sé, no nos comentó nada...

Eso me extrañó, ella sabía que Stelle y yo regresaríamos esta noche, ¿Por qué saldría sin decirle a nadie a dónde iría?

–Puedes dejar las maletas en la habitación de Stelle.

–De acuerdo.

Con el equipaje en mano, caminé por el pasillo hasta la habitación de Stelle y dejé las maletas a un lado de la puerta, luego la cerré y me fui a sentar en la cama.

Tomé mi teléfono y le marqué a Hazel, pero no hubo respuesta.

Llamé una vez más, pero nada.

Comenzaba a preocuparme, pero a la tercera llamada, contestó.

NARRA HAZEL

Miré a través del cristal y hacia a fuera del local en el que nos encontrábamos, había oscurecido rápidamente y ya era de noche; sin embargo, las calles estaban repletas de autos y personas caminando.

Regresé mi vista al frente y miré a Jason a los ojos.

Éste estaba a punto de decir algo, cuando mi teléfono comenzó a vibrar sobre la mesa. Le lancé una mirada de disculpas a Jason antes de tomarlo en la mano y ver de quién se trataba.

Seba. Sin pensarlo dos veces, cancelé la llamada y regresé el teléfono a su lugar.

–¿Decías? –miré a Jason, incitándolo a continuar.

–¿No tomarás eso?

–No es importante –aseguré, negando con la cabeza.

Jason asiente y toma un pedazo de papel de la mesa, junto con un bolígrafo y escribe algo en él.

Iba a preguntar lo que hacía, pero se me adelantó.

–Ten –desliza el papel hacia mí. –Es mi número de teléfono personal –explica.

Miré el teléfono en mis manos y luego a él.

–Jason, yo... –comencé a decir, viéndome interrumpida por la vibración que mi teléfono emanaba sobre la mesa.