12 ~ Ocupada

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NARRA STELLE

Terminé de vestirme y salí de mi habitación para ir a la sala de estar, donde me esperaba Hazel.

Ya habíamos salido todas las chicas juntas anteriormente en varias ocasiones, pero a pesar de que hoy era sábado, casi todas las chicas estaban ocupadas, por lo que decidimos ir al centro comercial.

Me estaba quedando en la habitación de huéspedes de Hazel y poco a poco había estado arreglando la habitación, llenándola y decorándola con mis pertenencias para hacerla un poco más personal y sentirla más mía.

Por otra parte, mi armario estaba medio vacío y aún en ocasiones debía pedirle ropa prestada a Hazel. Sabía que a ella no le molestaba, de hecho, me había regalado algo de la ropa que ya no usaba o le había dejado de quedar, pero no quería tener que seguir dependiendo del armario de Hazel.

Es por esto, que iríamos al centro comercial, con Tris. Saldríamos de compras principalmente para comprarme más ropa y tal vez más decoraciones para mi habitación.

Me llevaba de maravilla con todas las chicas. Ya había dejado de referirme a ellas como "las amigas de Hazel" y más como mis propias amigas también. Les había tomado mucho cariño a todas, sin embargo, me sentía mucho más cercana a Tris.

Al pensar en la noche anterior, no pude evitar sonreír inconscientemente.

Luego de que les anunciara a Hazel y a Seba acerca de mi promoción, me convencieron de salir a celebrar. Sebastian había estado siendo muy atento y tierno conmigo. En ocasiones creía que le gustaba, pero luego recordaba que probablemente él me veía como la pobre chica que ayudó en la calle y que ahora vivía con su hermana.

Otra cosa en la que había estado pensando mucho recientemente, era en algo que había sucedido con Beth. Se había estado comportando muy raro y distante, pero no le había tomado mucha importancia al principio. Supuse que después de haberme conocido un poco mejor, se habrá dado cuenta de que no le agradaba.

La verdad es que no me sentía muy a gusto con eso, pero no podía hacer nada.

Todo esto había comenzado hace una semana atrás, luego de que decidiera contarles la verdad a las chicas y hablarles sobre mi pérdida de memoria.

~ Flashback ~

Me quedé observando a las chicas frente a mí, mientras hablaban y reían entre ellas y decidí que éste sería un buen momento para decirles.

–Tengo que contarles algo –dije en un tono de voz alto, haciendo que su atención aterrizara sobre mí.

Dejé salir un suspiro silencioso antes de tomar una bocanada de aire y les conté todo, absolutamente todo.

Les conté todo lo que había pasado desde el día en el que desperté en la playa, de cómo Sebastian me encontró y me ayudó y luego conocí a Hazel. Que no recordaba absolutamente nada antes de eso, ni mi verdadero nombre, o mi vida, nada.

A medida que les contaba y les explicaba a las chicas, ellas me miraban con sorpresa.

Beth, que estaba sentada frente a mí, tenía los ojos abiertos como platos mientras que me miraba a los ojos.

–Te-tengo que irme, lo siento –dijo Beth de la nada, poniéndose de pie.

–¿Qué? ¿Por qué? ¿Adónde vas? –la interrogó Camille. –Nos iríamos todas juntas.

–Lo sé, lo siento, olvidé que tenía algo importante que hacer –dijo y rápido salió caminando deprisa hacia la salida.

~ Fin del Flashback ~

No hemos hablado desde entonces. Ni siquiera cuando hemos salido en grupo con las demás hacías. Simplemente dejamos de hablarnos.

Pero bueno, en fin. Llegué junto a Hazel y levantó la vista de su teléfono.

–Ya era hora, pensé que nunca acabarías –dijo parándose de su asiento, a la misma vez que su teléfono comenzaba a sonar en su mano, indicando que tenía una llamada.

Extrañada, miró la pantalla.

–¿Desconocido? –preguntó para sí misma, pero de igual manera, contestó. –¿Sí? ¿Hola?... Sí, esa soy yo, lo siento ¿Quién habla?... ¿Jackson?... Lo siento, no conozco a ningún Jackson... –volteó a verme con el ceño fruncido. –¿Jack?... ¡JACKSON! –gritó para sí misma y en cambio yo me basté a mirarle. –¿Por qué no me habías llamado antes? Pensé que te habías olvidado de mí... ¿¡Qué!? No seas tonto, sólo olvidé tu nombre... –entrecerré los ojos cuando la vi sentándose de nuevo en el sofá.

Me iba a sentar también, para esperar a que terminara, pero Hazel me hace señas que no llego a entender.

–¿Qué? –pregunté.

Hazel pone el teléfono contra su pecho.

–Que vallas por Tris –me susurró. –Yo saldré enseguida –dijo antes de volver al teléfono para hablar con el tal Jackson.

–No tardes –dije antes de salir del apartamento.

Cerré la puerta y caminé por el corredor hacia la izquierda.

Llevaba puestos unos jeans negros, unas botas altas que Hazel me había prestado y una camisa suelta de tirantes blanca.

El que todas las chicas vivamos en el mismo piso, hacía mucho más fácil el llegar de una a la otra. Además, era muy divertido el vivir tan cerca de tus mejores amigas. Nos encontrábamos a cada rato, en el pasillo, en el ascensor o en el lobby y la mayoría de las veces, cuando podíamos, decidíamos salir con la que nos topábamos.

Me detuve frente a la puerta donde estaba grabado el número 108 y toqué. Esperé unos minutos antes de que la puerta se abriese, dejándome ver a una Tris aún en pijamas.

–¿Stelle? –preguntó saliendo del apartamento y cerrando la puerta tras ella. –¿Qué haces aquí? –se cerró la bata que llevaba encima del pijama y miró a lo largo del corredor por ambos lados.

–Se te olvidó ¿Cierto? –me crucé de brazos.

Me mordí el labio al ver su cara de total confusión.

–Íbamos al centro comercial... ¿Recuerdas? –dije, arrastrando las palabras.

–¡No puede ser! Se me olvidó por completo –pasó una mano por su desordenada melena rojiza. –No sabes lo ocupada que he... –comenzó a decir, pero fue interrumpida por la puerta de su propio apartamento abriéndose.

–¿Lucy? –dijo un chico alto, con el cabello castaño, mojado, de tez morena, con ojos verdes y sin camisa, dejando ver sus bien formados músculos mientras que gotas de agua se deslizaban por su torso.

¿A quién le llama Lucy?

Tris cerró los ojos de inmediato y se volteó hacia él, dejándome ver que el chico sólo llevaba una toalla amarrada a la cintura.

–Josh... ¿Por qué no me esperas adentro? ¿Sí? –dijo Tris, con una voz casi seductora, pero a la misma vez apresurada y demandante.

–Claro –dijo y sonrió antes de lanzarme una mirada fugaz, guiñarme un ojo y volver al apartamento de mi amiga, cerrando la puerta.

Levanté una ceja. Tris volteó lentamente hacia mí, frunciendo sus labios.

–Con qué... ¿Ocupada?

–Lo siento, es que anoche estaba en una fiesta y me dejé llevar por los tragos... –explicó rápidamente. – Y olvidé nuestra salida de hoy... –dejo caer sus brazos, antes de mirarme a los ojos. –Pero no me puedes negar que el chico está buenísimo –su rostro cambió de apenada a una de pervertida en milisegundos y reí, negando con la cabeza. –¿Le puedes, por favor, decir a Hazel que no podré ir con ustedes hoy?

–Claro, no hay problema –respondí. –Le diré que estás ocupada, Lucy.

Amnesia || Magcon [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora