52 ~ Los Tucker ~ p.2

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Podría jurar que todo a mí alrededor se detuvo en cuanto escuché esas palabras salir de sus labios, tomándome completamente desprevenida.

El rostro de Bridget parecía ser de horror mientras volteaba hacia Edward, desorientada.

Quería hablar. Quería decir algo.

Quería saber cómo es que era eso posible, si es que era cierto.

Quería decir y preguntar muchas cosas. Sin embargo, el repentino fallo de mis músculos me lo impedía, haciéndome imposible el poder articular palabra alguna y mucho menos moverme.

Con cada segundo que transcurría, se me hacía difícil el poder tragar, como si mi saliva fuese diez veces más espesa, casi sólida, haciéndome sentir como si me ahogara.

Todos esos sentimientos me embargaron y desaparecieron de inmediato en cuestión de segundos. Aunque, para mí, esos segundos parecieron ser eternas horas en silencio, en las que todos en la habitación sólo mantenían sus miradas sobre mí.

Me observaban como a una bomba a punto de estallar, esperando mi reacción. Pero, no recibieron nada de mi parte, al menos no lo que esperaban.

Quería hacer lo que ellos esperaban que hiciera: preguntar, balbucear, llorar, reaccionar... pero no lo hice.

No sabía que fue lo que los sorprendió más, el hecho de que simplemente regresara a mi lugar en el sofá, o lo que dije después.

–Quiero que me digan todo, desde el comienzo...

NARRA GILINSKY

–Buenos días –saludé a la chica que se encontraba sentada detrás del escritorio.

Sus ojos se despegaron del monitor que la mantenía ocupada, fijándose en mí y en algunos de los chicos a mis espaldas.

Cuando pensé que diría algo, sólo se dedicó a masticar el chicle que llevaba en la boca, mientras nos miraba con un rostro de aborrecimiento.

La chica no debía tener más de veinte años, sus ojos eran de un lindo color azul y su cabello estaba teñido de varios colores distintos, aunque por la coleta alta y despeinaba que llevaba, se asomaba de a poco su color natural, rubio.

Sin más, regresó su vista a la pantalla del monitor, con un borde gesto de molestia.

Los chicos nos miramos entre nosotros, dándonos oficialmente por ignorados. Pero, la chica tomó el teléfono de cable que se encontraba junto a ella y luego de marcar unos números, lo llevó a su oído.

Cuando parecieron tomar su llamada, dijo algo sumamente rápido en francés, que obviamente no pude entender, pero sí pude distinguir una palabra que últimamente escuchábamos a menudo, "estadounidenses".

La chica colgó el teléfono y no volvió a dirigirnos la palabra, ni siquiera una pequeña mirada de reojo.

Mientras tanto, permanecimos allí parados frente al escritorio, esperando que alguien llegase para ayudarnos.

Luego de unos breves segundos, una mujer castaña, que parecía doblarnos la edad, apareció por una puerta justo a un lado de la chica y se acercó a ella.

Antes de fijar su mirada en nosotros, se dirigió a la chica de cabello multicolor, que aún se encontraba completamente sumida en el monitor.

Al parecer, le dijo algo que le molestó porque de inmediato rodó los ojos, mientras bufaba y se levantaba bruscamente de su asiento y se marchó.

La mujer finalmente reparó en nosotros y nos sonrió de forma amigable.

–Disculpen a mi hija, aún no se acostumbra a su trabajo –comentó y luego añadió. –Lo sé, lo sé, tenemos el mismo carisma ¿No? –preguntó, antes de soltar una pequeña risa, sonriendo aún más, de forma en la que lucía más joven de lo que probablemente era.

Amnesia || Magcon [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora