46 ~ Jamás

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NARRA STELLE

Cuando las puertas al fin se abrieron, salimos del elevador y caminamos por el corredor, hasta quedar frente a la puerta de su apartamento.

Sebastian abrió la puerta y entramos, él continuó en dirección hacia su habitación mientras que yo cerraba la puerta con llave.

Suspiré. Me sentía horrible por la forma en la que había tratado a Seba y las cosas que dije. Era mi culpa que se viera de esa manera, tan desanimado y herido.

No lo pensé dos veces antes de ir a su habitación para hablar con él. La puerta estaba cerrada, por lo que toqué varias veces, aun así, la abrí antes de recibir alguna respuesta.

Entré en la habitación, encontrándome con Sebastian sentado al borde de su cama, con sus codos apoyados sobre sus rodillas y sosteniendo su cabeza entre sus manos.

No hablé. No dije nada. Simplemente me acerqué suave y silenciosamente hacia él, sentándome junto a él en la cama.

–Seba... –comencé, pero la verdad era que no sabía exactamente qué decir. –Entenderé si no quieres hablar conmigo, sólo quería disculparme por todo lo que dije antes, no debí hacerlo...

Seba levantó su cabeza y se giró a verme con ojos confusos.

–No –interrumpió, frunciendo el ceño. –No tienes que disculparte por eso, tenías razón, yo soy el que debería disculparme, no debí haber intentado evitar que conocieras a tu familia –terminó, agachando de nuevo su mirada.

Negué con la cabeza y con una pequeña sonrisa en mis labios, tomé su mentón para que me mirara a los ojos.

–Tú eres mi familia –corregí, con voz segura. –Hazel es mi familia... no debí haber puesto a extraños por encima de ustedes, de ti... tú tenías razón, no los conozco.

–Pero, quería evitar que la conocieras ¿Qué clase de novio hace eso? –bufó, molesto consigo mismo y apartó el rostro.

–Uno que me quiere y me protege –coloqué mi mano encima de su antebrazo. –Y yo también te quiero –sonreí.

Tardó unos segundos en voltear a verme, pero finalmente lo hizo y sus facciones se suavizaron, al igual que su brazo. Sonrió antes de acercarse a mí y rodearme con sus brazos, en un abrazo que acepté gustosa.

–Te vas en una semana, pero ¿Cuándo regresarás? –preguntó, alejándose luego de romper el abrazo.

–Pensé que lo mejor sería quedarme por un mes –respondí, a lo que él me miró sorprendido.

–¿Un mes?

–Lo sé, lo sé, es mucho tiempo, pero pensé que necesitaría tiempo para digerir y entender bien lo que sea que pudiese descubrir ¿Entiendes?

Él asintió con la cabeza, aceptando mi decisión, pero aun así se mostraba incómodo, por lo que decidí que ese era el momento perfecto.

–Ahora regreso.

NARRA SEBASTIAN

Stelle se levantó de mi lado y salió de la habitación.

Suspiré hondo. Un mes era demasiado tiempo. ¿Qué se supone que haría durante todo un mes sin ella?

No estaba molesto, entendía y respetaba sus decisiones, pero, no era fácil saber que tu novia viajará al otro lado del mundo para reunirse con su familia, con sus amigos y su novio de ojos azules.

¿Qué tal que estando allá lo recuerde todo y decida quedarse y nunca volver?

Esa era mi mayor pesadilla, que Stelle recordara su vida y decidiera que ninguno de nosotros pertenecía a ella.

Amnesia || Magcon [✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora