51 ~ Los Tucker

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NARRA MAHOGANY

Jacob y yo íbamos caminando por la acera, de camino a casa luego de ir al súper, cuando Jacob rompió el silencio.

–¿Ese es Peluche? –preguntó, achicando los ojos hacia algún punto y seguí su mirada.

Efectivamente, era Peluche, sentado en medio de la acera y de inmediato sentí un dolor en el pecho.

–¡Peluche! –lo llamé de inmediato, haciendo que volteara hacia nosotros.

Justo como esperaba, en cuanto nos vio, comenzó a correr hacia nosotros y me agaché justo a tiempo en que llegaba a mis pies y lo tomé en mis manos.

–¿Qué haces aquí? –le pregunté, pero como era de esperarse, no respondió.

Peluche le comenzó a ladrar a una camioneta negra que pasaba por la carretera justo en ese momento y se me revolvió el estómago.

–Tenemos que llevarlo adentro –dije apresurada y comencé a caminar hacia la casa, sin esperar a Jacob.

Cuando llegamos, él sacó las llaves y abrió la puerta, dejándome a mí entrar primero y luego él, cerrando la puerta.

–¿Cómo es posible que Peluche haya salido de la casa? –pregunté, claramente alterada.

Caminé hacia la parte trasera de la casa, donde se supone habíamos dejado a Peluche antes de irnos.

Deslicé la puerta de cristal que daba al patio y salí, observando a mí alrededor y llevándome la sorpresa de que la puerta que conecta el patio con el jardín delantero estaba abierta.

Caminé hacia tal puerta y la cerré antes de entrar de nuevo a la casa.

Peluche seguía en mis brazos cuando entré a la cocina y vi a Jacob llenando los platos con agua y comida. Peluche comenzó a retorcerse entre mis brazos, por lo que lo dejé en el suelo y corrió a tomar de su agua.

–No cerraste la puerta del jardín –miré a Jacob, cruzada de brazos.

Jacob miró a Peluche y luego a mis espaldas, donde estaba el pasillo que daba al patio e hizo una mueca, recordando.

–Uh... lo había olvidado –cerró los ojos con fuerza por un segundo y los abrió para mirarme. –Fue mi culpa, lo siento –se disculpó, pero no parecía importarle.

–Jacob, se pudo haber perdido –enfaticé, haciendo gestos con las manos.

–Lo sé, pero está aquí con nosotros, no le pasó nada.

–¿Es broma? –fruncí el ceño.

–¿Qué? –me miró confundido.

–Lo pudieron haber atropellado o robado.

–Mahogany, está bien –comenzó a dar unos pasos hacia mí.

–¡No, Jacob! No lo entiendes, no está bien –exclamé, un poco más alto de lo que quería. –Debiste haber cerrado la puerta cuando te lo dije –lo culpé.

–Lo sé, pero lo olvidé –repitió. –¿Por qué estas tan molesta? –preguntó y estuve a punto de carcajear irónicamente.

–¿Que por qué estoy molesta? –lo observé indignada. –¡Casi dejas que Peluche también se perdiera!

Jacob me miraba con el ceño fruncido, hasta que escuchó mis últimas palabras.

–¿También? –repitió en voz baja. –Te refieres a Maisie, ¿No es así? –preguntó, pero él ya sabía la respuesta.

No dije nada de inmediato. El enojo que sentía fue disminuyendo de a poco, hasta que, en su lugar, sólo podía sentir tristeza y lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos.

Amnesia || Magcon [✔️]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang