Amnesia || Magcon [✔️]

56 ~ ¿Pesadillas o recuerdos?

NARRA STELLE

–Oye, ¿Estás bien? ¿En qué piensas? –preguntó Sebastian a mi lado, mientras acariciaba mi hombro.

–En nada –mentí, sin apartar la mirada del techo.

No me sentía bien y tampoco podía dejar de pensar en todas las cosas que me han dicho aquellas dos personas, que aseguran ser mis padres.

Luego de que contaran su parte de la historia, nos convencieron de quedarnos esta noche a dormir en la casa y que, si queríamos, podíamos regresar a nuestro hotel en la mañana.

Eran alrededor de las diez de la noche y Sebastian y yo estábamos acostados en la cama, de una de las tantas habitaciones para invitados que tenía la mansión.

Las luces estaban apagadas, pero las cortinas de las ventanas estaban abiertas, haciendo que entrara algo de claridad a la habitación.

Nos dieron una de las habitaciones en la planta baja, lo que me parecía bastante extraño el que no nos ofrecieran alguna en el segundo piso.

Era esa y otras cosas a las que no les encontraba sentido y no podía dejar de pensar en ellas ni por un segundo.

–No, no estoy bien –cambié de parecer, girando mi cabeza para mirarlo. –No dejo de pensar en todo esto.

–No pienses en eso ahora –se volteó hacia mí y apoyó la cabeza sobre su mano, de forma en la que ahora podía ver mi rostro. –Es normal que te sientes estresada, fue demasiada información para procesar en un día.

–¿Eso crees? –pregunté, imitando su posición, quedando frente a frente. –Es que... me parece muy extraño todo lo que dijeron –fruncí el ceño. –Es decir, ¿No se supone que luego de escuchar lo que pasó, comience a recordar las cosas?

–No seas tan dura contigo misma, eso puede tomar tiempo... ahora tienes que descansar, hablaremos sobre esto en la mañana ¿Sí? –me sonrió, antes de acercarse y besarme rápidamente. –Buenas noches, princesa –dijo y se acomodó en su lado de la cama, dándome la espalda.

–Buenas noches –susurré.

No sé cuánto tiempo pasó, pero luego de un buen rato dándole vuelta a mis pensamientos, finalmente me quedé dormida.

~ ~ ~

Mis ojos estaban cerrados, sentía un increíble peso sobre ellos y no podía abrirlos.

Sin embargo, seguía caminando.

Apenas podía sentir mis piernas, pero éstas no paraban de moverse. Podía sentir lo que probablemente eran gotas de lluvia cayendo sobre mí, estaba descalza y sostenía algo entre mis brazos.

Mis pies nunca se detuvieron y cuando mis ojos al fin comenzaron a abrirse lentamente, lo primero que vi fue el oscuro color azul del mar frente a mí.

Caminaba sobre un muelle.

El cielo estaba repleto de nubes negras, mientras que las gotas de lluvia caían cada vez más fuertes y hacían que la madera se oscureciera cada vez más.

Mis pies seguían avanzando hacia el final del muelle, mientras que mi cuerpo temblaba.

Mis músculos se sentían pesados y no podía mirar hacia abajo, había perdido el control completo sobre mi cuerpo y éste parecía actuar por cuenta propia.

Aún desconocía lo que cargaba en brazos, pero pronto me di cuenta de lo que ocurría.

Cuando llegué al borde del muelle, mi mirada se mantenía fija sobre el nivel del mar a lo lejos, pero mis brazos comenzaron a estirarse hacia el frente, más allá de la madera, tal que podía ver con claridad lo que sostenía en mis manos.